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No pone la calefacción y ha bajado de clase social: así es el consumidor "ahogado"
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No pone la calefacción y ha bajado de clase social: así es el consumidor "ahogado"

La sociedad postcrisis es dual: "En ella convive una sociedad acomodada, confiada y optimista con otra azotada, desconfiada y emocionalmente dañada"

Foto: Los consumidores prestan atención a la ética de las empresas antes de gastar. (EFE)
Los consumidores prestan atención a la ética de las empresas antes de gastar. (EFE)

Por mucho que se anuncie a bombo y platillo la tan aclamada recuperación, la crisis ha provocado cambios de calado en el tejido social. Así lo demuestra el último estudio de Mikroscopia basado en 8.500 entrevistas sobre hábitos de consumo. Las respuestas de los encuestados dibujan a un individuo que evita cualquier tipo de despilfarro, bautizado los investigadores como el consumidor "ahogado".

El 64% de los encuestados afirma haberse vuelto más austero tras la crisis y el 68% está convencido de que ha bajado en la escala social. Además, un tercio confiesa que evita poner

Eso implica que, por ejemplo, se lo piensa más a la hora de aflojar la cartera cuando va a hacer la compra y busca siempre lo más barato. El 56% confirma que compara precios y que en caso de duda se decanta siempre por la opción más económica. El porcentaje se incrementa cuando lo que necesita es ropa. El 72% opta por el "low cost" a la hora de vestirse. Además, un tercio de los encuestados confiesa que evita poner la calefacción aunque tenga frío.

El consumidor responsable

El lado bueno es que el huracán de la crisis ha dejado a su paso un incremento de la conciencia social. El "consumidor ahogado" se ha vuelto más empático con el sufrimiento ajeno. Eso implica que, por ejemplo, el 45% se pone más en la piel de otras personas, el 29% afirma dar menos importancia a las cosas materiales, el 18% admite que ayuda a los que lo necesitan y un amplio 36% confiesa ponerse más en la piel de otras personas.

Conciencia social que trasladan a sus hábitos de compra. El consumidor "ahogado" es también un "consumidor responsable", que elige teniendo en cuenta la ética de la empresa en la que está haciendo gasto. Así, el 90% exige que las compañías le expliquen de forma clara los productos y servicios que ofrecen y el 82% se fija en si invierten sus beneficios en ayuda social.

Como explica Belén Barreiro, directora de MyWord y ex presidenta del CIS “pese a que la economía española crece al ritmo más alto de los últimos años, con un aumento claro de la satisfacción ciudadana con las condiciones del país y con menos consumidores forzados al ahorro, la crisis ha transformado profundamente nuestra sociedad".

En ese sentido, la sociedad postcrisis es dual: "En ella convive una sociedad acomodada, confiada y optimista con otra azotada, desconfiada y emocionalmente dañada", valora Barreiro. El reto que ahora tienen las empresas es ser capaces de satisfacer a ambas.

Por mucho que se anuncie a bombo y platillo la tan aclamada recuperación, la crisis ha provocado cambios de calado en el tejido social. Así lo demuestra el último estudio de Mikroscopia basado en 8.500 entrevistas sobre hábitos de consumo. Las respuestas de los encuestados dibujan a un individuo que evita cualquier tipo de despilfarro, bautizado los investigadores como el consumidor "ahogado".

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