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El vía crucis de M. Night Shyamalan
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ESTRENO DE 'AFTER EARTH', PROTAGONIZADA POR WILL SMITH Y SU HIJO JADEN

El vía crucis de M. Night Shyamalan

El ascenso y caída de M. Night Shyamalan es uno de los psicodramas cinematográficos más intensos de los últimos años. La deriva del que fuera el

Foto: El vía crucis de M. Night Shyamalan
El vía crucis de M. Night Shyamalan

El ascenso y caída de M. Night Shyamalan es uno de los psicodramas cinematográficos más intensos de los últimos años. La deriva del que fuera el director mainstream más importante del siglo XXI es digna de estudio. Nacido en India y criado en un suburbio de Filadelfia, Shyamalan puso patas abajo el cine estadounidense con su debut, El sexto sentido (1999), estrenada cuando aún era un veinteañero. Aunque sus siguientes filmes no repitieron la exagerada recaudación de su ópera prima, tanto la extraordinaria El protegido (2000) como Señales (2002) y El bosque (2004) afianzaron su codiciado estatus como director comercial de culto.   

La gente iba a ver sus películas y la crítica más sesuda escribía páginas y páginas sobre su maestría con la puesta en escena, sus planos flotantes, su capacidad para plasmar lo sobrenatural en un contexto realista. Lo paradójico es que su carrera empezó a torcerse tras rodar la que quizás sea la más shyamalanesca de sus cintas, La joven del agua (2006), un fiasco comercial y crítico que no debió ser tal. Es duro de asumir que todos sus males provengan de una marciana comercial tan fabulosa.  

El trompazo de La joven del agua, demostración de que en la multimillonaria liga de los blockbusters no se permite ni un solo error, hizo dudar a Hollywood sobre el talento del niño de sus ojos. Y lo que es peor: también hizo dudar a Shyamalan, que desde entonces ha intentado recuperar el pulso comercial con una serie de películas erráticas. Como si para expiar su culpa tras haber hecho perder una millonada a Hollywood, tuviera que atravesar un vía crucis consistente en rodar proyectos despersonalizados sin derivas shyamalanescas.  

El incidente (2008) y The Last Airbender (2010) no acabaron ni de romper en taquilla ni de entusiasmar a la crítica, que parece haberle cogido el gusto a zarandear a su ex niño bonito. El director, por su parte, mantiene desde hace años una agotadora trifulca con los críticos. Quizás no le falte razón cuando denuncia un trato sádico e injusto, pero su tendencia a ponerse trascendente enquista el conflicto.

La familia Smith

After Earth, fantasía futurista protagonizada por Will Smith, no va a ayudar a revertir esta tendencia negativa tras su tibia acogida crítico/comercial en EEUU. Se podría pensar que Shyamalan ha sido víctima del egocentrismo de la familia Smith: After Earth  es, sobre todo, un carísimo vehículo para el lucimiento familiar. La cinta en la que Will Smith le pasa el testigo a su hijo Jaden Smith bajo la producción de la esposa y madre del clan (Jada Pinkett).

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Se trata del primer blockbuster protagonizado por Jaden Smith, recién cumplidos los quince años, tras foguearse en cintas como Karate Kid (2010). En la película, Jaden se ve obligado a sustituir a su malherido padre como líder de la resistencia terrícola contra los alienígenas. After Earth es, por tanto, una metaficción sobre el rol hollywodiense de la familia Smith con ramificaciones comerciales, familiares y faranduleras. Toda una demostración de poder. No diga show business diga family business, como si el trono comercial de Hollywood fuera una saga borbónica que uno puede heredar impunemente y por imposición paterna. 

Pero, ay, este relevo es uno de los principales lastres de After Earth, que cae en los abismos del sentimentalismo familiar al subrayar la compleja sucesión entre un padre inflexible y un hijo con miedo a no estar a la altura de las glorias militares del patriarca.'After Earth' es una película aburrida, un defecto imperdonable para un blockbuster de entretenimiento

Todo pese a que la premisa prometía: la Tierra se autodestruye. Los humanos huyen y se asientan en planetas habitados por bestias alienígenas que atacan cuando huelen el miedo humano. Sólo los soldados con mayor control emocional, como Will Smith, son capaces de acabar con la amenaza.

Pese a lo barroco de la sinopsis, el filme opta por jugar la carta de una premisa mínima… que no acaba de arrancar. La trama avanza lánguida pese a los continuos sobresaltosAfter Earth, que mezcla ciencia ficción, aventuras de supervivencia y drama paternofilial, es una película aburrida, un defecto imperdonable para un blockbuster de entretenimiento. 

Sería fácil echarle toda la culpa a la familia Smith: ni el padre ni el hijo resultan creíbles cuando abandonan el tono desenfadado y chorra de sus proyectos más exitosos. En efecto, cuando los Smith se ponen graves, toca echarse a temblar. Pero puede que algo de culpa la tenga Shyamalan: después de todo, After Earth no difiere mucho de los proyectos que le convirtieron en leyenda, esa mezcla de cine de género y melodrama familiar.

Aunque After Earth es una de las peores películas de Shyamalan, no sería la primera vez que un director toca techo, se desmorona y vuelve a resurgir. Cuando eso ocurra, recibiremos a Shyamalan como al hijo pródigo que vuelve a casa tras una temporada descarriada, le trataremos como a un rey y negaremos haber hablado mal de él nunca.      

After earth

Director: M. Night Shyamalan
Reparto: Will Smith, Jaden Smith
Género: Fantasía futurista
Nacionalidad: EEUU
Duración: 100 minutos

El ascenso y caída de M. Night Shyamalan es uno de los psicodramas cinematográficos más intensos de los últimos años. La deriva del que fuera el director mainstream más importante del siglo XXI es digna de estudio. Nacido en India y criado en un suburbio de Filadelfia, Shyamalan puso patas abajo el cine estadounidense con su debut, El sexto sentido (1999), estrenada cuando aún era un veinteañero. Aunque sus siguientes filmes no repitieron la exagerada recaudación de su ópera prima, tanto la extraordinaria El protegido (2000) como Señales (2002) y El bosque (2004) afianzaron su codiciado estatus como director comercial de culto.