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Orson Welles, el genio que ideó el ataque marciano a la Tierra
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Orson Welles, el genio que ideó el ataque marciano a la Tierra

"¿No hay nadie ahí? ¿No hay nadie ahí? ¿Nadie?" Con esas desoladoras palabras acabó la paranoia radiofónica creada por Orson Welles, a partir de La guerra

Foto: Orson Welles, el genio que ideó el ataque marciano a la Tierra
Orson Welles, el genio que ideó el ataque marciano a la Tierra

"¿No hay nadie ahí? ¿No hay nadie ahí? ¿Nadie?" Con esas desoladoras palabras acabó la paranoia radiofónica creada por Orson Welles, a partir de La guerra de los mundos, la novela de H.G. Wells. Para entonces, pocos seguían escuchando. El miedo estaba en las calles.

Se cumplen 70 años de la célebre pieza de la emisora CBS que logró instaurar la histeria en la sociedad estadounidense: unos sesenta minutos en los que se recrearon la llegada de marcianos a Grover's Mill (Nueva Jersey) y la destrucción de ciudades, incineradas con rayos mortíferos, en su camino hacia la Gran Manzana. Pasó a la historia como "la noche en la que llegaron los marcianos", una tarde de domingo previa a la noche de Halloween que provocó el terror de costa a costa, inundó de llamadas las comisarías de Policía e incluso provocó algún intento de suicidio.

En un contexto en el que en Europa se alzaba la Alemania nazi, lo que ocurrió en EEUU, signo de la importancia de los medios de comunicación de masas, incluso llegó a oídos del Führer, Adolf Hitler: "Es la evidencia de la decadencia y la condición corrupta de la democracia", dijo. La radio, en esa época, era la reina de las ondas. Millones de personas sintonizaron la CBS a las nueve de la noche en Nueva York, pero quienes no escucharon el mensaje inicial, en el que se aclaraba que lo que venía a continuación era la adaptación de la obra de H.G. Wells, vivieron una auténtica pesadilla.

Todo comenzó como un falso noticiario hasta que una interrupción en el programa, con la intervención del profesor Pearson (Welles), de la Universidad de Princeton, sembró el pánico con el anuncio de "explosiones de gas en el planeta Marte". Después llegó la supuesta muerte de 1.500 personas a causa del choque de un meteorito contra la Tierra, en realidad, el cilindro metálico en el que viajaban los marcianos.

 

Ha nacido una estrella

"¿No hay nadie ahí? ¿No hay nadie ahí? ¿Nadie?" Con esas desoladoras palabras acabó la paranoia radiofónica creada por Orson Welles, a partir de La guerra de los mundos, la novela de H.G. Wells. Para entonces, pocos seguían escuchando. El miedo estaba en las calles.

Se cumplen 70 años de la célebre pieza de la emisora CBS que logró instaurar la histeria en la sociedad estadounidense: unos sesenta minutos en los que se recrearon la llegada de marcianos a Grover's Mill (Nueva Jersey) y la destrucción de ciudades, incineradas con rayos mortíferos, en su camino hacia la Gran Manzana. Pasó a la historia como "la noche en la que llegaron los marcianos", una tarde de domingo previa a la noche de Halloween que provocó el terror de costa a costa, inundó de llamadas las comisarías de Policía e incluso provocó algún intento de suicidio.

En un contexto en el que en Europa se alzaba la Alemania nazi, lo que ocurrió en EEUU, signo de la importancia de los medios de comunicación de masas, incluso llegó a oídos del Führer, Adolf Hitler: "Es la evidencia de la decadencia y la condición corrupta de la democracia", dijo. La radio, en esa época, era la reina de las ondas. Millones de personas sintonizaron la CBS a las nueve de la noche en Nueva York, pero quienes no escucharon el mensaje inicial, en el que se aclaraba que lo que venía a continuación era la adaptación de la obra de H.G. Wells, vivieron una auténtica pesadilla.

Todo comenzó como un falso noticiario hasta que una interrupción en el programa, con la intervención del profesor Pearson (Welles), de la Universidad de Princeton, sembró el pánico con el anuncio de "explosiones de gas en el planeta Marte". Después llegó la supuesta muerte de 1.500 personas a causa del choque de un meteorito contra la Tierra, en realidad, el cilindro metálico en el que viajaban los marcianos.