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Los Ángeles pasa de la incredulidad a las lágrimas y la indignación
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Los Ángeles pasa de la incredulidad a las lágrimas y la indignación

“Parte de mi vida se ha ido con Michael Jackson”. Sergio García no se lo pensó dos veces ayer cuando se enteró de la muerte de

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Los Ángeles pasa de la incredulidad a las lágrimas y la indignación

“Parte de mi vida se ha ido con Michael Jackson”. Sergio García no se lo pensó dos veces ayer cuando se enteró de la muerte de su ídolo. El joven Mexicano se enfundó su traje y su sombrero negros, calcetines y guante blancos, y se marchó al paseo de la fama de Los Ángeles a rendir tributo “al artista más grande de la historia de la música”.   

 

En pocas horas, las caras de asombro e incredulidad han pasado a estar marcadas por el sueño y las lágrimas. Si ayer por la tarde la música de Jackson servía para tranquilizar los corazones de sus fans, con la llegada de la noche, su llanto fue lo único que rompió el silencio.

“No me lo podía creer”. A Keneedra Hubeard, de 38 años, la muerte de Jackson le pilló de vacaciones en Los Ángeles, visitando a su familia. “Estoy devastada. Es como si hubiera perdido a alguien de mi familia. He crecido con él, mi madre me cantaba sus canciones desde que era una niña”, explicó a El Confidencial visiblemente afectada.

Desde la tarde del jueves, más de 3,000 personas han visitado la estrella que recuerda al ‘rey del pop’ en Hollywood Boulevard, según los datos de la policía. Para evitar aglomeraciones, los agentes han establecido un protocolo que implica un máximo de dos minutos para ‘despedirse’ del artista.

Un pequeño pasillo de vallas separa a los peregrinos del improvisado mausoleo, justo frente al Teatro Chino. Las flores y las velas impiden ver el nombre del músico, pero todos los que allí se congregan sabe que un pedacito del alma de ‘Jacko’ se esconde debajo de todas las muestras de cariño de sus fieles seguidores.

Un pequeño muñeco de plástico con traje y mallas verdes y sobrero puntiagudo luchaba por hacerse un hueco entre los recuerdos. Junto a él una conmovedora nota: “Michael, aquí está Peter Pan para llevarte a Neverland”.

Al pasar por la estrella de Jackson, la joven Kendell Aguilar, se queda en silencio. No hace caso a un agente, que con un altavoz le dice que se mueva, aunque al final accede, a regañadientes. “Quiero estar aquí con él. Era un gran músico y bailarín. Se lo merece”, asegura.

Posible sobredosis de medicamentos 

A medida que se van conociendo detalles del fallecimiento del artista, la indignación crece entre sus fans. Las últimas filtraciones de la investigación apuntan a que la policía de Los Ángeles está buscando al cardiólogo Conrad Murray, de 51 años, que presuntamente estaba con Jackson en el momento en el que el músico sufrió la parada cardiorrespiratoria.

Una llamada desesperada al 911, aireada por la página web TMZ.com, demuestra que el rey del pop sufrió el colapso cuando se encontraba a solas con Murray. En esta dirección apuntan también las declaraciones del abogado de la familia Jackson, Brian Oxman, que, tras conocer la muerte de Jackson, aseguró que podía deberse de una intoxicación por calmantes, a los que el astro del pop era adicto hace años. El departamento del Sheriff ha registrado el coche de Murray, que permanecía aparcado en la mansión de Jackson, en busca de pruebas.

Sin embargo, aún habrá que esperar algunos días, incluso semanas, después de que ayer el portavoz del grupo forense que está llevando a cabo la autopsia de Jackson, Craig Harvey, afirmara que aún desconocen la causa del fallecimiento del músico y que habrá que esperar a los resultados de las pruebas toxicológicas para descubrir que sucedió la mañana del 25 de junio en la mansión del artista en Bel Air.

“Sabemos que estaba tomando medicamentos bajo prescripción médica, pero debemos esperar para esclarecer la causa de la muerte”, explicó Harvey en rueda de prensa. El departamento forense anunció que el cuerpo de ‘moonwalker’ ya está disponible para que la familia se haga cargo de él y disponga el funeral, sin que hasta el momento hayan trascendido no el día ni la hora del mismo

“Parte de mi vida se ha ido con Michael Jackson”. Sergio García no se lo pensó dos veces ayer cuando se enteró de la muerte de su ídolo. El joven Mexicano se enfundó su traje y su sombrero negros, calcetines y guante blancos, y se marchó al paseo de la fama de Los Ángeles a rendir tributo “al artista más grande de la historia de la música”.