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Nirvana contra el mundo
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20 años de la publicación de 'in utero'

Nirvana contra el mundo

La grabación de 'In Utero' último álbum del grupo de Seattle, se convirtió en una guerra sin cuartel entre el mundo alternativo y el mainstream

Foto: Exposición sobre el grunge en seattle
Exposición sobre el grunge en seattle

Estaes una historia que a los veinteañeros de los noventa les resultaráfamiliar, pero puede queal resto de los mortales les sueneun poco absurda. En efecto, veinte años después, resulta difícil de explicar por qué la grabación del tercer disco de Nirvana se convirtió en un asunto de vida o muerte. En la batalla final de la guerrilla alternativa contra las malvadas fuerzas del mainstream. Y eso que todo el conflictóconsistía en saber si el sonido de In Utero sería más sucio que el de Nevermid (1991). El planeta entero parecía estar pendiente de si las guitarras del nuevo álbum de Nirvana iban a sonar más o menos viscerales. En ese matiz de sonido radicaba la diferencia entre el bien y el mal para toda una generación. Ahora suena un poco a chiste, claro, a debate salido de madre, pero en 1993 la discusión alcanzó niveles extremos de gravedad. Así se las gastaban los grunges. En el otro lado de la barricada, la industria musical presionaba a fondo a Nirvana para que volvieran a grabar otro superventas. La batalla por influenciarles estaba servida.

In Utero, último trabajo grabado por Kurt Cobain antes de pegarse un tiro en abril de 1994, se lanzó el 13 de septiembre de 1993, hace ahora dos décadas. Para celebrarlo se publicará una edición especial con más de 70 pistas, con el disco remasterizado, demos inéditas, caras B y un DVD con un directo grabado en Seattle en 1993. La casa por la ventana. Lo que es difícil que logre reproducir la reedición es el ambiente pre bélico montado alrededor de la grabación del disco. Hagamos memoria.

Tras debutar con Bleach (1988), que les convirtió en uno de los grupos punteros del punk-rock americano alternativo (eso que se acabó llamando grunge), Nirvana cambió de compañía, de la indie Sub Popa la majorGeffen. Llegaron recomendados por los padres de la música alternativa, Sonic Youth, que acababan de saltar a Geffen tras una década en el underground. La música alternativa vivía una edad de oro creativa y las multinacionales querían subirse a la ola.

Nirvana reventó las listas de ventas en 1991 con Nevermind. Una de las claves del éxito sideral del álbum, treinta millones de copias vendidas hasta hoy, fue su sonido. El productor Butch Big limó la característica agresividad del grupo hasta hacerla accesible

Nirvana reventó las listas de ventas en 1991 con Nevermind. Una de las claves del éxito sideral del álbum, treinta millones de copias vendidas hasta hoy, fue su sonido. El productor Butch Big limó la característica agresividad del grupo hasta hacerla accesible. O quizás sería más justo decir que logró un difícil equilibrio entre energía huracanada y pop, aunque los miembros de Nirvana criticarían a posteriori su sonidopor considerarlo "demasiado pulido".

El brutal triunfo comercial de Nevermind provocó una crisis de madurez al mundo alternativo. Como si dar a conocer tu música al gran público y conservar tu integridad fueran conceptos antagónicos. Algo de cierto había en todo ello: la comercialización de la música alternativa acabaría dando lugar a subproductos musicales que dejarían malherida a la escena. Estas contradicciones alimentaron la frustración de Cobain hasta sus últimos días.

La batalla entre pervertirse y mantenerse íntegro convirtió la grabación de In Utero en un asunto político. Cuando el grupo anunció que la producción no correría a cargo de Butch Big, sino de Steve Albini, el underground respondió alborozado. Albini era una icono del indie y un paladín de la integridad artística. Miembro de bandas míticas del hardcore estadounidense como Big Black y Rapeman, había producido algunos de los discos más emblemáticos del sonido alternativo en losochenta, como el Sufer Rosa (1988), de los Pixies. Su presencia era una garantía de que el disco se grabaría rápido y sin excesos innecesarios, y que el sonido sería seco, crudo y visceral, como así fue. Albini pensaba lo siguiente de la producción de Nevermind: "Era la clase de grabación estándar que se convierte en una muy controlada mezcla comprimida de radiofórmula. Eso no habla muy bien, en mi opinión, de una banda de rock".

El álbum se grabó en dos semanas en febrero de 1993. Entonces comenzaron los rumores: que si Geffen no lo quería publicar porque pensaba que era invendible, que si Nirvana tampoco estaba conformes con la producción de Albini... A Nirvanalehabían entrado las dudas. Era la hora del psicodrama. Se decía que el disco podría volver a grabarse. Albini y Nirvana empezaron a mandarse recados a través de los medios de comunicación: el productor insinuaba que la banda estaba cediendo a las presiones de Geffen, la banda respondía que todo eran habladurías.

El grupo contrató finalmente a Scott Litt para que hiciera ligeras modificaciones en el sonido y remezclara los singles Heart-Shaped Box y All Apologies.Por fin se publicó el álbum. Pese a los cambios, el resultado final fue calificado por algunos como el disco experimental de Nirvana. Un sonido áspero y opresivo envolvía las paranoias de un Cobain más críptico que nunca. Aunque no es fácil descifrar las letras, lo más llamativo eransus paseos por eltúnel oscuro de la fama y sus retorcidas descripciones de su reciente paternidad. Un disco denso en el que la heroína, que llevaba años apareciendo y desapareciendo de las venas de Cobain, también jugó un papel importante.

"Es como si [Cobain] hubiera renunciado a tratar de fusionar sus instintos punk y pop en un todo armonioso. Olvídalo. Esto es la guerra", escribió Michael Azerrad sobre 'In Utero'en la biografía del grupo Come As You Are: The Story of Nirvana(1993).

El disco no tuvoni de lejos el éxito de 'Nevermind', pero despachó 4 millones de copias en EEUU, una cifra magnífica para un trabajo tan denso. El mundo alternativo había ganado la batalla. La paradoja es que, visto ahora, In utero no resiste comparación con Nevermind. En su caso, más punk no significó mejor música. Es cierto que el nivel estaba muy alto: pocos dudan ahora de que Nevermid es uno de los mejores discos de la historia. Quizás la clave es analizar In utero con perspectiva. Puede que no sea el peor disco de Nirvana." No lo valoraría en términos de mejor o peor. Con solo tres discos de estudio, y siendo los otros dos Bleach y Nevermind, es tentador dejar In utero en tercer lugar, pero creo que, pese a los problemas con la compañía discográfica y a las mezclas que hizo Scott Litt, fue un intento por evitar la creación de un clon de Nevermind, cuando era lo que todo el mundo les exigía. Como planteamiento, me parece muy honesto, sobre todo porque no debió ser nada fácil sacarlo adelante. Y el resultado habla por sí solo: Cualquier banda actual mataría por tener un álbum con canciones como Heart-shaped box, Rape me, All apologies o Serve the servants", cuenta a El Confidencial el crítico musical Eduardo Guillot.

El propio Guillot zanja la discusión sobre la guerra mainstream/alternativo con la siguiente reflexión: "Si la industria quería domesticarlos, es evidente que no lo consiguió: Rape me generó problemas, hubo cadenas de tiendas que se negaron a vender el disco, ficharon a Pat Smear (Germs) para ir de gira y Kurt Cobain solo duró un año más. Generalmente, lo que el público o los medios entiende por autenticidad no tiene nada que ver con lo que ocurre en el interior de una banda, y más aún si esa banda está en el ojo del huracán las 24 horas del día. Tras Nevermind, cualquier cosa que hubiera hecho Nirvanahubiera provocado controversia y suscitado críticas, así que el grupo decidió hacer lo que quiso, sin importarle lo que sucedía a su alrededor ¿Hay algo más punk que eso?".

Estaes una historia que a los veinteañeros de los noventa les resultaráfamiliar, pero puede queal resto de los mortales les sueneun poco absurda. En efecto, veinte años después, resulta difícil de explicar por qué la grabación del tercer disco de Nirvana se convirtió en un asunto de vida o muerte. En la batalla final de la guerrilla alternativa contra las malvadas fuerzas del mainstream. Y eso que todo el conflictóconsistía en saber si el sonido de In Utero sería más sucio que el de Nevermid (1991). El planeta entero parecía estar pendiente de si las guitarras del nuevo álbum de Nirvana iban a sonar más o menos viscerales. En ese matiz de sonido radicaba la diferencia entre el bien y el mal para toda una generación. Ahora suena un poco a chiste, claro, a debate salido de madre, pero en 1993 la discusión alcanzó niveles extremos de gravedad. Así se las gastaban los grunges. En el otro lado de la barricada, la industria musical presionaba a fondo a Nirvana para que volvieran a grabar otro superventas. La batalla por influenciarles estaba servida.

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