Detroit vende, El Prado alquila

El arte no está a salvo en ningún ayuntamiento endeudado. Los gestores de la bancarrota de la ciudad de Detroit confirman que las cuentas mandan y ponen a la venta los aeropuertos, los aparcamientos, los edificios y el patrimonio acumulado en el museo desde 1885. Hablamos de uno de los pocos museos públicos de los EEUU y de los cuatro más importantes del país, gracias a las donaciones y adquisiciones con las que los barones del automóvil (Ford-Firestone-Dodge) enriquecieron los fondos de su colección. Sin embargo, el patrimonio público estadounidense se comercializa, en España no.

Kevyn Orr, responsable de la gestión de la quiebra de la ciudad, confirmó que un equipo de tasadores de Christie’s entrará en el Detroit Institute of Art (DIA) por 200.000 dólares para valorar cuánto puede recaudar la ciudad por la venta o la hipoteca del arte público. “Todos los activos de Detroit serán identificados para su uso”, anunció en su día Orr. El objetivo: hacer frente al agujero de 18.500 millones de dólares por el que se cuela el futuro de la ciudad.

El museo está en venta.Sus piezas estrellas son el retrato del carteroRoulindeVincent van Gogh,El pensadordeAuguste Rodin, un bodegón dePablo Picasso,Baile nupcialdePieter Bruegel el Viejoy una escultura deBernini. Pero a ellos hay que añadir una gloriosa lista en la que aparecenMax Beckmann,HenriMatisse,Gauguin,Rodin,Joan Miro,Yves Tanguy,Henry Moore,MaxErnst,Degas,Cézanne,AlexanderCalder,Seurat, Poussin,Caravaggio,Tintoretto,RembrandtoRubens, entre tantos.

Madrid también se vende

Detroit no es el único ayuntamiento endeudado que está dispuesto a dejar pelado su patrimonio para pagar a sus acreedores. La alcaldesa de Madrid Ana Botellapuso a la venta hace un mes 26 cuadros de primeros espadas del arte contemporáneo español (Manolo Millares, José Guerrero o ManuelRivera), para superar el socavón de más de 300 millones de euros generado por la empresa municipal Madridec (propietaria de esas obras). La subasta recaudó poco más de 300.000 euros.

Los expertos tasadores con los que se ha puesto en contacto El Confidencial aseguran que esta operación fue un auténtico desastre, porque la subasta se hizo a través de la galería Ansorena (sociedad anónima formada por los miembros de la familia Mato), cuyos expertos tasaron un 45% por debajo del valor real de los cuadros y en venta un 30% inferior al precio de estos artistas en el mercado. De esta manera consiguieron vender más fácilmente el lote, es decir, malvendieron la obra pública pagada por el ciudadano madrileño.

Aquella venta pudo realizarse porque las obras no estaban catalogadas como Bien de Interés Cultural (BIC). Esta es una de las razones por las que ninguna de las obras del Museo Nacional del Prado y del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía pueden ponerse a la venta: “Los Bienes del Patrimonio Histórico tienen la consideración de activos no amortizables”, reza en las cuentas de ambas instituciones en el BOE. Es decir, que no se pueden amortizar, porque no están a la venta.

Mercado contra patrimonio

Esta es la principal diferencia entre el reconocimiento del patrimonio en España y EEUU: allí son bienes activos, listos para su comercialización, sea cual sea su importancia histórica y cultural. Los responsables de la ciudad de Detroit han avisado también que no estará todo a la venta. De hecho, tal y como señalan los tasadores a este periódico, por 200.000 dólares no se puede tasar un museo como el de la ciudad norteamericana, con cerca de 60.000 piezas en sus fondos.

El patrimonio neto del Prado es de 436.473.940 euros y el del Reina Sofía de 475.850.861 euros. Son cantidades que incluyen el activo inmovilizado inmaterial como terrenos, construcciones y bienes del patrimonio histórico. Son cantidades aproximadas e inútiles para saber el precio delo que conserva. En el caso del Prado, gran parte de las obras del museo provienen de las colecciones reales así como de otros museos, “por lo que se carece de valoración económica”.

Además, cuando se dispone de la valoración de la obra, en muchos casos, está expresada en monedas actualmente inexistentes “cuya conversión a euros no se puede efectuar”. A pesar de ello, se estableció un criterio para valorar las obras de arte del museo: los bienes adquiridos antes del 1 de enero de 1995 se valoran según el precio de la adquisición. Cuando no se disponga de estos valores “los bienes a incorporar al balance se podrán valorar por un valor simbólico o cero”.

Del Prado no se puede vender nada de lo que cuelga en sus paredes o duerme en sus almacenes. Pero sí puede alquilarse cualquiera de esas pinturas, sobre todo, en tiempos de recortes en las ayudas públicas

Es decir, El Prado no está tasado: no sabemos su precio, aunque intuimos su valor. Si no tiene tasación, no tiene seguros. Un museo no puede tasar sus propios bienes, necesita de especialistas independientes. Su labor es catalogar, conservar y divulgar. También sabemos que del Prado no se puede vender nada de lo que cuelga en sus paredes o duerme en sus almacenes. Pero sí puede alquilarse cualquiera de esas pinturas, sobre todo, en tiempos de recortes en las ayudas públicas.

Tal y como adelantó este periódico, el último año ha crecido estas operaciones con museos extranjeros, gracias a la que han ingresado 2.795.000 euros, un hecho sin precedente en las cuentas de la pinacoteca. Por la venta de entradas obtuvo en el mismo año 14.178.266 euros, casi un 20%.

Vender o hipotecar

Los tasadores señalan que una venta forzada como es esta corre el peligro dedevaluar el retorno de lo vendidoy el precio de los artistas a la venta. Las primeras valoraciones hablan de cerca de 2.500 millones de dólares de beneficios, pero las fuentes consultadas por este periódico aseguran que sólo con las obras más destacadas del arte europeo del siglo XX en posesión del museo, ya superarían esa cantidad.

No se conoce una liquidación masiva de una colección de arte público de estas dimensiones, por eso es importante la negociación entre Detroit y Christie’s (si es que esta casa se queda con el derecho a venta y sus comisiones) para queel precio de salida de cada obra sea la máxima. De lo contrario, el resultado influiría de tal manera en el mercado internacional que los precios de los artistascaerían en picado. Y la ciudad obtendría menos beneficios de los que espera.

Jorge Llopis, perito tasador de arte y antigüedades y presidente del Consejo Español de Peritos Tasadores en Arte y Patrimonio Artístico (CEPTAPA), apunta que es muy probable que de llegar a una puja de parte de la colección, sean los coleccionistas norteamericanos, chinos, japoneses, rusos y sauditas los que puedan comprar.En ningún caso un museo europeo. “Van Gogh es un pintor que no tiene tope, así que sacarán bastante más dinero del que prevén”, explica.

Por otro lado, una casa de subastas como Christie’sno saca todas las piezas a subasta pública, guarda para sus coleccionistas selectos otras tantas. En estos casos, se respeta el precio del mercado. Las tasaciones de artistas muertos se basan en lamedia de los resultados de subastas internacionalesy en la regulación de la obra por puntos (en la queel precio se calcula por centímetro cuadrado). La tasación por cuadro –siempre y cuando la procedencia y la atribución esté bien documentada- se resuelve, aproximadamente, en una semana por pintura.

Con el precio de la obra fijado,la venta no es una salida forzosa. La hipoteca de los recursos culturales es otra salida para conseguir dinero de los bancos contra la deuda. En el caso en que los acreedores sean compensados con ese dinero, los responsables del museo tendrán que cambiar las cartelas de los cuadros y donde decía: "Propiedad de la ciudad de Detroit", habrá que escribir: "Propiedad del Banco X".