José Onieva 'repuebla' el Jardín Botánico de Madrid
Arboles y flores en el Jardín Botánico. Es lo lógico. Pero cuando éstos son de acero, la cosa cambia. Más si su oscilación con el impulso de una ráfaga
Arboles y flores en el Jardín Botánico. Es lo lógico. Pero cuando éstos son de acero, la cosa cambia. Más si su oscilación con el impulso de una ráfaga de viento los convierte en delicados juegos de equilibrio. Ese es el trabajo de José Onieva que desde hoy se puede ver en Madrid.
Arboles y flores en el Jardín Botánico. Es lo lógico. Pero cuando éstos son de acero, la cosa cambia. Más si su oscilación con el impulso de una ráfaga de viento los convierte en delicados juegos de equilibrio. Ese es el trabajo de José Onieva que desde hoy se puede ver en Madrid.