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El problema que tienen con el aceite de oliva 'falso' en Estados Unidos
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las etiquetas mienten

El problema que tienen con el aceite de oliva 'falso' en Estados Unidos

En el país norteamericano se importa el 95% del total del oro líquido que consumen. Esto abre la puerta a que determinadas empresas mientan, siempre en detrimento de los principales productores, que somos nosotros

Foto: Foto: Unsplash/@nazahrbv.
Foto: Unsplash/@nazahrbv.

Puede que hablemos de uno de nuestros tesoros nacionales, pero en ningún caso deberemos olvidar que nuestra historia con el AOVE tiene aspectos oscuros. Por ejemplo, en el año 2018, la OCU publicó un informe en el que detallaba que hasta veinte marcas vendían aceite de oliva virgen extra que no cumplía con las cualidades organolépticas propias de esta categoría (dicho de otro modo, eran solo vírgenes, dado que la diferencia solo radica en los aspectos olfativos y gustativos del producto). Pero aquí no somos novatos.

Llevamos tomando AOVE toda nuestra vida y no es fácil engañarnos: todos sabemos diferenciar un aceite rico de verdad de otro 'del montón'. Es una de las cualidades que heredamos en este país, así como diferenciar y apreciar el buen jamón ibérico (sin hacerle ascos al ocasional serrano de toda la vida si se pone por delante). Pero en sociedades y culturas en las que el aceite de oliva es algo relativamente novedoso, se abren las puertas a aquellos que tratan de aprovecharse de los 'novatos'.

El problema principal que tienen en la primera potencia mundial es que son buenos en muchas cosas, pero no en producir aceite de oliva. Importan el 95% de la cantidad total que consumen y no existe una regulación a nivel federal sobre el etiquetado de este producto. Aquí nos tomamos eso muy en serio e incluso así, como explicábamos antes, la OCU tiene que dar de vez en cuando unos serios tirones de orejas a algunas marcas.

"Si en la etiqueta pone virgen extra, pero cuesta 4,99$ el litro, lo más probable es que no lo sea"

Alexandra Kicenik Devarenne es cofundadora de la Extra Virgin Alliance, una confederación internacional de productores de aceites de oliva que han creado una especie de 'sello de calidad' (al que pertenecen 4 aceites españoles). El objetivo de esta asociación es asegurar al consumidor, si elige estas marcas, siempre, en todos los casos, adquiera un auténtico virgen extra.

En una entrevista, Kicenik Devarenne explicaba que hay ciertos aspectos que el consumidor estadounidense debe tener en cuenta para comprar un auténtico AOVE. Aunque no todas estas directrices son aplicables en el mercado español, sí que dan pistas para descubrir, por nosotros mismos, qué es de verdad y qué posiblemente no.

  • Precio. "Si parece demasiado barato como para ser AOVE, es que probablemente no lo es", afirma la experta. Seamos claros: hacer aceite de oliva virgen extra es caro, dado que implica recoger la aceituna en su mejor momento, que esta sea de calidad, disponer de una prensa fría, no aprovechar el 100% del producto, sino solo lo que surge del primer prensado.... En España, podemos esperar encontrar AOVE de verdad (si bien no los mejores) a partir de los 3€ el litro (si lo compramos en garrafas grandes). En Estados Unidos la historia es muy distinta. "Si en la etiqueta pone que es virgen extra, pero cuesta 4,99$ el litro, lo más probable es que no lo sea".
Foto: Aceite de oliva. (iStock)
  • El engaño de la procedencia. Somos conscientes de que a la Marca España le ha costado despegar. Dentro de nuestras fronteras nos enorgullecemos muchísimo de lo que hacemos, pero nos es más que difícil (lo ha sido siempre) transmitir esa visión al resto del mundo. Es aquí donde entra en juego la famosa 'treta' italiana: compran aceite al por mayor en España, lo embotellan ellos y lo exportan con una preciosa frase, 'Made in Italy'. Como dice la experta: "Otro gran problema es la falta de transparencia del 'país de origen' en el etiquetado de algunos aceites de oliva, que dan la impresión de que han sido producidos en un lugar y, si miramos la letra pequeña, aclaran que proviene de otro completamente distinto". Y continúa: "De hecho, en el año 2018, el aceite de oliva Bertolli pagó 7 millones de dólares como compensación frente a una demanda en la que se le acusaba de utilizar la frase 'Imported from Italy' cuando, en realidad, provenía de otros países". En España este problema no es, para nada, severo. Aquí el aceite de mejor calidad y el más barato van a ser siempre de producción nacional. De hecho, debemos buscar debajo de las piedras si deseamos encontrar un aceite de oliva que no se haya producido en esta piel de toro.

España, dispuesta a acabar con el fraude en EEUU

La escasa regulación por parte de la FDA (la autoridad estadounidense de regulación de alimentos y medicinas) ha llevado a que determinadas asociaciones y empresas estén presionando para implantar regulaciones. En este sentido, la American Olive Oil Producers Association (AOOPA) y la empresa española Deoleo (propietaria de la sancionada Bertolli, lo que es irónico, y de Carbonell) están intentando que la FDA implante una regulación para evitar el fraude en el aceite de oliva en Estados Unidos.

Si en la primera potencia del mundo quieren tener unos estándares de calidad con respecto al AOVE similares a los españoles, es necesario que lleven a cabo una reforma integral de la legislación que rige este producto. Si no, solo pueden esperar que les sigan dando gato por liebre.

Puede que hablemos de uno de nuestros tesoros nacionales, pero en ningún caso deberemos olvidar que nuestra historia con el AOVE tiene aspectos oscuros. Por ejemplo, en el año 2018, la OCU publicó un informe en el que detallaba que hasta veinte marcas vendían aceite de oliva virgen extra que no cumplía con las cualidades organolépticas propias de esta categoría (dicho de otro modo, eran solo vírgenes, dado que la diferencia solo radica en los aspectos olfativos y gustativos del producto). Pero aquí no somos novatos.

Jamón
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