Julio Llamazares reflexiona sobre la memoria en "Escenas de cine mudo"

El escritor leonés Julio Llamazares reflexiona sobre la memoria en Escenas de cine mudo, un libro que se acaba de reeditar y en el que, según dijo en una entrevista con Efe, utiliza los recuerdos como "sustancia que estructura la personalidad y que nutre la literatura".

El eje sobre el que gira esta obra, publicada por primera vez en 1994, es el tiempo y la obsesión del protagonista por atraparlo, ya que, como afirma Llamazares, "el tiempo es todo en la vida de una persona. Escribimos porque el tiempo se va, todas las artes intentan recuperarlo; la gran utopía de la humanidad es parar el tiempo, y su frustración es no poder hacerlo".

El escritor, que publicó su ultima novela, El cielo de Madrid, en febrero del 2005, siente especial predilección por "Escenas de cine mudo", una obra que estaba agotada desde hacía tiempo y a la que, por ser la menos conocida y leída de las suyas, considera "el patito feo" de sus textos.

Este libro abre la puerta a dos clases de memoria, una colectiva, común a los que nacieron en España en los años 50, bajo la dictadura franquista, y otra individual, que el escritor define como "una mina oculta en nuestro cerebro, profunda, insondable y oscura, llena de sombras y galerías, que se va abriendo a medida que avanzamos en ella".

El título de la obra, indicó Llamazares, "trata de explicar que los recuerdos son como fragmentos de la película de nuestra vida que se han ido borrando con el tiempo, y que son estos retazos, escenas de cine mudo, lo único que tenemos para reconstruirla. Esto supone en muchos casos inventar, porque la mayor mentira que todos llevamos dentro es nuestra memoria".

Parece difícil llevar a cabo esta reconstrucción con sólo mirar una fotografía, pero el protagonista de Escenas de cine mudo, un niño que se llama Julio y vive en un pueblo minero, consigue construir una historia con pasado, presente y futuro a partir de una imagen y de los personajes congelados en ella.

El libro está ambientado en Olleros de Sabero, pueblo de la montaña de León donde el escritor pasó parte de su infancia y al que define como "un lugar muy cinematográfico, un pueblo 'far west', minero, lleno de gente venida de todos los sitios, en el que siempre había espectáculo, organizado o sin organizar".

Este municipio está situado en una zona declarada recientemente Reserva de la Biosfera por la UNESCO y en la que la Red Eléctrica Española pretende construir una línea de alta tensión que cruza la Montaña Central Leonesa entre Lada (Asturias) y Velilla del Río Carrión (Palencia).

Llamazares pertenece a una plataforma que vuelca todos sus esfuerzos en la lucha contra este proyecto que el escritor leonés considera como "una de las mayores barbaridades paisajísticas que se pueden cometer en España".

El polifacético autor de El Río del Olvido, libro de viajes que se reeditará el próximo otoño, que también ha escrito poesía y ensayo, confiesa que leer novela le aburre cada día más, ya que cree que la que se está haciendo en España "cada vez tiene que ver menos con la literatura y más con la mercadotecnia". Sin embargo, de la literatura de viajes le gusta "hasta la mala".

Además, según afirma en el prólogo de Escenas de cine mudo, "el trabajo de escribir consiste en desfigurar los géneros, ya que estos no son más que convenciones", por eso insiste en no situar dicha obra ni en el campo de la novela ni en el autobiográfico.