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Zurbarán, el mejor reclamo turístico de Inglaterra
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UN MECENAS INGLÉS CREA UN CENTRO TURÍSTICO TRAS COMPRAR UNA SERIE DEL PINTOR ESPAÑOL

Zurbarán, el mejor reclamo turístico de Inglaterra

Unos icónicos retratos de Francisco de Zurbarán de Jacob y sus hijos decoran desde 1756 el comedor del Castillo de Auckland, principal sede del anglicanismo en el noreste

Foto: Zurbarán, el mejor reclamo turístico de Inglaterra
Zurbarán, el mejor reclamo turístico de Inglaterra

Unos icónicos retratos de Francisco de Zurbarán de Jacob y sus hijos decoran desde 1756 el comedor del Castillo de Auckland, principal sede del anglicanismo en el noreste de Inglaterra. Las pinturas escaparon de la furia del mercado de subastas hace dos años gracias a la intervención del financiero y filántropo Jonathan Ruffer, quien invirtió cerca de 18 millones de euros en la campaña por su rescate. Estos mismos cuadros son ahora el motor de un ambicioso plan para convertir el castillo en un centro turístico-cultural especializado en arte religioso y pintura del Siglo de Oro español.

Un pintor católico, una temática judía y un enclave profundamente anglicano. Un cóctel religioso explosivo y envuelto en misterio, rebeldía y altruismo. Entre 1640 y 1645, en pleno apogeo de la Inquisición, Zurbarán completa los retratos de Jacob y sus doce hijos, los patriarcas de las tribus de Israel. El destinatario de la serie se desconoce y bien pudo ser una orden religiosa o un rico mercader judío. Un siglo después, la colección reaparece en el cargo de un barco español apresado por piratas ingleses.

El obispo revelado

El obispo de Durham, Richard Trevor, compra el alijo y construye un comedor en su residencia de Auckland a la medida de estos enormes cuadros, de 197x101 centímetros cada uno. “Sus invitados tenían que sentarse bajo la fulminante mirada de los patriarcas de Israel. Fue un acto de protesta”, rememora Rowena Hackwood, directora ejecutiva de la fundación que gestiona el castillo de Auckland.

Con su adquisición, el obispo Trevor se rebeló contra el gobierno y los parlamentarios que acababan de repeler una recién aprobada ley de emancipación de judíos residentes en Inglaterra. “Estaba furioso. Colocó los retratos en su comedor para criticar la falta de tolerancia. Son símbolo de quienes están dispuestos a defender los derechos de las minorías”, celebra Hackwood.

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Los Zurbarán también representan la determinación de una comunidad por preservar su patrimonio cultural. La Iglesia de Inglaterra quiso vender las pinturas al mejor postor en una polémica operación que habría dejado un vacío artístico en la región, además de conducir a la inevitable dispersión de la serie. 

Ruffer se unió a la campaña de rescate y en 2012 firmó el acuerdo definitivo que traspasa la propiedad del castillo y los lienzos, por unos 13 millones de euros, a dos fundaciones benéficas. El resto de su donación se está invirtiendo en la restauración del edificio y adquisición de obras.

Benjamin, el menor de los hijos de Jacob, es una copia. El original se vendió al duque de Ancarta y se preserva en el castillo Grimsthorpe, en Lincolnshire, a unas dos horas de Bishop Auckland, el pueblo que da nombre a la histórica residencia de los obispos de Durham. Los patriarcas de Zurbarán tienen ahora el camino despejado para reunirse bajo el mismo techo, aunque sea temporalmente.

Dinero para la cultura

La reforma de la antigua sede episcopal, con un presupuesto en su fase inicial de 20 millones de euros, incluye la construcción de galerías de arte e instalaciones básicas para atender a 120.000 visitantes al año. El objetivo es convertir Auckland en centro internacional de arte religioso y la más importante morada en el norte de Inglaterra de pintura española de los siglos XVI y XVII.”

“Queremos aportar el contexto que explique la interesante historia de la serie de Zurbarán y su relación con el obispado de Durham”, señala la directora del proyecto. Una segunda exposición permanente, provisionalmente titulada 3000 años de fe, contará la evolución de la religión en Reino Unido.

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El proyecto es ambicioso y su éxito depende en parte de la colaboración de otras instituciones. El castillo se ubica a 18 kilómetros del museo Bowes, donde se concentra la mayor colección del país de pintura del barroco español. GoyaEl GrecoRiberaValdés Leal y otros autores de menor rango firman más de 60 cuadros que la viuda del conde Quinto vendió a esta familia inglesa en 1862. Los préstamos de obras entre ambos enclaves ya han comenzado y la misma fórmula se aplicará para asegurar cesiones temporales y permanentes de otras instituciones. Se habla incluso de convertir Auckland en sucursal de la National Gallery en el noreste de Inglaterra. “Hemos establecido relaciones muy fuertes con instituciones nacionales. Son nuestros embajadores”, afirma Hackwood.El castillo de Auckland se ubica a 18 kilómetros del museo Bowes, donde se concentra la mayor colección del país de pintura del barroco español

Los préstamos ayudarán a apuntalar el pilar levantado por Ruffer. De acuerdo con la directora del castillo, el filántropo ha añadido a su colección de arte cuatro cuadros de Ribera y un grabado de Hércules que Zurbarán utilizó como modelo del octavo hijo de Jacobo. “Tenemos una estrategia de adquisición e intentaremos comprar pinturas españolas y otras obras religiosas que salgan al mercado”, resalta.

De momento hay otra cuestión prioritaria: buscar morada provisional para Jacob y sus hijos. La restauración del castillo comenzará a mediados de 2015 y, como señala su responsable ejecutiva, “nos gustaría que alguien cuide de los Zurbarán porque no queremos tener las pinturas en un edificio en obras. Se las dejaremos muy gustosamente al Prado u otro museo español”. 

Unos icónicos retratos de Francisco de Zurbarán de Jacob y sus hijos decoran desde 1756 el comedor del Castillo de Auckland, principal sede del anglicanismo en el noreste de Inglaterra. Las pinturas escaparon de la furia del mercado de subastas hace dos años gracias a la intervención del financiero y filántropo Jonathan Ruffer, quien invirtió cerca de 18 millones de euros en la campaña por su rescate. Estos mismos cuadros son ahora el motor de un ambicioso plan para convertir el castillo en un centro turístico-cultural especializado en arte religioso y pintura del Siglo de Oro español.

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