Es noticia
El petróleo, el nuevo dueño del arte
  1. Cultura
ABRAMOVICH Y EL JEQUE SAUD AL THANI, ENTRE OTROS

El petróleo, el nuevo dueño del arte

A cada golpe de martillo, el cambio se hace más evidente: el mercado del arte tiene nuevo dueño. El punto más alto de la crisis ha

Foto: El petróleo, el nuevo dueño del arte
El petróleo, el nuevo dueño del arte

A cada golpe de martillo, el cambio se hace más evidente: el mercado del arte tiene nuevo dueño. El punto más alto de la crisis ha coincidido con el máximo histórico del barril de crudo (146 dólares o, lo que es lo mismo, 93 euros) y ahora los trípticos de Francis Bacon vendidos en las subastas más importantes de la capital británica, en vez de en las mansiones europeas, cuelgan en las casas del Golfo Pérsico y Rusia.

Las llamadas anónimas en las salas de Sotheby´s y Christie´s ya no provienen del sector bursátil o financiero. Ahora se realizan desde los móviles de los hombres que trabajan directamente con materias primas. "Varios sectores están viviendo tiempos difíciles debido a la crisis crediticia. Mientras que estos pierden cada día sus puestos de empleo, aquellos que trabajan con el petróleo, ya sea en los mercados financieros o en la propia industria petrolera, experimentan cada hora un auge económico. Es evidente que el arte ha cambiado de manos", destaca Hugo Navarro, analista de Capital Economics.

Según Navarro, es muy probable que la tendencia continúe en los próximos meses. Se espera que el precio del barril permanezca, al menos, en los 100 dólares para el resto del año. "De todas formas –señala el experto-, vale la pena recordar que la producción de petróleo en Oriente Próximo es muy barata, probablemente menos de 20 dólares por barril. Por lo tanto, aunque los precios se redujesen a la mitad, estos países obtendrían un beneficio de 50 dólares por barril. Estamos hablando de que los beneficios en Arabia Saudí son de casi 50 millones de dólares por día. Queda claro que los grandes patrimonios particulares seguirán creciendo".

Las multimillonarias compras de Abramovich

El magnate ruso Roman Abramovich es uno de los últimos que se ha incorporado a la pasión por la pintura. El propietario del Chelsea y el 16º hombre más rico del mundo según Forbes, pagó en mayo 55 millones de euros por un tríptico de Bacon y desembolsó 21,5 millones de euros por el cuadro Benefits Supervisor Sleeping de Lucien Freud en Nueva York. La cifra estableció un récord mundial para una puja en una subasta por la obra de un artista vivo.

El jeque Saud al Thani, de la familia real de Qatar, que ultima los preparativos para la apertura en noviembre del museo de arte islámico en Doha, es otro de los coleccionistas más codiciados. Según Paul Wynter, de Londonart, el valor del petrodólar no ha cambiado sólo el perfil de los compradores, sino que también ha potenciado a los artistas y obras del arte árabe. Ahora no sólo se conforman con colecciones privadas sino que aspiran a abrir galerías para potenciar su cultura. Las páginas de Corán, las cerámicas o las joyas han multiplicado por 20 su valor. Como ejemplo, vale destacar la puja de la llave de la Cava, el santuario situado en La Meca. La pieza se vendió hace dos meses por 11,5 millones de euros, 18 veces más de lo que la casa de subastas Sotheby´s había estimado.

"En Oriente Próximo, los millonarios cada vez están más interesado en el arte local y sus artistas ya pasan las fronteras. El sirio Emily Jacir, por ejemplo, se consagró el año pasado con el premio principal de la Bienal de Venecia", matiza Wynter. "Esta tendencia puede durar mucho tiempo, ¿cuándo explotará la burbuja?, nadie lo sabe", añade.

Lo que está claro es que la palabra crisis no existe. Según Pilar Ordovaz, responsable de Arte de la posguerra y contemporáneo de Christie´s, somos testigos de un "verdadero mercado global. La base de clientes internacional es la más amplia y profunda de la historia", asegura. En lo que ha supuesto la semana más importante para el arte en Europa, la casa de subastas a la que representa ha recaudado 136 millones de euros.

Cada vez hay más competencia y precios más caros

"Tradicionalmente, el arte siempre se ha considerado una inversión segura y estable a largo plazo con la ventaja de que puede ser vivido y disfrutado. Sin embargo, nosotros nunca animamos a la gente a comprar arte como una inversión. Consideramos que tiene que ser más una pasión", afirma.

Respetando la petición de anonimato que le solicitan los compradores que ha desarrollado esta nueva pasión por piezas de cifras astronómicas, la experta se limita a especificar que el "perfil es cada vez más internacional". "Es cierto que los nuevos coleccionistas de Rusia y el Golfo Pérsico han activado nuestras ventas –recalca-, pero estos clientes representan una pieza de un rompecabezas mucho más complejo que se ha visto enriquecido en los últimos años".

Para Ordovaz, a pesar del boom de estos países, los compradores de América, Europa y Asia siguen siendo la principal fuerza motora del mercado internacional. "Digamos que ahora hay más competencia y eso ha influido mucho en los precios finales", aclara. Según el índice de Art Market Report, el arte contemporáneo se ha revalorizado en los últimos tres años un 300%. Ya apenas extraña que se paguen 16,2 millones de euros por una escultura de Jeff Koons, 55,4 por un Tríptico de Bacon o 100 por un lienzo de Monet.

A cada golpe de martillo, el cambio se hace más evidente: el mercado del arte tiene nuevo dueño. El punto más alto de la crisis ha coincidido con el máximo histórico del barril de crudo (146 dólares o, lo que es lo mismo, 93 euros) y ahora los trípticos de Francis Bacon vendidos en las subastas más importantes de la capital británica, en vez de en las mansiones europeas, cuelgan en las casas del Golfo Pérsico y Rusia.

Petróleo