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Cuando el humor absurdo eligió ser gamberro
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LA QUINTA ENTREGA DE 'SCARY MOVIE' DILUYE LA FÓRMULA 'SPOOF' EN GAMBERRISMO E INCORRECCIÓN

Cuando el humor absurdo eligió ser gamberro

Se interpretan a sí mismos, como es tradición en el cameo con el que arrancan las scary movies. Tanto así que al ir a grabar una

Foto: Cuando el humor absurdo eligió ser gamberro
Cuando el humor absurdo eligió ser gamberro

Se interpretan a sí mismos, como es tradición en el cameo con el que arrancan las scary movies. Tanto así que al ir a grabar una cinta pornográfica amateur las pulseras del arresto domiciliario entrechocan y les dan calambre. Solo después de quitárselas –Charlie Sheen la que lleva en el tobillo, Lindsay Lohan el brazalete electrónico que luce en el brazo– pueden proceder, aunque ni así. Empiezan a oír unos enigmáticos sonidos y al final una tenebrosa presencia acabará zarandeándolos por los aires. Charlie Sheen desaparece y Lohan es culpada de su muerte, aunque unos rótulos nos advierten de que en el juicio ha sido encontrada culpable más por costumbre que otra cosa.

Scary MoVie –donde la uve mayúscula es un cinco en números latinos, se entiende–, que se estrena esta semana en cines españoles, es la quinta entrega de la exitosa franquicia que empezó en 2000 con el título homónimo, una parodia de algunas de las cintas más emblemáticas del boom del terror adolescente de finales de los noventa –en particular de Scream y de Sé lo que hicisteis el último verano– que incorporó guiños a otros títulos taquilleros como El sexto sentido o El proyecto de la bruja de Blair

En la quinta versión de sí misma, sin embargo, poco queda ya de la primera Scary Movie a excepción del nombre y de su adscripción al género spoof. Después de que los hermanos Wayans abandonaran la franquicia –Keenen Ivory Wayans dirigió las dos primeras entregas y sus hermanos las escribieron–, el cineasta David Zucker se hizo con las riendas de la saga, dirigiendo su tercera y cuarta parte y redefiniendo el estilo de las scary movies, que de parodiar exclusivamente taquillazos de terror empezaron a incorporar otros referentes cinematográficos –en realidad, a parodiar a casi cualquier blockbuster en los géneros adyacentes, como el thriller o el detectivesco y policial– y a reírse también de programas de televisión, de celebridades y de sucesos sonados en la prensa social de Hollywood.

Es lo que encontramos en Scary MoVie, en donde las parodias de Paranormal Activity, Mama o Posesión Infernal se mezclan ahora con otras de Cisne negro, El Origen del planeta de los simios, Origen y hasta de un reality show televisivo, Jersey Shore, y de un libro, Cincuenta sombras de Grey. La cinta, así, abunda en el rumbo marcado por Zucker cuando se hizo con las riendas de la saga, abandonándose más que en cualquier otra ocasión anterior a la concatenación desacomplejada de chistes y gags y desplegando parodias ya casi de todo lo parodiable, desde la persona real –Lohan y Sheen– al personaje –los de Leonardo DiCaprio y Marion Cotillard en Origen, por ejemplo– pasando por estereotipos sociales, con negros tan negros como permite el chiste –e incluso un poquito más–, científicos blancos solo un poco menos tontos que los simios a los que estudian y una divertida chacha doméstica mexicana obsesionada con la religión.

Esta ampliación de la parcela humorística que consagra Scary MoVie, por supuesto, tuvo más que ver en su día con la escasez de materia prima paródica que con convicciones estilísticas. En la década que ha transcurrido ya desde su incorporación a la saga Zucker no ha conseguido corresponder al entusiasmo inicial que despertó entre los aficionados al género y, para colmo de males, tampoco la taquilla le ha acabado de dar nunca la razón. El director y guionista no ha superado en ninguna ocasión los 280 millones de dólares recaudados por los Wayans en la cinta fundacional –Zucker solo se aproximó con 220 millones en su primer intento, Scary Movie 3– y sus cintas han ganado en absurdo, pero también en aquello que más se le reprocha desde la crítica: el humor grueso –principalmente racial y sexual, aunque hay para todos– y la crudeza en el gag visual, con golpes, puñetazos y coscorrones cada vez más brutos que no buscan tanto la hilaridad como el shock. Las suyas son, en resumen, películas cada vez más gamberras y menos humorísticas, y hay quien entona al respecto un sentido quién te ha visto y quién te ve. Zucker, ahí es nada, es la primera zeta del trío ZAZ –David Zucker, Jim Abrahms y Jerry Zucker–, unos históricos de las spoof movies responsables de títulos como Made in Usa –titulada originalmente The Kentucky Fried Movie, 1977–, Aterriza como puedas –1980– y Top Secret! –1984–.

Scary MoVie

Director: Malcolm D. Lee

Reparto:  Ashley Tisdale, Simon Rex, Lindsay Lohan, Charlie Sheen, Erica Ash, Katt Williams, Darrell Hammond.

Nacionalidad: Estados Unidos

Género: Comedia

Duración: 85 minutos

Se interpretan a sí mismos, como es tradición en el cameo con el que arrancan las scary movies. Tanto así que al ir a grabar una cinta pornográfica amateur las pulseras del arresto domiciliario entrechocan y les dan calambre. Solo después de quitárselas –Charlie Sheen la que lleva en el tobillo, Lindsay Lohan el brazalete electrónico que luce en el brazo– pueden proceder, aunque ni así. Empiezan a oír unos enigmáticos sonidos y al final una tenebrosa presencia acabará zarandeándolos por los aires. Charlie Sheen desaparece y Lohan es culpada de su muerte, aunque unos rótulos nos advierten de que en el juicio ha sido encontrada culpable más por costumbre que otra cosa.