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Marías: "Querer que se diga 'miembra' es tan absurdo como 'víctimo'"
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Marías: "Querer que se diga 'miembra' es tan absurdo como 'víctimo'"

Javier Marías no escribirá "nunca" sus memorias o su autobiografía, porque cree que "la vida del escritor, salvo excepciones, no es particularmente apasionante", razón por la

Foto: Marías: "Querer que se diga 'miembra' es tan absurdo como 'víctimo'"
Marías: "Querer que se diga 'miembra' es tan absurdo como 'víctimo'"

Javier Marías no escribirá "nunca" sus memorias o su autobiografía, porque cree que "la vida del escritor, salvo excepciones, no es particularmente apasionante", razón por la que cobra especial interés el libro Aquella mitad de mi tiempo, que reúne sus artículos más personales de los últimos 21 años. Al autor de Corazón tan blanco no le gusta demasiado el género biográfico y no cree que "a nadie se le ocurra escribir una biografía" sobre él, porque ese tipo de libros se deben hacer sobre "gente verdaderamente importante como David Beckham o Maradona", bromeaba.

"Este libro puede producir el efecto de una autobiografía pudorosa, involuntaria y llena de reservas. En él se ve mucho cómo soy como persona", aseguraba hoy Marías al presentar el volumen que acaba de publicar Galaxia Guntenberg-Círculo de Lectores y que, además de sus artículos, contiene también una larga entrevista, inédita en castellano, que el escritor concedió a The Paris Review.

La familia, sus años de infancia, sus amigos, los inicios como novelista, los escritores que más le han influido y las personas desaparecidas, a las que él sigue teniendo "muy presentes", desfilan por las páginas de esta obra en la que, sin embargo, el lector no hallará nada de la vida sentimental de Marías, que en eso del amor fue "tan precoz" como en la literatura. "Mi vida amorosa ha sido bastante variada; he solido estar enamorado casi siempre, pero, por pudor, no hablo nunca de ello", señalaba el novelista, que, consciente de que todo lo personal es "un material sensible que se presta al sentimentalismo y a la cursilería. Yo, de la cursilería, huyo como de la peste", subrayó Marías, quien considera "un recurso de mala ley" tratar de emocionar al lector "con frases nostálgicas y sentimentales"

Sobriedad y contención hay, por ejemplo, en el artículo que da título al libro, "Aquella mitad de mi tiempo", y que Marías escribió en 2004 cuando se dio cuenta de que hacía 26 años que su madre había muerto y de que él tenía ya el doble. Es decir, llevaba ya "tanto tiempo sin ella en el mundo como con ella", y eso le produjo "una enorme extrañeza", sobre todo porque "la cuenta del tiempo sin coincidencia" no ha hecho más que aumentar desde entonces.

Homenaje a la generación de su padre

Este nuevo libro de Marías, que lleva un prólogo de su hermano Miguel y en el que los artículos han sido "rastreados" y reunidos por Inés Blanca, constituye también "un homenaje a la gente de una generación que se está terminando y que ha sido particularmente extraordinaria". El escritor reivindica la necesidad de mantener presentes a las personas desaparecidas". Él las tiene siempre "muy presentes" y las lleva "incorporadas". "Son parte de mi vida", aseguraba hoy.

Ya de adulto, Marías se dio cuenta de que muchos de los ancianos que habían desfilado por su vida habían sido "republicanos" y pertenecían por tanto a "los perdedores de la guerra". "Su vida no fue fácil, pero lejos de estar amargados, eran gente risueña y de enorme ánimo". Su padre, el filósofo Julián Marías, figura entre esos republicanos que fueron "represaliados" en la dictadura. Al terminar la guerra "fue denunciado por su mejor amigo"https://www.elconfidencial.com/cultura/2007-09-22/de-marias-para-sus-fans_739277/>Tu rostro mañana), "pasó un tiempo en la cárcel y pudo ser fusilado".

Querer que se diga "miembra" es tan absurdo como "colego" o "víctimo"

Cada cual puede hablar como quiera, pero que una mujer pretenda que se diga 'miembra' "es tan absurdo como si los hombres empiezan a pedir ahora que se diga 'víctimo' o 'colego'. Eso sería una estupidez", ha asegurado Marías, al ser preguntado por la polémica que ha suscitado estos días la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, tras utilizar la palabra "miembra" en una comparecencia parlamentaria y opinar que este término quizá sea admitido en un futuro en el DRAE. Marías defendió la libertad de cada uno para "decir lo que quiera, pero lo que no debe hacerse es imponer nada a nadie ni pretender que el Diccionario de la Lengua admita una palabra u otra porque se le haya ocurrido a uno".

Y si un particular "no es nadie" para imponer una palabra determinada, tampoco lo es la Academia de la Lengua. "La Academia simplemente aconseja o sugiere", subrayó Marías, que pronunció su discurso de ingreso en esta institución hace un mes y medio. El novelista opina que, con los errores lingüísticos, "hay que tener mucha paciencia y tener muy presente que la lengua es libre para que cada cual la hable como quiera". Por tanto, "si mañana sale una persona diciendo 'miembra', que lo diga, aunque sea un político, que, por lo general, no suelen ser demasiado cultos", añadió el autor de "Tu rostro mañana", que habitualmente es muy combativo con los errores lingüísticos que cometen los políticos.

Javier Marías no escribirá "nunca" sus memorias o su autobiografía, porque cree que "la vida del escritor, salvo excepciones, no es particularmente apasionante", razón por la que cobra especial interés el libro Aquella mitad de mi tiempo, que reúne sus artículos más personales de los últimos 21 años. Al autor de Corazón tan blanco no le gusta demasiado el género biográfico y no cree que "a nadie se le ocurra escribir una biografía" sobre él, porque ese tipo de libros se deben hacer sobre "gente verdaderamente importante como David Beckham o Maradona", bromeaba.

Bibiana Aído