De cuando creamos Woodstock a 40 años después

Woodstock sigue vivo en el escenario, en las películas, en libros y en noticias de televisión y para siempre para alguien que lo visitó en los años 60.

 

Cuarenta años más tarde, el festival, de tres días de duración, que celebraba la paz y el amor en un tiempo de protesta y cólera contra la guerra de Vietnam, la nostalgia de Woodstock está en pleno desarrollo comercial. Un poco irónico considerando que el festival se convirtió en un "concierto libre" al atraer a miles de personas más que las 200.000 con las que los organizadores habían contado y que iban a pagar 18 dólares (unos 12 euros) por entrada.

 

Los supervivientes de algunas de las actuaciones que se produjeron del 15 al 17 de agosto de 1969 se subirán de nuevo al escenario de lo que una vez fue la granja de Yasgur y es ahora el centro artístico Bethel Woods, al norte de Nueva York. Los Héroes de Woodstock, espectáculo que tendrá lugar el 15 de agosto, incluirá a Levon Helm Band, Jefferson Starship, Ten Years After, Canned Heat, Big Brother, Holding Company y Country Joe McDonald.

 

Al mismo tiempo, la película Woodstock se ha remasterizado para celebrar el 40 aniversario con la versión del director, además de los dos CDs de la banda sonora, y Rhino Records ha sacado un paquete de seis discos con todos los conciertos que tuvieron lugar en Woodstock. A finales de este mes, el director Ang Lee presentará Taking Woodstock, una película en la que el protagonista es un hombre que trabaja en el motel de sus padres y que sin querer pone en marcha el concierto.

 

Cumplir un sueño

 

Pero para muchos, la historia de ese verano del amor es The Road to Woodstock, un libro de Michael Lang, uno de los organizadores del festival. "Daba la impresión de que había un campo hermoso, un grupo de gente que se había juntado y unos grupos que estaban en la zona, y que habían construido un escenario y que se habían puesto a tocar", explicó Lang. "¡ Llevó diez meses planearlo!".

 

Él y su compañero habían contado con 200.000 personas, y de hecho buscaron ayuda de los ingenieros del ejército para cuestiones de logística. "Pero debieron enterarse de lo que era. Cancelaron una reunión en el Pentágono el día antes y nos dejaron solos", afirmó Lang. Al estar presente la guerra de Vietnam y el movimiento antibelicista que dividió Estados Unidos, sobre todo por diferencias generacionales, es comprensible que el ejército no quisiera relacionarse con lo que se veía como un festival hippie.

 

Así que Lang y sus compañeros se tuvieron que enfrentar a un espectáculo que incluía a 32 de los grandes del momento. "Woodstock fue como cumplir de un sueño", dijo Lang sobre una cita famosa tanto por el barro y los atascos kilométricos en la autopista de Nueva York, como por la música. Pero no fue frustrante. Disfruto resolviendo problemas. Fue emocionante en el momento, no había ningún anteproyecto y los hicimos sobre la marcha", dijo Lang. "Había muchas similitudes con lo que se lleva hoy en día", dijo. "Era el momento del primer movimiento por la tierra, el movimiento ecologista, que fue muy importante para nuestra generación", añadió.

 

El verano de hace 40 años también destacó porque fue cuando el hombre caminó sobre la Luna por primera vez y Estados Unidos fue sorprendido por el incidente de Chappaquiddick, en el que un coche conducido por el senador Edward Kennedy tuvo un accidente que acabó con la vida de su joven pasajera, además de los asesinatos de Charles Manson. También estaba la cuestión de la guerra. Vietnam entonces, Irak ahora. "Tras ocho años de administración Bush, vi que estábamos en un momento oscuro de nuevo", afirmó Lang. "Y la toma de posesión de Obama fue calificado por el New York Times y otros diarios como un momento Woodstock".

 

Lang, productor musical y promotor, también organizó conciertos en el 25 y el 30 aniversario de Woodstock, con artistas más contemporáneos. Pero es de los músicos de los que más se acuerda; desde Richie Havens, que abrió el festival, hasta Jimi Hendrix, que lo cerró. "Hubo tres sorpresas - Joe Cocker, desconocido entonces; Carlos Santana - sabías que estaba naciendo una estrella. Y Sly Stone. Su energía estaba por encima de cualquier cosa que hubiese visto antes. Me quedé en una esquina del escenario y los vi a todos