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Antonio Vega, una muerte anunciada
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Antonio Vega, una muerte anunciada

Un "chico triste y solitario", como todo mito que se precie, ha dejado joven el mundo de los mortales para convertirse en un mito del olimpo hispano

Foto: Ñete (batería), Antonio Vega (guitarra y voz), Nacho García Vega (guitarra y voz) y Carlos Brooking (bajo), los integrantes de Nacha Pop
Ñete (batería), Antonio Vega (guitarra y voz), Nacho García Vega (guitarra y voz) y Carlos Brooking (bajo), los integrantes de Nacha Pop

Desde hacía varios años, cada vez que Antonio Vega se subía a un escenario, sus fans se estremecían; la imagen del músico madrileño día a día se iba deteriorando, su amigo y también compositor Álvaro Urquijo asegura que "abría la boca y era un canto de ángeles", un ángel que definitivamente caía hoy a los 51 años. Pero Antonio Vega, un "chico triste y solitario", como todo mito que se precie, ha dejado joven el mundo de los mortales para convertirse en un mito del olimpo hispano.

Mañana, poco después de mediodía, el Palacio de Longoria, sede madrileña de la SGAE, se convertirá en templo para que todos sus seguidores y amigos se acerquen a dar un último adiós al autor de piezas también inmortales, como "La chica de ayer" o "Una décima de segundo", que como bien dice uno de ellos, Pau Donés, de Jarabe de Palo, "forman parte de su legado". Será el jueves cuando Antonio Vega, que padecía un cáncer de pulmón y ha muerto esta mañana en el Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda como consecuencia de una neumonía que arrastraba desde el pasado mes de abril, será incinerado en el Cementerio de la Almudena.

Muchos son ahora los que ya le echan de menos, entre ellos su primo Nacho García Vega, con quien en 1978 fundaba uno de los grupos más emblemáticos de la música española, Nacha Pop. "Antonio ha sido una persona única, como única es su contribución a la música", comentaba a Efe, minutos después de conocer la noticia. Tras muchos años de carretera y estudio, Nacho García Vega no dudaba en quedarse con una canción, "Lo que tu y yo sabemos", y "con cualquiera de esas miradas que se cruzan en el escenario".

La vida de Antonio no fue fácil, su coqueteo con las drogas desde muy joven le llevó a un deterioro físico progresivo y a tener una vida muy frágil. Nacho Cano, otro amigo de siempre, reconocía que "sufrir lo que Antonio ha sufrido y escribir de esa manera, tiene mucho mérito, pero era un músico devocional que siempre encontraba la fuerza necesaria para salir al escenario y transmitir sensaciones".

Nacha Pop iniciaba su andadura discográfica en 1980 con un disco homónimo que les llevaba a convertirse en teloneros de los Ramones en un concierto en la madrileña plaza de toros de Vista Alegre. Uno de los responsables de aquel disco, que incluía canciones como "Antes de que salga el sol" o "La chica de ayer", fue Teddy Bautista. Ahora, el presidente del consejo de dirección de la SGAE, reconoce que "lo importante fue descubrir a una persona de extrema sensibilidad", "un compositor extraordinario" con una "vida muy difícil".

Nacha Pop, tras seis discos grabados, "Nacha Pop" (1980), "Buena disposición" (1982); "Más números, otras letras" (1983); "Una décima de segundo" (1984); "Dibujos animados" (1985) y "El momento" (1987), decidieron separarse con un álbum grabado en directo en la sala Jácara con el nombre de "1980-1988" (1988). Servando Carballar, líder de Aviador Dro y responsable de la compañía que editó "Más números, otras letras", ha declarado convencido que "probablemente Antonio Vega es el que mejor que ha sabido interpretar el pop íntimo y romántico de toda la generación de los 80". "Su muerte le convertirá en mito", ha añadido.

Antonio Vega, que volvió a reunirse en 2007 con Nacho García Vega para volver a la carretera como Nacha Pop, tras veinte años de separación, publicó siete álbumes en solitario, títulos como "No me iré mañana", "El sitio de mi recreo" o "Anatomía de una ola", que han cautivado a otras generaciones de músicos más jóvenes como Amaia Montero, ex cantante de La Oreja de Van Gogh, que le considera como "un referente único del pop español".

"Ha sido uno de los grandes, pero si hubiera querido habría sido mucho más", declaraba una muy emocionada Soledad Giménez, ex Presuntos Implicados.

Y otro de los grandes, Miguel Ríos, tras anunciar que se retira de los escenarios, alababa el "talento desmesurado" de Vega y se lamentaba del "enemigo tan grande que llevaba dentro".

Desde la clase política, la Ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, ha lamentado su muerte y le ha calificado como un intérprete "de una sensibilidad enorme" y una persona "fundamental en la renovación de la manera de entender la música y la cultura popular".EFE car/jrr

Desde hacía varios años, cada vez que Antonio Vega se subía a un escenario, sus fans se estremecían; la imagen del músico madrileño día a día se iba deteriorando, su amigo y también compositor Álvaro Urquijo asegura que "abría la boca y era un canto de ángeles", un ángel que definitivamente caía hoy a los 51 años. Pero Antonio Vega, un "chico triste y solitario", como todo mito que se precie, ha dejado joven el mundo de los mortales para convertirse en un mito del olimpo hispano.