“Siempre ha habido mucha música en catalán, buena y mala como en todas partes”

El disco que más vende en España en estos momentos suena en catalán. El último álbum de Manel, Atletes, baixin de l'escenari (Discmedi/Warner), se encuentra el primero de la lista oficial de ventas en España, con más de 10.000 copias vendidas en su primera semana en el mercado, por delante de superventas como Pablo Alborán y de los últimos trabajos de artistas míticos como Bruce Springsteen, Depeche Mode o David Bowie. Es la segunda vez que escalan hasta la primera  posición: con estas cifras, Manel iguala las ventas de la primera semana de su anterior disco, 10 milles per veure una bona armadura (2011), algo que no pasaba con un álbum en catalán desde el D'un temps d'un país, de Joan Manuel Serrat en 1996.

Los miembros del grupo no se toman muy en serio los números, pero Manel se ha convertido en la primera banda de pop en catalán que llega dos veces consecutivas al primer puesto de las listas de ventas españolas, según los datos de Promusicae recogidos por la discográfica Warner-Discmedi. De hecho, no estaban muy al corriente del asunto, al menos el guitarrista de la banda, Roger Padilla. Asegura a El Confidencial que les ha pillado por sorpresa de igual forma que con el otro disco. No sabe muy bien qué decir al respecto. Esboza un “hace ilusión” seguido de “es raro”, y terminando con “nunca nos habíamos planteado cifras”.  

Su primer álbum Els millors professors europeus apareció en 2008, en medio de un contexto económico en el que no aspiraban a vender nada. “Lo que nos interesaba era hacer nuestro disco, que fuera bonito y digno, y de lo demás ni idea”, comenta el guitarrista. Dieron el pelotazo con su segundo trabajo, 10 milles per veure una bona armadura (2011), aunque según explican en aquellos días la mayor parte de los discos se vendieron en Cataluña, y es probable que con Atletes, baixin de l'escenari haya sucedido lo mismo.

Menos ordenador y más base

“Antes pasábamos más tiempo al ordenador, y esta vez son canciones muy trabajadas desde el local de ensayo”. En su tercer álbum, Manel se despoja de arreglos de vientos y cuerdas, así como del ukelele, que daba a su música el aire folkie que les caracterizó en su primer disco. Ahora se limitan a “lo que sabemos tocar nosotros”, que es la batería (Arnau Vallvé), el bajo (Martí Maymó) y la guitarra (Padilla y Guillem Gisbert), además del teclado en algunas canciones.

Con Manel todo es más sencillo de lo que parece: puede decepcionar, pero no hay nada escondido detrás de sus letras. Hacen lo que les sale y dejan las interpretaciones “a los demás”, precisa Padilla, empezando por el nombre del álbum. En el último momento, cuando no sabían muy bien qué escoger “porque no es un disco conceptual ni temático”, terminaron eligiendo una frase solo porque les resultó “graciosa”, además de conocida. Aquel “Atletas, bajen del escenario” que pronunció Constantino Romero en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, exhortando a los múltiples deportistas que habían subido de forma espontánea a festejar el momento a que abandonaran el escenario.

El punto cómico del título del álbum no guarda relación con las canciones, temas relacionados con el amor “desde puntos de vista diferentes” y con el acostumbrado aire melancólico que acompaña a las letras de Gisbert, la voz principal del grupo. La canción que más se sale de la tónica general -sin alejarse del todo- es el “homenaje” a Yoko Ono que hacen en el primer tema Ai Yoko: “Queríamos mirar a este personaje injustamente demonizado desde otro punto de vista”, apunta el guitarrista de Manel.

Ai Yoko consiste realmente en una reivindicación del amor como el que que invocaban John Lennon y su compañera. No se trata de un tema protesta ni tiene una vinculación política. Manel habla sobre el amor –y sobre el amor propio en Un directiu em va acomiadar- “sin justificarlo mucho o nada”, dice Padilla. De alguna manera es el tema más común en el pop. “Cuando empezamos no nos vetamos nada”, añade, simplemente consideran que hacer canción protesta les resulta más difícil porque “emocionar con temas duros es complicado”.

Siempre hubo música en catalán

Buscando en la lista de discos más vendidos que preside Manel, destaca también el puesto número 27. Lax’n Busto es una banda de rock de El Vendrell (Tarragona) formada en 1986, que también canta en catalán, y en cuyo haber cuentan con 15 álbumes publicados. Su último trabajo, Tot és més senzill (Satelitek), salió a la venta unos días antes que el de Manel. No han entrado pisando tan fuerte como los barceloneses, pero en su segunda semana en el mercado tuvieron un empuje que les hizo subir del puesto 65 de la lista de Promusicae hasta el 27, convirtiéndoles en el disco que más ha incrementado sus ventas en esa semana (del 15 al 21 de abril).

La presencia de estos dos grupos en las listas de ventas de toda España da lugar a pensar en un cierto auge de la música en la lengua catalana. Sin embargo, para Manel no es ninguna novedad. Su guitarrista apunta que para ellos siempre se ha hecho mucha música en catalán, “buena y mala, como en todas partes”, aunque “probablemente ahora se hable más de ello”.

 

La gira de presentación Atletes, baixin de l'escenari empezará el próximo 23 de mayo en el festival Primavera Sound y continuará en Oporto (Portugal). Aparte de la cita lusa, el resto de la gira se circunscribe al territorio catalanoparlante, y seguirá por Lloseta (Mallorca), Reus (Tarragona), Vic (Barcelona), el Festival Pròxims de Barcelona y Vilanova i la Geltrú (Barcelona). Son los lugares donde “por lógica”, dice Padilla, reúnen más seguidores. Aun así, menciona que también se sienten muy cómodos en el resto de España. Aunque se trate de un público menos acostumbrado a escuchar catalán. “Me gustaría saber cómo sonamos para alguien que no lo habla”, apunta el guitarrista. Se siente satisfecho con la afluencia de gente que acude a sus conciertos. Destaca en especial el “casi lleno” que tuvieron en su primera actuación en Madrid.

Más festivales y menos ciudades

Los chicos de Manel tienen pocas probabilidades de sentirse decepcionados, porque sus expectativas son modestas. Surgieron en una situación económica complicada, “por eso nunca hemos notado tanto el bajón de la industria”, aunque la crisis sí ha repercutido en ellos en la “desaparición” de los conciertos promovidos por los ayuntamientos.

Por eso en esta gira abundan los festivales por encima del resto de escenarios. Además, es la primera vez que afrontan una tournée desde la subida del IVA cultural. Padilla no se atreve a pronosticar si acudirá menos gente este año a los conciertos, aunque asegura que en su entorno y en pocos meses ya lo han notado: “Tengo amigos en todos los sectores y todo está muy mal porque no se hacen ni películas, ni teatro, ni nada. Está demostradísimo que la subida del IVA no funciona y espero que den marcha atrás”, concluye.