Wert se pone a disposición del jefe de los distribuidores para salvarle de la quiebra

Mucha actividad este jueves en la trastienda del Ministerio de Cultura. La directora general del Instituto de Cine y las Artes Audiovisuales, Susana de la Sierra, anunció a última hora de la tarde que desde el ICAA están "dispuestos a estudiar en qué medida" se pueden "implicar más" con Alta Films, la primera distribuidora española de cine de autor, que González Macho amenazó con cerrar en menos de dos meses si no consigue financiación.

"Trataremos de ayudar en lo posible", señaló De la Sierra a la agencia Efe sin aportar más concreción y advirtiendo al también presidente de la Academia de Cine de que "poco se puede hacer desde las instituciones públicas" para remediar la situación de su distribuidora, cuyo cierre, dijo, sería una noticia "tremendamente negativa".

De este modo, Cultura recoge el guante lanzado por la mañana por González Macho, que apareció por sorpresa en el diario El País anunciando que Alta Films –junto a su exhibidora, los cines Renoir, y su distribuidora, Alta Classics– reducirá drásticamente su volumen si no consiguen antes financiación, culpando de la situación al bajón en taquilla y la ruina del mercado del DVD, pero también a las políticas institucionales. Entre otras, citó la subida del IVA y la reducción en las ayudas al cine por parte de Radio Televisión Española.

De la Sierra, sin embargo, afirma que la de Alta Films es una "situación empresarial concreta fruto de muchos factores" y pone de relieve que en los últimos años ha habido una tremenda caída en el número de espectadores en las salas, a lo que se ha unido el hecho de que la gente "sigue viendo cine, pero no siempre paga por ello". Aun así, y según las cifras de 2012, Alta Films es la novena distribuidora por volumen de negocio en España y una de las dos únicas españolas entre las diez primeras del sector.

Una demanda que viene de lejos

González Macho ya arremetió en febrero, durante su discurso en la gala de los Premios Goya, contra la política de financiación del cine de TVE, que por ley reserva el 6% de sus beneficios para su reinversión cinematográfica.

“Estamos preocupados por el deterioro progresivo que está sufriendo" la Corporación, aseguró. "España se merece una televisión pública con los recursos necesarios para, además de ser competitiva, cumplir su esencial función social”. Durante muchos años, "la colaboración entre Televisión Española y la industria cinematográfica ha sido, cuando menos, muy beneficiosa para ambas partes y es esencial que esto siga siendo así”, demandó.

Si en 2010 la industria audiovisual española recibió de RTVE 72 millones –cuando manejaba un presupuesto de 1.200–, los recortes en la financiación de la Corporación la han dejado en 2013 con un montante de entre 800 y 850 millones, lo que reserva a la industria adyacente a la que RTVE financia por ley a entre 45 y 50 millones de euros.

"Si Enrique ha salido a la palestra, será porque no ha tenido otro remedio", aseguraba este jueves a El Confidencial Adolfo Blanco, presidente de A contracorriente films, la gran competidora española de Alta Films en el plano de la distribución. Blanco suscribe una por una las afirmaciones de González Macho, empezando por la de que cierra por la falta apoyo financiero desde el ámbito público. "El cierre de Alta Films, si llega a producirse, tiene un nombre: Radio Televisión Española", sentencia.

La situación del sector es tan calamitosa, asegura Blanco, que sólo un cambio radical en las políticas de apoyo a la cultura conseguirá salvar a la distribución española del desastre. "O hacen algo o vamos a perder un mercado para siempre y toda una generación para el cine", explica. "Es hora de que los poderes públicos se planteen definitivamente si quieren que en España se vea cine bueno. Y cuando digo los poderes públicos digo, lógicamente, Televisión Española".