Es noticia
Iron Man, el héroe que vino para quedarse
  1. Cultura
LA ÚLTIMA ENTREGA DE LA FRANQUICIA ABUNDA EN EL CARISMA DEL PERSONAJE

Iron Man, el héroe que vino para quedarse

A la tercera, pero Tony Stark se ha hecho por fin la gran pregunta: ¿el hábito –su hábito– hace al monje? Su nuevo archienemigo, el Mandarín,

Foto: Iron Man, el héroe que vino para quedarse
Iron Man, el héroe que vino para quedarse

A la tercera, pero Tony Stark se ha hecho por fin la gran pregunta: ¿el hábito –su hábito– hace al monje? Su nuevo archienemigo, el Mandarín, cree tener la respuesta: sí. Y por eso está empeñado en destruir al ingenioso y fanfarrón empresario de día y salvador del mundo de noche al que da vida Robert Downey Jr. empezando, en esta ocasión, la casa por los cimientos. Y los cimientos, cuando se trata de Iron Man, son su traje, su vida y Pepper, a la que interpreta Gwyneth Paltrow. Después de ver su vida personal destruida, Stark tendrá que emprender una huida hacia adelante en la que le serán recordadas todas sus debilidades humanas –entre ellas la sed de venganza, así de imperfecto es este héroe– para dar con sus enemigos, a quienes dan vida ahora Ben Kingsley y Guy Pierce. Por el camino, como no podría ser de otro modo tratándose de este hombre tan chulo como biónico, mucho chiste, ingenio al borde mismo de la muerte, mucha rasante espectacular y, sobre todo, mucho Robert Downey Jr.

Iron Man ha cambiado en su tercera versión. Poco, pero lo ha hecho. Ahora se encuentra más entre los problemas clásicos de Batman –si alguien se atormentó por su condición heroica, ése fue él– y la intriga política característica de la franquicia de X-Men que en sus dos antecedentes de 2008 y 2010. De hecho el filme lo dirige ahora alguien distinto, Shane Black –responsable de Kiss Kiss Bang Bang, de 2005–, y el hasta hoy ventrílocuo de Stark, Jon Favreau, ejerce en esta ocasión de productor ejecutivo junto a  Kevin Feige y el propio Downey Jr

El cambio se nota y para bien, quizá porque la franquicia recupera con él algunos de los fetiches clásicos del universo Marvel –el héroe chulesco, el villano desquiciado, el virus letal–, quizá porque a la vez trasciende de un plumazo todas las pamplinas habituales en los superhéroes clásicos. ¿Quién soy realmente? ¿Soy mejor que aquellos a quien ajusticio? ¿Tengo derecho acaso a interceder? Son preguntas que Stark, cada día más indisolublemente unido al propio carisma de Robert Downey Jr., no se plantea siquiera remotamente, a punto como está de empezar a pedir que le den las gracias por salvar una y otra vez el mundo. No tiene complejos y su director, tampoco. Por eso la espectacularidad en la realización, con el rescate de aviones en pleno vuelo –hasta hoy algo que solo hacía Superman– y furiosas batallas con decenas de hombres de hierro, alcanza en Iron Man 3 cotas de verdadera épica. 

Por eso, claro, y porque ahora hay más dinero. Disney, se nota, le ha puesto mimo a este Iron Man desde su misma concepción –más que al segundo, desde luego– y tiene buenas razones para hacerlo. La misión de Tony Stark en esta tercera versión de sí mismo –la cuarta si contamos a Los Vengadores de 2012, un spin-off de varias películas de Marvel en la que Iron Man compartía su trascendente misión con  Thor, el Increíble Hulk y el Capitán América, entre otros–, no acababa ni mucho menos con salvar al mundo.

Tras el fructuoso encuentro estos Vengadores el año pasado, que en su primer estreno en los cines de Estados Unidos recaudaron más de 200 millones de dólares y batieron el récord de Harry Potter, la factoría Disney se lanza con Iron Man 3 a la segunda fase de la explotación del denominado Universo Marvel –cuyos derechos adquirió junto a la productora en 2009–, que empieza con esta película retomando la trama donde la dejó Los Vengadores y continuará en los próximos años con Thor: The Dark World –cuyo primer tráiler se publicó este jueves, aprovechando el tirón de Iron Man–, una entrega más del Capitán América en 2014, la adaptación cinematográfica ese mismo año de Los guardianes de la Galaxia y el lanzamiento en 2015 de la segunda entrega de Los Vengadores


Iron Man 3

Director: Shane Black

Reparto: Robert Downey Jr., Gwyneth Paltrow, Don Cheadle, Guy Pearce, Ben Kingsley, Rebecca Hall

Género: Fantasía

País: Estados Unidos

Duración: 130 minutos

A la tercera, pero Tony Stark se ha hecho por fin la gran pregunta: ¿el hábito –su hábito– hace al monje? Su nuevo archienemigo, el Mandarín, cree tener la respuesta: sí. Y por eso está empeñado en destruir al ingenioso y fanfarrón empresario de día y salvador del mundo de noche al que da vida Robert Downey Jr. empezando, en esta ocasión, la casa por los cimientos. Y los cimientos, cuando se trata de Iron Man, son su traje, su vida y Pepper, a la que interpreta Gwyneth Paltrow. Después de ver su vida personal destruida, Stark tendrá que emprender una huida hacia adelante en la que le serán recordadas todas sus debilidades humanas –entre ellas la sed de venganza, así de imperfecto es este héroe– para dar con sus enemigos, a quienes dan vida ahora Ben Kingsley y Guy Pierce. Por el camino, como no podría ser de otro modo tratándose de este hombre tan chulo como biónico, mucho chiste, ingenio al borde mismo de la muerte, mucha rasante espectacular y, sobre todo, mucho Robert Downey Jr.