Alan Moore (Watchmen) y Gorillaz preparan una ópera

Gorrillaz, la banda virtual que creó hace ya casi una década el músico Damon Albarn (Blur; The Good, The Bad And The Queen) en compañía del ilustrador Jamie Hewlett (Tank Girl), sigue generando iniciativas diferentes.

Dos años después de dar a conocer la ópera Monkey: Journey To The West se lanzan a producir una nueva ópera, en esta ocasión de la mano de Alan Moore, toda una leyenda en el mundo del cómic de cuya mente han surgido éxitos como  V de Vendetta o Watchmen. Este último ha sido el único en ganar el prestigioso premio Hugo y el que le elevó a los altares de de noveno arte. Y es que con el paso del tiempo se ha convertido en un icono dentro del mundo de la cultura, tanto por su misantropía e ideario político anárquico, como por su aspecto un tanto marginal: lleva una larga cabellera y barba y sus manos suelen adornarse con un montón de anillos a cual más espectacular.

 

“Los Gorillaz vinieron la semana pasada a Northampton la semana pasada porque están planeando que yo haga el libreto de su próximo proyecto operístico”, explica Moore en una entrevista con la revista Mustard en la que habla de su último proyecto, el magazine Dodgem Logic, en el que espera que también participen Albarn y Hewlett.

Una historia de éxito

Este no es el único proyecto de Gorillaz para el próximo año, ni tampoco la primera ópera en la que se embarcan. En 2007 presentaron Monkey: Journey To The West, que reinterpretaba una antigua leyenda china. Albarn y Hewitt trabajan, además, en el que será su tercer trabajo de estudio, que está previsto para 2010 y en el que contarán con la colaboración, entre otros, de De La Soul.

Gorillaz ha sido un buen invento –y rentable– desde el principio. Aparte de presentar una idea revolucionaria. Se trata de un grupo musical compuesto por varios personajes imaginarios, a uno de los cuales (2D) da voz Albarn mientras que los otros son interpretados por diferentes voces alternativamente, como Miho Hatori (Cibo Matto, Smokey and Miho), Chris Frantz (Talking Heads), Kid Koala (Coldcut) o Ibrahim Ferrer. Tres discos, millones de copias vendidas y una fórmula musical que hunde sus raíces en el hip hop (aunque sea imposible no acordarse de Blur al escucharlos) los han convertido en una de las bandas más peculiares de esta década que está a punto de terminar.