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A vueltas con la colección de la baronesa Thyssen
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A vueltas con la colección de la baronesa Thyssen

Tras unas semanas esperpénticas en las que el mundo de la cultura se va visto salpicado por los líos de familia de Carmen Cervera, ha llegado

Foto: A vueltas con la colección de la baronesa Thyssen
A vueltas con la colección de la baronesa Thyssen

Tras unas semanas esperpénticas en las que el mundo de la cultura se va visto salpicado por los líos de familia de Carmen Cervera, ha llegado el momento de recapacitar. ¿Qué va a pasar con la preciada colección de la baronesa?

 

Falta un año y dos meses para que finalice el periodo de préstamo gratuito de las más de 300 obras de la mencionada colección al Museo Thyssen y parece que al Ministerio de Cultura le ha salido el tiro por la culata. Cervera ha expresado en declaraciones recientes su voluntad de alquilar durante 25 años una colección que valora en una cifra que oscila entre los 600 y 800 millones de euros, algo que muchos expertos ven como “absolutamente desorbitado”.

 

Parece, por tanto, que, a pesar de las negociaciones que había llevado a cabo con el Estado Español desde 2004, la baronesa no tiene intención de vender, por más que tenga “mucha ilusión” en que sus cuadros se exhiban junto a los de su marido. Ella dice que son muchos los que la pretenden: en no pocas ocasiones ha declarado que “varios países” le han hecho ofertas para quedarse con un conjunto de obras que según los especialistas que cita The Art Newspaper: “No es lo que se dice una gran colección, pero si interesante”.

 

¿Pero de qué se compone esta deseada colección? Principalmente de pintura de los siglos XIX y XX. Hay un lote de ocho obras de Paul Gauguin, entre las que se incluye el famoso Mata Múa. También creaciones realistas de finales del XIX, con Courbet, Corot (Paisaje de Limousin), John Constable (La exclusa), Tolouse-Lautrec (Los jockeys) o un paisaje londinense de Claude Monet. Además, pinturas de Renoir, Pissarro, Degas, Morisot, dos paisajes de Paul Signac, cuatro lienzos de Pierre Bonnard y un cuadro juvenil de Van Gogh.

 

Más expresionismo alemán

 

Siguiendo la tónica de la colección permanente -que es propiedad del España desde 1993-, hay mucho expresionismo alemán, con obras de Kirchner, Emil Nolde Erich Heckel o Max Pechstein. También obras cubistas de Gris, Braque y Picasso, así como creaciones de Matisse, que junto a las de Gauguin le vendrían al Museo Thyssen que ni pintadas, ya que solo tienen una obra menor de cada uno.

 

Capítulo aparte merecen las cuatro pequeñas esculturas de mármol de Auguste Rodin, que ya se pueden contemplar en el atrio de la institución madrileña. Otros grandes autores representados en el conjunto son Munch, Ensor, Vlaminck, Morandi, O’Keeffe, Delaunay o Léger. De pintura española posee obras de Zurbarán, Zuloaga o Joaquín Mir.

 

Los destinos que en un principio se prevén para estas obras son varios. El arte español iría al museo Thyssen que se está construyendo en Málaga, mientras que las pinturas de los autores catalanes viajarían hasta San Feliu de Guixols, en Gerona. En el Thyssen de Madrid se quedarían las obras de artistas extranjeros, pero poco se sabe de esos 40 cuadros que iban a ir al Palacio de Goyenese, en el municipio madrileño de Nuevo Baztán.

 

Un revuelo ¿injustificado?

 

Ante todo el revuelo que han causado los tiras y aflojas de la baronesa con su hijo adoptivo Borja –que se quedó fuera del Pacto de Basilea que en 2002 firmaron los cuatro hijos legítimos y la propia Cervera junto con el Barón para crear cinco trust-, tuvo enseguida que ser clara sobre el destino de dos cuadros que éste le reclamaba. Según sus palabras, no hay riesgo de que el Bautismo de Cristo, de Giaquinto, y Una mujer y dos niños junto a una fuente, de Goya, puedan salir de la institución; pero reconoció las dificultades que suma este conflicto en sus negociaciones con el Estado.

 

De momento así están las cosas, pero quedan unos cuantos meses clave para conocer si finalmente se comprará una colección con ganas de enriquecer un museo con tanta capacidad como el Thyssen para abarcar tantos siglos de la Historia del Arte.

Tras unas semanas esperpénticas en las que el mundo de la cultura se va visto salpicado por los líos de familia de Carmen Cervera, ha llegado el momento de recapacitar. ¿Qué va a pasar con la preciada colección de la baronesa?