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Ramón Bilbao

Descubriendo el vino

Qué debes mirar en la etiqueta de un vino antes de comprarlo

Por EC Brands

Te ayudamos a leer e interpretar la etiqueta de un vino para sacarle el máximo partido a la botella. De la mano de Ramón Bilbao te acercamos el mundo del vino español con su proyecto Spanish Wine Academy

No cabe ninguna duda de que, en un mundo de consumidores informados y exigentes como el actual, las etiquetas de los alimentos son cada vez más importantes. Ya no son un mero adorno, un soporte donde poner el nombre de la marca, sino que ofrecen toda la información necesaria para que el cliente sepa con exactitud qué es lo que está comprando. Y así sucede con el vino: en la etiqueta podemos encontrar infinidad de datos referidos a la bodega, al origen del vino, su graduación alcohólica, la añada, la variedad de uva… Por eso es tan interesante aprender a leerlas e interpretarlas bien. En estos videos y de la mano de ‘Spanish Wine Academy’ —un proyecto liderado por Ramón Bilbao que busca acercar la cultura del vino al público en general—, te aproximamos a los factores esenciales que nos ayudarán a elegir con criterio el vino que queremos comprar.

Lo primero que nos interesa saber es que tanto la etiqueta como la contraetiqueta forman parte de la seña de identidad del vino. Y que junto con la cápsula, el tapón y la botella conforman su tarjeta de visita, su carta de presentación. Y, aunque en la actualidad cada vez cobra más interés el diseño y la imagen, la información que nos ofrecen sigue siendo vital.

Un Ramón Bilbao edición limitada 2017

Información obligatoria

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Nombre: es la denominación comercial del vino.

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Denominación de origen: debemos saber que los vinos europeos -y, entre ellos los españoles-, se consideran del Viejo Mundo, donde es tradición poner en la etiqueta la región de la que proceden los vinos; mientras que en los del Nuevo Mundo se etiqueta por variedad de uva (Chardonnay). Si nos paramos a pensarlo, nuestra costumbre tiene lógica: la uva tempranillo, por ejemplo, se cultiva en muchas regiones de España. Por tanto, comprar una botella por el hecho de que sea tempranillo no te está dando demasiada información, ya que según la zona de donde provenga tendrá un carácter u otro. Una vez aclarado este punto, recordemos que en España es obligatorio informar en la etiqueta de si el vino forma parte de una Denominación de Origen (DO) o de una Indicación Geográfica Protegida (IGP). Si no es así, se debe aclarar su categoría: vino espumoso, vino de aguja, vino de licor...

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Graduación alcohólica: también es obligatorio poner el porcentaje de alcohol en la etiqueta. Es una información útil que nos va a dar pistas sobre su cuerpo, ligereza o contenido en taninos, entre otros aspectos. Si no lo queremos muy potente, vigilemos que no supere el 13%.

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Productor (y embotellador si es diferente): otra de las informaciones que deben aparecer es el nombre del productor del vino. En el caso de que se haya embotellado en un lugar diferente (como sucede con algunas pequeñas bodegas), también hay que indicarlo.

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Lugar de origen: si un vino es de exportación, es obligatorio especificar su país de origen.

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Contenido en sulfitos: la mayor parte de los vinos contienen sulfitos para garantizar su conservación de posibles alteraciones biológicas. Es obligatorio añadir esta información.

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Capacidad de la botella: otra información fundamental. Normalmente las botellas son de 75 cl, pero también las podemos encontrar de 37,5 cl (como las que nos ponen en los aviones), o las ‘magnum’ de 1,5 litros. Si tienes ocasión, no dejes de probar este formato, es la botella ideal para vinos de guarda.

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Número de botella: el Consejo Regulador de la DO correspondiente emite las etiquetas en función del número de botellas permitidas para cada bodega.

Un Ramón Bilbao Reserva de 2014

Información añadida

¿A qué temperatura debemos servirlo? o ¿cuál es su añada? Son algunas cuestiones que pueden quedar respondidas tanto en la etiqueta como en la contraetiqueta. No son obligatorias, pero pueden ayudarnos a que nos decidamos por un vino o por otro.

1.

Añada: nos habla del año en que se cosechó la uva con la que está elaborado. Es una información que se deja a criterio de la bodega, pero cualquier vino que se precie la incluirá en su etiqueta. Nos es de utilidad no solo como referencia de calidad, sino también para hacernos una idea de su fecha ideal de consumo. Si estamos en España, además, en la etiqueta aparecerá la ‘edad’ del vino: si es crianza, reserva, gran reserva… Esta denominación nos habla de la maduración y el envejecimiento del vino.

2.

Descripción de la elaboración: hay determinados aspectos en la elaboración de un vino que suponen un valor añadido. Es el caso de la crianza sobre lías, de la antigüedad del viñedo o de la maceración carbónica.

3.

Datos de la cata: algunas bodegas incluyen en la contraetiqueta unas notas de cata en las que definen cómo es el vino tanto en nariz como en boca.

4.

Propuesta de maridaje: también pueden recomendar aquellos alimentos o elaboraciones culinarias con los que mejor armonice el vino.

5.

Temperatura de servicio: es la propuesta del enólogo para obtener el mayor partido de su vino.