Chillida 'revive' con tres exposiciones en Santander, Bilbao y San Sebastián

La Fundación Marcelino Botín de Santander inaugurará el próximo jueves la muestra Eduardo Chillida 1924-2002, una retrospectiva de la obra del escultor vasco. La muestra de Santander girará en torno a la obra Homenaje al mar, un alabastro de gran tamaño que se situará en el patio central de la sala, e incluirá 113 obras fechadas entre 1948 y 1999, de las que algunas saldrán por primera vez fuera de San Sebastián.

Así, el espectador podrá contemplar esculturas de diversos materiales, dibujos de distintos épocas y temas, gravitaciones, grabados, collages y libros de autor.

Según destacó la Fundación Marcelino Botín en una nota, la muestra ofrece una mirada retrospectiva sobre la trayectoria artística del escultor vasco y acerca al visitante al universo plástico de Chillida, "en el que materia y espacio se enfrentan incesantemente en busca de equilibrio y en el que los elementos como el mar, la luz, la tierra, el viento y el horizonte juegan juntos".

Todas las piezas que se podrán contemplar en Santander hasta el 11 de junio pertenecen a la colección permanente del Museo Chillida-Leku, que el martes inauguró la exposición Chillida-Homenajes, un día antes de que en el Museo Guggheim de Bilbao se abra al público la muestra Homenaje a Chillida.

Está previsto que asistan a la inauguración de la exposición de Santander Pilar Belzunce e Ignacio y Luis Chillida, la viuda y los hijos del escultor vasco.

Tras unos años en París, donde trabó amistad con artistas como Chagall, Braque o Miró, Chillida decidió abandonar la capital francesa para buscar su propio camino en el País Vasco, su tierra natal, que se convirtió en la raíz de su obra.

Homenaje en el Guggenheim

Por otro lado, el Museo Guggenheim Bilbao acoge desde esta semana una exposición temporal en homenaje a Eduardo Chillida compuesta por obras de 45 creadores contemporáneos reconocidos internacionalmente, entre ellos Manolo Valdés, Richard Serra, Georg Baselitz y Robert Rauschenberg.

También participan en este tributo Anthony Caro, Antoni Tapies, Ron Kitaj, Christo, Zao Wou Ki, A.R. Penk, Tony Cragg y Miquel Barceló, entre otros, cuyas obras son de tendencias artísticas muy diversas, pero todos comparten el común denominador de haber conocido personalmente al artista vasco.

El comisario de la muestra, Kosme Barañano, presentó en conferencia de prensa esta exposición junto al director del Guggenheim Bilbao, Juan Ignacio Vidarte, y al presidente del Grupo Urvasco, Antonio Iraculis, a cuya fundación pertenecen todas las obras de la muestra. También asistió al acto Luis, uno de los hijos de Chillida.

Barañano explicó que la iniciativa de la exposición surgió de una galería de Bilbao tras el fallecimiento del escultor guipuzcoano, quien, a su vez, había titulado muchas de sus obras en homenaje tanto a artistas como a poetas, filósofos o amigos.

Para llevar a cabo este proyecto, se seleccionó a cuarenta y cinco creadores de fama internacional y se les encomendó la tarea de realizar una pieza en tributo a Chillida.

El conjunto de todas estas obras supone una respuesta emocional y de afecto, según Barañano, pero también sirve para enmarcar el mundo en el que se movió el artista donostiarra.

Las obras expuestas se pueden clasificar en obras de inmediata respuesta, obras referidas y obras generalistas. Entre las primeras están la de Caro, quien realizó una mesa en tierra chamota en memoria de la mesa de carnicero que tenía Chillida en el salón de su casa, y la del artista franco-chino Zao Wou KI, quien creó un paisaje de casi dos metros de longitud con su visión del Peine de los Vientos.