Muere J.D. Salinger, huidizo autor de 'El guardián entre el centeno'

El escritor más huidizo del siglo XX, el neoyorquino J.D. Salinger, ha muerto por causas naturales a los 91 años. La noticia ha sido confirmada este jueves por Phyllis Westberg, su agente literario.

Su obra El Guardián entre el centeno, publicada por primera vez en 1951, es una referencia imprescindible en la literatura y aunque muchos la consideraron al principio una obra iniciática enmarcada en el ámbito de la literatura juvenil, su trascendencia superó con creces los límites que le quisieron imponer. Su construcción del personaje del rebelde protagonista Holden Caulfield es una referencia para cuantos quieren dedicarse a la literatura y ha marcado la vida de muchos lectores. 

La nota difundida por su representante explica que "a pesar de que el pasado mayo sufrió una rotura de cadera, su salud había sido excelente hasta que después de Año Nuevo sufrió un empeoramiento repentino". "Salinger", continúa el comunicado, "había remarcado que aunque estaba en este mundo no pertenecía a él. Su familia espera que se encuentre junto a aquellos que admiraba, ya fueran personajes históricos o religiosos, amigos personales o personajes de ficción".

Salinger había nacido en Nueva York en 1919 en el seno de una familia formada por una familia de comerciantes de origen judío (su madre, nacida en Irlanda, adoptó la religión de su marido cuando se casaron). Su carrera literaria comenzó en la década de los 40, cuando comenzó a publicar relatos cortos en diversas revistas de su ciudad natal como Esquire o The New Yorker, aunque la Segunda Guerra Mundial le obligó a combatir en el frente. El escritor participó en el desembarco de Normandía.

De Salinger se ha sabido poco desde 1965, cuando publicó Hapworth 16, 1924 en las páginas de The New Yorker. Desapegado de la fama, el novelista nunca fomentó el ego hacia su persona y de hecho vivió las últimas décadas de su vida recluido en su casa de New Hampshire sin dejarse ver en ningún acto público. Los detalles sobre su vida privada forman parte de un catálogo de excentricidades nunca confirmadas ni desmentidas, habida cuenta la huraña personalidad del autor.