Es noticia
Los agotes salen del olvido y se van de rodaje
  1. Cultura
ESTRENO DE 'BAZTAN', ÓPERA PRIMA DE IÑAKI ELIZALDE

Los agotes salen del olvido y se van de rodaje

Atención, pregunta: ¿Quiénes son los agotes? Seguramente si no se ha vivido en el País Vasco más rural no se conozca la respuesta a esta cuestión.

Foto: Los agotes salen del olvido y se van de rodaje
Los agotes salen del olvido y se van de rodaje

Atención, pregunta: ¿Quiénes son los agotes? Seguramente si no se ha vivido en el País Vasco más rural no se conozca la respuesta a esta cuestión. Algo extraño ya que su leyenda parecía condenada a ser contada a través de la historia por toda España. Y es que los agotes fueron un grupo de personas que vivieron durante ocho siglos marginados y apartados por la sociedad. Eran considerados descendientes del demonio y fueron confinados a su propio gueto en el valle de Baztan (Navarra). Y ahora viene la segunda pregunta ¿cómo es posible que con semejantes mimbres no se hubiera hecho una película sobre este tema hasta ahora?

Quien viene a solucionar esta deuda con los agotes es un director novato. Con experiencia previa en cortometrajes, Iñaki Elizalde ha decidido que su ópera prima, Baztan, cuente esta historia de la que destaca su carácter universal. Y para contárnosla ha decidido saltarse cualquier academicismo y dar un salto mortal planteando una película, compleja, distinta y… ¡ay! irregular.

Hay que agradecer a Elizalde que huya de cualquier atisbo de lugar común y lo que podía haber sido una película que comenzara con un “hace ocho siglos en el valle de Baztan” se convierta en un filme que apuesta por la inteligencia del espectador para que el junte las piezas de las dos historias que se cuentan. 

Porque Baztan cuenta dos líneas temporales. La primera, la de un equipo de rodaje que se traslada al valle para filmar una película sobre los agotes. La segunda, la propia historia de los agotes protagonizada por los mismos actores. Es decir nos encontramos ante un ejercicio de cine dentro de cine y de metalenguaje con actores interpretándose a sí mismos que a su vez interpretan a otros personajes.

Estas constantes referencias llegan al extremo con el homenaje que se realiza en todo momento a una obra clave para entender el Euskadi rural como es Vacas, de Julio Medem, rodada en el mismo valle. En todo momento se establecen paralelismos entre las dos películas llegando a incluir escenas de la película de Medem y jugar a que los mismos actores que protagonizaron Vacas se reúnan ahora para realizar la película sobre los agotes. Todo muy meta.

Para tensar un poco más la cuerda, en ningún momento se nos introducirá en la historia “filmada” viendo como comienzan a rodar o se prepara la escena, sino las escenas de la película que se está rodando son presentadas mediante un montaje en paralelo como si de un suceso histórico real se tratara.

Este es el gran acierto de la película, su original apuesta argumental y estética (con dos fotografías tan opuestas como complementarias) que no parecen propias de una ópera prima.

Por desgracia el equilibrio entre las dos historias nunca se llega a lograr del todo y las transiciones de una a otra a veces parecen aleatorias en vez de retroalimentar cada narración. Está claro que la idea es ver cómo esta parte secreta de la vida del valle ha permanecido en la memoria de sus habitantes. Sin embargo no se ahonda en este tema y, finalmente, a lo que asistimos es a una sucesión de estampas costumbristas y rurales en ocasiones alargadas e innecesarias. No hacía falta que cada vecino del valle tuviera su momento de “gloria” en su vida en el campo, ya que de repente nos encontramos con 20 personajes que cortan troncos, buscan huesos, tallan madera, dan entrevistas, cosen vestidos, hacen castings, cuentan historias mitológicas… La cotidianeidad acaba asfixiando la apuesta.

Así la parte “histórica” queda en un segundo plano a pesar de lo interesante que podría llegar a ser y un diseño de producción muy eficaz. Realmente la historia de los agotes nunca llega a desarrollarse y no llegamos a poder sentir cómo vivieron esa exclusión social, ya que se centra exclusivamente en el personaje de Unax Ugalde y su familia, una historia demasiado pequeña para poder entender mejor lo que ocurría en ese gueto.

Es una lástima que la sensación que quede finalmente es la de estar viendo dos historias independientes y que en ocasiones se juntan. Deja la película un poso agridulce en la memoria del que la ve. Por un lado el haber desaprovechado una oportunidad para tratar un tema tan espinoso y olvidado como la discriminación a los agotes, por otro el haber asistido al nacimiento de un realizador diferente que no ha tenido miedo a arriesgar en su primera película aun sabiendo la situación del cine español y de unos espectadores que no pasan una.

Baztan

Director: Iñaki Elizalde

Reparto: Unax Ugalde, Carmelo Gómez

Género: Drama, histórico

Nacionalidad: Española

Duración: 98 minutos

Atención, pregunta: ¿Quiénes son los agotes? Seguramente si no se ha vivido en el País Vasco más rural no se conozca la respuesta a esta cuestión. Algo extraño ya que su leyenda parecía condenada a ser contada a través de la historia por toda España. Y es que los agotes fueron un grupo de personas que vivieron durante ocho siglos marginados y apartados por la sociedad. Eran considerados descendientes del demonio y fueron confinados a su propio gueto en el valle de Baztan (Navarra). Y ahora viene la segunda pregunta ¿cómo es posible que con semejantes mimbres no se hubiera hecho una película sobre este tema hasta ahora?