Shakespeare en las mejores manos

Grandísima noticia para los aficionados a la escena que Cheek By Jowl vuelva al Teatro Español de Madrid. Y lo decimos porque el año pasado nos dejó con la boca abierta gracias a uno de los mejores montajes que se pudieron ver en nuestro país: The Changeling. Por eso nos adelantamos al estreno de su última criatura, Cymbeline, de William Shakespeare, para recomendarles encarecidamente que vayan a verla.

Aunque en esta ocasión no cuentan con la bella y cinematográfica Olivia Williams ni con Will Keen -inmerso en la gira por toda España con Cuento de invierno junto a Lucía Jiménez-, tienen dos actores que prometen espectáculo: Gwendoline Christie y Tom Hiddleston ponen voz a una de las obras tardías y poco conocidas de Shakespeare. Una pieza que, en palabras de Harold Bloom, el canónico adorador del autor inglés, es un poema dramático más que un texto teatral, enriquecido con esa chispa, con ese toque tan especial de Declan Donnellan, director y fundador de la compañía junto a Nick Ormerod (director artístico).

Con la elección de esta obra, Donnellan demuestra que le siguen gustando los retos y las obras con jugosos cambios de tono -que en The Changeling eran, sin duda, lo mejor-. Porque sobre las tablas del Español desfilarán apariciones divinas, visitas de fantasmas, envenenamientos y batallas antes de llegar a un final de órdago: en solo cuatrocientos versos asistimos a más de veinte revelaciones de identidad y escenas de reconocimiento. Y todo ello en una historia que parece muy sencilla. Cymbeline (Cimbelino en español) es un rey de Bretaña que se enfrenta a la tragedia de que su hija Imogena se haya casado secretamente con Póstumo. El descubrimiento es un jarro de agua fría para la segunda esposa del monarca, que deseaba que la heredera se casara con su hijo.

De nuevo los celos, la vida oculta de un ser querido o la recuperación del afecto de un hijo, grandes temas de muchas de las obras de Shakespeare, se convierten en los puntos clave de la pieza escrita hacia el 1609 por la que los escritores Bernard Shaw y Lytton Strachey sentían devoción. Sentimiento motivado por el uso de unos brillantes recursos parecidos a los utilizados en las obras La tempestad y Cuento de invierno, junto a las que forma el gran grueso de los llamados romances shakespearianos. En Cymbeline sobresale una figura de Imogena, uno de los grandes personajes femeninos del escritor inglés y, tal como recoge el texto que se facilita al espectador, símbolo del "alma de Inglaterra, que debe elevarse por encima de la vieja y corrupta corte de Londres y el poder papista de Italia para renacer, fuerte e independiente, a partir de sus raíces célticas"https://www.elconfidencial.com/cultura/2007-06-30/un-corral-con-mucho-arte_739562/ >FESTIVAL DE ALMAGRO