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Los ojos azules se cierran
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FALLECE PAUL NEWMAN A LOS 83 AÑOS DE EDAD

Los ojos azules se cierran

Tras unos profundos ojos azules, un atractivo intachable y un irresistible toque de cinismo inclasificable se escondía uno de los mejores actores norteamericanos, una de las

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Los ojos azules se cierran

Tras unos profundos ojos azules, un atractivo intachable y un irresistible toque de cinismo inclasificable se escondía uno de los mejores actores norteamericanos, una de las últimas leyendas de Hollywood. Ya fuese como incansable luchador solitario en Hombre o La leyenda del Indomable; como el pícaro impasible de la pareja que formó junto a Robert Redford en Dos hombres y un destino o El golpe; o como introvertido personaje en lucha interior, como en El buscavidas y sobre todo en La gata sobre el tejado de Zinc, Paul Newman demostró con su enorme talento estar siempre a la altura de todo lo que se proponía.

Su primer papel importante se lo dio Robert Wise en Marcado por el odio (1956), en la que su bello rostro quedaba marcado por los puñetazos que recibía su personaje, el boxeador Rocky Graziano. Este protagonista al igual que el de El zurdo estaba pensado en un principio para James Dean, pero su desgraciado fallecimiento precipitó la elección de Newman, que curiosamente ya había coincidido con él en una prueba de cámara para Al este del edén.

 

En el año de su boda realizaría uno de los papeles más recordados del actor: La gata sobre el tejado de Zinc, donde su confusión psicológica le convertiría en uno de los atormentados más deliciosamente atractivos. Después llegarían El buscavidas (1961), dando vida a uno de esos perdedores que van derechos a la autodestrucción; y el otro gran papel salido, al igual que La gata, de la pluma de Tennessee Williams y de la dirección de Richard Brooks, Dulce pájaro de juventud, en el que demostraba ser la perfecta encarnación de un gigoló.

Entre sus películas seguro que muchos no pueden olvidar la obstinación de la que hizo gala como protagonista de la película carcelaria La leyenda del indomable (1967); sobre todo por su empeño en ganar la apuesta de tomarse 50 huevos duros. Pero lo que es imposible de desligar a su figura es a su mejor pareja cinematográfica: Robert Redford, que le dio la réplica a la perfección en Dos hombres y un destino y El golpe, magníficas películas que todavía guardan su capacidad de sorprender a las nuevas generaciones.

Como Steve McQueen, pero mucho más dúctil y menos nervioso, Newman encarnaba a la perfección a esos héroes solitarios rendidos al riesgo que tan bien sabían salir de las situaciones, y como él fue un amante de la velocidad: su afición a los coches de carreras le llevó a competir en las 24 horas de Le Mans, donde quedó segundo en 1979 conduciendo un Porsche 935.

El intérprete estadounidense siguió en activo hasta el final de su carrera dejando papeles para el recuerdo como aquel que le brindó su único Oscar no honorífico, El color del dinero, o el de impasible jefe mafioso en Camino a la perdición. Todo ello mientras se dedicaba a sus diferentes proyectos benéficos, que demostraron que su corazón era tan grande como sus dotes delante de la cámara. 

El Newman atento a una de las clases del Actor’s Studio que quedó inmortalizado en una foto inolvidable, el Newman cómplice de Redford, el Newman enamorado hasta el tuétano de la seria de Woodward, el Newman impasible de rostro luminoso… Sus maravillosos ojos azules se cierran para siempre, pero aún en la oscuridad es imposible que no sigan brillando estrellas como él. Descanse en paz. 

Tras unos profundos ojos azules, un atractivo intachable y un irresistible toque de cinismo inclasificable se escondía uno de los mejores actores norteamericanos, una de las últimas leyendas de Hollywood. Ya fuese como incansable luchador solitario en Hombre o La leyenda del Indomable; como el pícaro impasible de la pareja que formó junto a Robert Redford en Dos hombres y un destino o El golpe; o como introvertido personaje en lucha interior, como en El buscavidas y sobre todo en La gata sobre el tejado de Zinc, Paul Newman demostró con su enorme talento estar siempre a la altura de todo lo que se proponía.