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Neil Young galopa de nuevo
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Neil Young galopa de nuevo

La última vez que se le vió por estos lares fue en el pasado Rock in Rio celebrado en Madrid, cuando ofreció toda una lección de profesionalidad a pesar

Foto: Neil Young galopa de nuevo
Neil Young galopa de nuevo

La última vez que se le vió por estos lares fue en el pasado Rock in Rio celebrado en Madrid, cuando ofreció toda una lección de profesionalidad a pesar de la escasa afluencia de público. Malos tiempos para la lírica, aunque ésta siga siendo tan brutal como la que despliega este músico grandioso con más de 40 discos en solitario en su haber.

Fork in the road, su nuevo álbum, es otra prueba de su talento, de una capacidad compositiva tan inagotable como la energía que vierte Young en cada capítulo de su vida. Recordemos el reciente documental de Jonathan Demme sobe el artista canadiense, Heart of gold, que narraba, entre otras cosas, la superación de un complicado aneurisma cerebral que casi acaba con él a través del que pudo ser su último concierto. Recuperado, y ahora obsesionado con la ecología, Young emprendió en 2008 un viaje sorprendente para recorrer Estados Unidos en un Lincoln Continental de 1959 transformado en coche ecológico.

De aquella experiencia surge Fork in the road -expresión que puede traducirse como elección vital- un disco conceptual, garajero, directo y visceral en el que el ícono del folk deja espacio tan solo para dos temas lentos. Respaldado por un base de potencia arrolladora, el canadiense derrocha rock enérgico.      

Para aquel que se inicia en las bondades de Young hay dos discos imprescindibles: Harvest y After the Gold Rush, y para los que presumen de ser grunges, quizá tengan que pararse a pensar lo mucho que su estilo debe al músico. Su obra ha dejado una profunda huella en todo tipo de bandas, como Pearl Jam, REM o Jayhawks. 

La última vez que se le vió por estos lares fue en el pasado Rock in Rio celebrado en Madrid, cuando ofreció toda una lección de profesionalidad a pesar de la escasa afluencia de público. Malos tiempos para la lírica, aunque ésta siga siendo tan brutal como la que despliega este músico grandioso con más de 40 discos en solitario en su haber.