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Ticketmaster compra su inocencia por 17 millones de euros
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ALCANZA UN ACUERDO PARA EVITAR LA CONDENA POR ESTAFA A 1,2 MILLONES DE CLIENTES

Ticketmaster compra su inocencia por 17 millones de euros

No se irá de rositas, pero casi. Ticketmaster, la compañía de venta de entradas más grande del mundo, ha llegado un acuerdo judicial para reintegrar hasta

Foto: Ticketmaster compra su inocencia por 17 millones de euros
Ticketmaster compra su inocencia por 17 millones de euros

No se irá de rositas, pero casi. Ticketmaster, la compañía de venta de entradas más grande del mundo, ha llegado un acuerdo judicial para reintegrar hasta 23 millones de dólares –17,7 millones de euros– a nada menos que 1,2 millones de personas.

Según el acuerdo, firmado la semana pasada por la juez Dale Fischer en Los Angeles, a los clientes que adquirieron una entrada a través de la página web de la empresa entre septiembre de 2004 y junio de 2009 en Estados Unidos se les ofreció la posibilidad de apuntarse a un programa de puntos del que apenas se beneficiaron. Poco después, y ese es el motivo de la demanda, los consumidores vieron cómo la intermediaria se cobraba 9 dólares al mes –casi 7 euros– en concepto de suscripción de su cuenta de crédito o débito.

El letrado Adam Gutride, representante de los personados en esta demanda colectiva, explicó la semana pasada a la agencia Associated Press que los clientes desconocían la existencia de tal suscripción o entendieron, en el mejor de los casos, que se trataba de un recargo único a la hora de comprar el ticket que estaban adquiriendo. El 93% de los mismos, además, nunca llegaron a canjear o beneficiarse de los descuentos que les proporcionaba el servicio online.

Era un tipo de "publicidad agresiva" muy común en Internet en aquella época, explica Gutride. "Hoy la gente se ha vuelto más desconfiada con estas cosas, pero esto fue hace tiempo. Por eso fueron tantos los embaucados".

La demanda, que se remonta a enero de 2007,  también explica que los clientes llegaron a pagar un total de 85 millones de dólares –más de 65 millones de euros–, una media de 75, 89 dólares –58 euros– por suscriptor. Cada uno, alegan, tuvo que invertir 8 meses de media para conseguir ver su baja en el servicio.

No es la primera vez

No es el primer caso parecido al que se tiene que enfrentar Ticketmaster y no el primero que resuelve llegando a un acuerdo para evitar el riesgo de verse condenada por estafa.

En 2011 la compañía alcanzó otro a raíz de una demanda colectiva por el que se comprometió a devolver a cada cliente que lo solicitase 1,5 dólares. En esta ocasión sería a la hora de efectuar una compra y a través de crédito de uso exclusivo en Ticketmaster.

Los afectados, en este caso, fueron todos los clientes que efectuaron la compra de una entrada con la intermediación de la empresa desde el 21 de octubre de 1999 hasta el 19 de octubre de 2011. Según en la demanda presentada en 2003, poco después de hacerlo empezaron a notar un exceso en el cargo a cuenta que resultó ser, según la compañía, una "tasa de procesamiento".

Como acaba de ocurrir con su servicio de descuentos, tampoco en aquella ocasión Ticketmaster resultó condenado por estafa, de modo que pudieron seguir cobrando este extra aunque comprometiéndose a publicitarlo visiblemente ante el consumidor antes de efectuar la compra.

Similar ha ocurrido en esta ocasión. En los documentos del acuerdo la defensa alega que el programa Entertainment Rewards –al que aún se puede suscribir cualquier cliente en su web– no entrañaba ningún engaño y que las condiciones del servicio, incluyendo el coste mensual, quedaban expuestas con claridad a la hora de aceptar la suscripción.

Ticketmaster –uno de los demandados junto a IAC/InterActiveCorp, su socio en la época, y Entertainment Publications Inc.– asegura que cuenta con provisiones para cubrir la parte que le toca del reintegro acordado con los demandantes, aunque en el documento del acuerdo niega las acusaciones de estafa y no reconoce irregularidades en la prestación de su servicio. La compañía, que se fusionó en 2010 con Live Nation y se integra hoy en el conglomerado Live Nation Entertainment, explica asimismo que está deseando "dejar de un lado este caso para poder concentrarnos en proveer mejor experiencia de compra de tickets a los fans".

No se irá de rositas, pero casi. Ticketmaster, la compañía de venta de entradas más grande del mundo, ha llegado un acuerdo judicial para reintegrar hasta 23 millones de dólares –17,7 millones de euros– a nada menos que 1,2 millones de personas.