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Esta ópera es una ruina: más del 90% de las funciones del Teatro Real dejan pérdidas
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DIEZ DE LAS ONCE ÓPERAS DE 2011 FUERON DEFICITARIAS Y EN 2010 ONCE DE LAS 15 PROGRAMADAS

Esta ópera es una ruina: más del 90% de las funciones del Teatro Real dejan pérdidas

Fruto de la oscuridad en la que vivían las cuentas del Teatro Real desde la llegada de Gerard Mortier al frente de la dirección artística no

Foto: Esta ópera es una ruina: más del 90% de las funciones del Teatro Real dejan pérdidas
Esta ópera es una ruina: más del 90% de las funciones del Teatro Real dejan pérdidas

Fruto de la oscuridad en la que vivían las cuentas del Teatro Real desde la llegada de Gerard Mortier al frente de la dirección artística no se ha podido hacer un análisis al detalle de la gestión del nuevo equipo. Desde que el BOE publicara este martes el desglose del balance de los ejercicios de 2010 y 2011, se puede resumir en los siguientes términos la 'fórmula' Mortier: gastar más de lo que ingresas.

Al revisar estos dos años de producciones de óperas, estos dibujan un perfil de una institución derrochadora, que gasta por encima de sus ingresos y acumula tanto deuda como déficit en sus balances. En el año 2010, 11 de las 15 óperas programadas y producidas fueron deficitarias. En 2011 fue peor: 10 de los 11 estrenos tuvieron más gastos que ingresos. El primer año se representaron 106 funciones y en 2011, 15 menos. Este dato, sumado a la reducción de la programación, logró reducir el gasto pero no contenerlo ni contrarrestarlo. Con lo que recaudado por taquilla en cada ópera sólo da para pagar coro y orquesta.   

El primer año de Gerard Mortier al frente del aparato artístico, los gastos de producción crecieron hasta los 45.753.164 euros y se ingresaron 40.372.708. De estos últimos, 26.159.845 euros eran subvenciones. Así que de ingresos directos por taquilla y publicidad en programas de mano recaudaron 14.212.763 euros, sólo un 31% de los gastos totales.

En 2011 la jugada se repite. Aunque los gastos se reducen y quedan en 39.723.753 euros, las aportaciones directas propias fueron 13.193.579 euros, un 33,2% de los gastos. Se ingresan 36.761.686 euros, de los cuales 23.568.106 son subvenciones.

Experimentos costosos

La ópera más cara del primer ejercicio de Mortier fue Rise and Fall of the City of Mahagonny, que ingresó 1.579.252 euros y tuvo unos gastos que se dispararon a los 5.566.374. La obra del compositor alemán Kurt Weill, que tuvo la dirección musical de Pablo Heras y la dirección de escena de Alex Ollé y Carlus Padrissa, es decir, La Fura dels Baus, no fue la obra que más recaudó en taquilla esa temporada. Salomé, con unos gastos extraordinarios también, tuvo mayor recaudación (1.662.844).

El director belga, a través de un comunicado lanzado el pasado mes de octubre, amenazó al Gobierno con dimitir si seguían recortando la aportación al Teatro Real. En otras ocasiones también ha declarado que hay que acabar con la idea de que la cultura es un lujo, pero estas palabras parecen llevárselas el viento al hilo de las cuentas que se acaban de hacerse públicas con tres años de retraso.

La crítica de los trabajadores del Real en este tiempo se ha repetido: Mortier lleva a la ruina al centro. Ahora se puede comprobar que la realidad estaba más cerca de las denuncias. El comité ha denunciado en estos años que el director artístico se ha dedicado a hacer óperas como shows que han echado al público del patio de butacas.

Cúpula por encima de sus posibilidades  

En las cuentas de 2011 se señala que hay “un mayor gasto en la producción audiovisual (80.447 euros) y en los servicios prestados por la orquesta y el coro (83.242 euros)”. Pero estas no fueron sus peores pesadillas: la producción en el Madrid Arena de la Casa de Campo de la ópera San Francisco de Asís, de Olivier Messiaen, se llevó la palma.

Se la presentó como la propuesta más arriesgada de Mortier: cinco horas en un recinto deportivo y una cúpula gigante de 22 toneladas y 14 metros de altura, que cambiaba de color con la música gracias a los 1.400 fluorescentes, en el centro del escenario, diseñada por la pareja de artistas rusos Kabakov… Pero la cultura no es un lujo.

En taquilla se recaudaron 1.379.966 euros, la cuarta producción con más entradas vendidas. El montaje, en términos económicos, fue desastroso. En sólo cinco funciones acumuló una pérdida de 833.516 euros (y un gasto de 3.572.560). Lo más curioso del detalle de esta inversión es que, a pesar de tener sólo coro (no orquesta), las “compras de la producción”, de “diversos de producción” y los “gastos de viaje de producción” se multiplican 30 veces más de lo normal. Incluso la cantidad invertida en “servicios extras orquesta y coro” crece cuatro veces más de lo habitual.    

Pérdidas y caídas

En el detalle, además de lo adelantado ayer por El Confidencial, se observa que los ingresos por patrocinio y donaciones han crecido un 5,1% desde 2009. Es la única partida que ha progresado en las cuentas de la institución en estos años, pero insuficiente para paliar un recorte de ayudas públicas del 20%, a una estrepitosa caída del ingreso por venta de abonos (un 16,8%), una pérdida de taquilla del 3,3% y un gasto desmedido en la producción de las óperas.

Según indican los importes, el Teatro Real ha crecido en aportación propia a sus cuentas en un acumulado del 5,1% (de 25.058.871 a 26.352.078 euros). En 2009 los ingresos propios suponían el 47,4% de las cuentas, en 2010 un 49,9% y en 2011 crecieron hasta el 54,3%. El resto corresponde a las subvenciones oficiales. El objetivo marcado del 70% en recursos propios parece inalcanzable.

De las instituciones culturales ayudadas por la aportación pública del Estado, comunidad y ayuntamiento es de las que más han respetado las tijeras. El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte recorta tan sólo un 10% en el último año, la Comunidad de Madrid el 15% de su aportación y, por último, el Ayuntamiento de Madrid –el Real es la única unidad cultural en la que invierte el consistorio de la capital- que retira un 15% de su ayuda.

Con las cuentas sobre la mesa, la defensa de la gestión del Real en estos dos años queda en cuestión. “Desde 2009 hemos duplicado el patrocinio privado, que hoy casi equivale al público”, aseguraba el presidente del Patronato del Teatro Real, Gregorio Marañón, al periódico El País en su última entrevista. El BOE contradice esta exageración, como ya se ha indicado. Ni se ha doblado el patrocinio privado con respecto al de 2009 y ni mucho menos los 7.271.977 euros de la partida de patrocinios y donaciones son equiparables a los 22.120.058 que reciben de las arcas públicas.

Conviene recordar en este punto que el BOE señala que los responsables de la institución no han cumplido con la obligación constitucional de reducir el déficit público. La Intervención General de la Administración del Estado en su informe complementario al de la auditoría de cuentas del ejercicio de 2010 asegura que “consideró que las medidas adoptadas por la Fundación no se ajustan al Real Decreto-ley”. Es decir, las medidas tomadas para reducir el gasto –si es que así fue- no han servido. “Por lo tanto, deberían tomarse las medidas necesarias para acomodarse a la normativa en esta materia para los ejercicios futuros”, explica el boletín. 

Fruto de la oscuridad en la que vivían las cuentas del Teatro Real desde la llegada de Gerard Mortier al frente de la dirección artística no se ha podido hacer un análisis al detalle de la gestión del nuevo equipo. Desde que el BOE publicara este martes el desglose del balance de los ejercicios de 2010 y 2011, se puede resumir en los siguientes términos la 'fórmula' Mortier: gastar más de lo que ingresas.