Es noticia
"Cebrián es mucho más perjudicial para la prensa que Internet"
  1. Cultura
UN ABOGADO, UNA REVISTA, VARIOS PERIODISTAS, UNOS CUANTOS LIBROS EN LA CALLE Y EL LÍMITE DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

"Cebrián es mucho más perjudicial para la prensa que Internet"

Con El libro rojo de Mongolia (Mondadori) y Papel mojado. La crisis de la prensa y el fracaso de los periódicos en España (Debate) el colectivo Mongolia entra en la categoría

Con El libro rojo de Mongolia (Mondadori) y Papel mojado. La crisis de la prensa y el fracaso de los periódicos en España (Debate) el colectivo Mongolia entra en la categoría del libro. Y se lo deben a la Feria del Libro del pasado año donde se hartaron a firmar en una esquinita prestada. El fenómeno había despuntado y los editores estuvieron atentos al tirón de los sátiros que convierten el drama en un chiste. Son los únicos españoles que se ríen, porque en medio de las ruinas del país ellos cuentan el final de un Estado que disfrutó del bienestar mientras tuvo ladrillo. Gonzalo Boye es el hombre en la sombra, la mesura y coherencia de las leyes, el pepito grillo que avisa de cuánta gasolina pueden meter en las portadas de la revista cada mes.

¿Cómo definiría el éxito de Mongolia?

Es un éxito relativo. Seremos exitosos cuando llegue la primera suscripción de Moncloa o Zarzuela.

O la primera demanda.

No medimos el éxito en función de las demandas.

¿Cuál es el secreto del éxito de los productos Mongolia?

El éxito se basa en que son productos modestos: decimos lo que pensamos y no estamos condicionados por otros factores. Eso la gente lo aprecia. Nuestra apuesta es ser tan independientes que quien nos lea sienta que somos independientes. Todo lo que escribimos lo pensamos.

¿Qué es más peligroso un político dolido y rencoroso o una deuda?

Un político rencoroso. Tienen más peligro. Las deudas de la comunicación generan dependencia, pero lo otro puede significar cualquier cosa. No tenemos deudas ni queremos tenerlas. Me lo dijo mi padre. Ese es el secreto de la libertad. Para ser políticamente independiente hay que serlo económicamente y en este caso también lo somos.

España pasa por su peor momento, pero ¿es el mejor para Mongolia?

No creo que España pase por su peor momento, sino que va camino de su peor momento. En ese escenario Mongolia cumple una función social muy relevante. Básicamente la de informar y poner en evidencia comportamientos francamente preocupantes. Es una función de denuncia. Si no existiese Mongolia el colectivo más beneficiado serían los psicólogos. La gente necesita una válvula de escape.

¿Qué le causa más daños a la revista: la parte seria o la parte satírica?

Su mayor peligro está en la parte seria. Porque contamos cosas que nadie quiere contar y que generan mucha preocupación en los sectores del poder.

¿Han tenido problemas con la justicia?

Hasta el momento no, porque no hemos dicho todo lo que pensamos.

¿Cuál es el límite de la libertad de expresión?

Los únicos límites son el buen gusto y el código penal. Nosotros nos reímos y hacemos reír pero no ofendemos.

¿Incluso en la última portada de la infanta?

Incluso en la última portada, porque reflejaba una realidad por su imputación. Ofensivo podría ser su desimputación. La portada estaba diseñada en tres páginas y no habría que descontextualizarla. Había que leerla en su totalidad.

¿Es el código penal el libro de estilo de Mongolia?

Sin duda es el libro de estilo.

¿No se lo han saltado nunca?

Nunca nos lo hemos saltado. Siempre hemos sido respetuosos y muy escrupulosos con respetarlo.

¿Ha temido alguna vez el secuestro?

No, pero vivimos en un país en el que pasamos por un profundo recorte de libertadas. El secuestro puede pasar en cualquier momento. Si sucede nos defenderemos jurídicamente. El país no está en condiciones de perder el tiempo con nosotros... No me refiero al periódico, que no está en condiciones de perder el tiempo con nadie.

¿Lo ha deseado?

Más de alguna vez lo he pensado. No faltan descerebrados que piensen en el secuestro. Nunca lo hemos pensado como algo que nos viniese bien o mal. Es como trabajar en la construcción, corres el riesgo de caerte del andamio.

¿Le decepciona que no se cumpla con el cierre de la revista?

Fue un error secuestrar el jueves y de ese error muchos han aprendido

¿Han recibido citaciones de algún juzgado?

No de ninguno. Nadie ha actuado por vía legal contra nosotros. Mongolia es un ejemplo de legalidad, nos cuidamos mucho de actuar en el marco de la ley y gente respetuosa con el Estado de Derecho.

¿Han recibido amenazas?

No. Que yo sepa. Pero no amenaza el que quiere, sino el que puede.

¿Era importante tener un abogado desde el comienzo entre las filas de la revista?

Nosotros no somos un proyecto comercial sino político y es más útil un abogado. Confío en que Mongolia siga pensando tener un abogado entre sus filas.

¿Por qué se dejó engañar?

Me gustó la idea desde el comienzo y me embarqué sin darle más vueltas. Participación soy uno de los socios fundadores.

¿Cuál es el mayor enemigo?

Los que no tienen sentido del humor.

¿Habla de políticos?

He conocido políticos con sentido del humor y suelen dejar la política pronto.

Parecen ser el único medio al que no le interesa la publicidad.

Llevamos poca pero tampoco hemos buscado mucho más. Nuestra preocupación básica es el lector, que ellos sean los que nos den los ingresos. Nunca lo hemos calculado como una fuente clara de ingresos. También nos da independencia.

¿Ha tenido ofertas de compra por Mongolia?

Nunca. Todavía estamos en un nivel que prefieren ignorarnos y, además, conocen la respuesta.

¿Mongolia ha encontrado en Twitter un aliado fundamental para su éxito?

Un aliado importante.

¿Es Mongolia un termómetro de la libertad de expresión?

Sí, somos un termómetro y el país va mejorando. Pero no se ha avanzado lo suficiente y tenemos que crecer.

¿Qué diferencia hay entre trabajar para uno mismo y trabajar para una editorial?

No trabajamos para una editorial, hacemos contenidos para una editorial, siempre y cuando no se nos coarte nuestra libertad.

¿Se atreverían a publicar algo inconveniente sobre Random House Mondadori en esta nueva situación?

No habría choques. Somos libres. Esa posibilidad ni existe.

¿Temen más a los bancos que a la monarquía?

Ni a uno ni a otro, en realidad, nos preocupa cómo están. A los que más tememos son a los menos inteligentes.

¿Quiénes?

Un sector amplio de la política

¿Cuál es el peor enemigo para la prensa: Internet o Cebrián?

Cebrián es mucho más perjudicial para la prensa que Internet. Internet es un instrumento más para la prensa. Cebrián hace mucho daño a la prensa.

¿Cuál es la mayor virtud de Jaume Roures?

No las conozco.

Con El libro rojo de Mongolia (Mondadori) y Papel mojado. La crisis de la prensa y el fracaso de los periódicos en España (Debate) el colectivo Mongolia entra en la categoría del libro. Y se lo deben a la Feria del Libro del pasado año donde se hartaron a firmar en una esquinita prestada. El fenómeno había despuntado y los editores estuvieron atentos al tirón de los sátiros que convierten el drama en un chiste. Son los únicos españoles que se ríen, porque en medio de las ruinas del país ellos cuentan el final de un Estado que disfrutó del bienestar mientras tuvo ladrillo. Gonzalo Boye es el hombre en la sombra, la mesura y coherencia de las leyes, el pepito grillo que avisa de cuánta gasolina pueden meter en las portadas de la revista cada mes.