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Una muestra en Barcelona recorre el laberinto como símbolo cultural
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Una muestra en Barcelona recorre el laberinto como símbolo cultural

El Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) recorre el concepto y la representación del laberinto a lo largo de la historia, en una exposición que

Foto: Una muestra en Barcelona recorre el laberinto como símbolo cultural
Una muestra en Barcelona recorre el laberinto como símbolo cultural

El Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) recorre el concepto y la representación del laberinto a lo largo de la historia, en una exposición que reflexiona sobre la vigencia de este elemento y sus usos más actuales.

El director del CCCB, Josep Ramoneda, ha recordado que "el laberinto como construcción y símbolo está presente en muchas tradiciones culturales de la humanidad".

Umberto Eco comenta, en el prólogo del catálogo de la exposición, que la historia milenaria de esta construcción revela la fascinación que siempre ha despertado en el hombre porque, de algún modo, le habla de la condición humana: "Existen infinitas situaciones en las que es fácil entrar, pero de las que es difícil salir", apunta.

La exposición, que se exhibirá hasta el 9 de enero, cuenta con guión del especialista Ramón Espelt y comisariado y diseño del arquitecto Oscar Tusquets, además del asesoramiento científico de Jorge Wagensberg.

Unicursales y multicursales

El recorrido, dividido entre laberintos unicursales -los que tienen un único camino de entrada y salida- y los de recorrido múltiple o multicursales, se inicia con un preámbulo en el patio interior del CCCB, donde desde el aire se dibuja en el suelo y en las paredes un laberinto móvil, según las horas del día.

Tusquets ha explicado que la muestra se inicia con los laberintos unicursales, entre ellos los conceptuales, los grafiados en la piedra o sobre el papel, que podemos recorrer con el ojo o con un dedo, y los físicos que se pueden atravesar andando.

En este apartado, se pueden contemplar grabados sobre piedra, el laberinto cretense representado en monedas y cerámica griega, mosaicos romanos, laberintos de catedrales góticas, laberintos como memoriales, así como facsímiles de manuscritos medievales y varios libros del siglo XVI al XIX que contienen la representación del laberinto.

Se presentan asimismo obras de artistas contemporáneos como Robert Morris o Richard Long, que tienen los laberintos históricos como fuente de inspiración y que llevan la representación del laberinto unicursal hasta nuestros días. Este espacio desemboca en una sala destinada al minotauro y a la relación del laberinto con la danza.

El Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) recorre el concepto y la representación del laberinto a lo largo de la historia, en una exposición que reflexiona sobre la vigencia de este elemento y sus usos más actuales.

El director del CCCB, Josep Ramoneda, ha recordado que "el laberinto como construcción y símbolo está presente en muchas tradiciones culturales de la humanidad".

Umberto Eco comenta, en el prólogo del catálogo de la exposición, que la historia milenaria de esta construcción revela la fascinación que siempre ha despertado en el hombre porque, de algún modo, le habla de la condición humana: "Existen infinitas situaciones en las que es fácil entrar, pero de las que es difícil salir", apunta.

La exposición, que se exhibirá hasta el 9 de enero, cuenta con guión del especialista Ramón Espelt y comisariado y diseño del arquitecto Oscar Tusquets, además del asesoramiento científico de Jorge Wagensberg.