La lista de la compra más justa para esta Navidad

¿Qué precio tiene la ética en un paquete de cacao? ¿Hay cabida para la justicia social en el pasillo de un supermercado? El comercio justo trata de afianzarse en España resolviendo estas cuestiones y difundiendo un sistema comercial alternativo, basado en condiciones laborales adecuadas para los productores ubicados en Asia, América Latina y África. Por tanto, para que un artículo se venda bajo la etiqueta de comercio justo, ha de garantizar que los productores han recibido un salario digno e igual entre hombres y mujeres, que no ha habido explotación infantil y que todo el proceso respeta el medioambiente.

Estos estándares, que configuran el comercio justo como una herramienta de cooperación, se reflejan en los precios de los productos. En el caso de la alimentación, por ejemplo, en una gran superficie que vende los dos tipos de artículos se puede adquirir un paquete de cacao instantáneo de 350 gramos de comercio justo a un precio de unos cuatro euros, frente a los en torno a tres euros que puede costar un paquete de cacao convencional de 390 gramos. De igual forma, una caja de 20 bolsas de té de comercio justo supera los 2,5 euros, frente a los poco más de dos que puede costar un té convencional. La justicia social tiene un precio.

Desde la Coordinadora Estatal de Comercio Justo le dan la vuelta a este planteamiento, ya que, según afirma Marta Lozano, directora de esta plataforma, no compiten en el precio. “Si una camiseta de comercio justo cuesta 18 euros y una convencional cuesta tres euros, la pregunta sería cómo es posible que tenga ese precio tan bajo. Cuando se puede comprar una camiseta de tres euros, quienes está pagando los costes de producción son los eslabones más débiles, los productores y los trabajadores, con jornadas que los dejan exhaustos y con condiciones miserables”, señala.

Cuando se puede comprar una camiseta de tres euros, quien paga los costes son los eslabones más débiles, los productores y los trabajadores

Uno de los factores que encarecen el precio final de los artículos de comercio justo es la prefinanciación que se da a los productores, que no pueden hacer frente a los costes y a la inestabilidad, y una prima que se establece sobre el precio de los productos. Esta cantidad no es para los productores, sino que se invierte directamente en las necesidades de la comunidad, en proyectos educativos, sanitarios y sociales.

Por todo ello, a juicio de Lozano, la comparación de precios de estos artículos no debería hacerse con los productos convencionales, sino con los 'gourmet', por ejemplo, en el caso del café, ya que se trata de un producto de calidad con procesos de tipo artesanal. “En ese caso, es un producto más barato que uno de tipo 'gourmet' porque, además, incorporamos criterios de justicia social”, añade. Un ejemplo de este caso se produce al comparar un paquete de café arábica molido de 250 gramos en una tienda de la ONG Oxfam Intermón, que tiene un precio de 5,99 euros, con un paquete de perfil 'gourmet' y de similares características en una gran superficie, que puede llegar a los 11 euros.

Cómo identificar los productos

Para saber si un artículo es de comercio justo, basta con mirar su empaquetado y comprobar si lleva la certificación de alguno de los cinco sellos de garantía que evalúan los productos: Fairtrade International (el más antiguo y el más extendido), ECOCERT Comercio Justo, IMO-Fair for Life, FUNDEPPO y Naturland. También tendrá esta categoría si el producto ha sido elaborado por una organización miembro de la Organización Mundial del Comercio Justo.

La gama de artículos de este tipo va desde el café, el cacao, el vino y el azúcar, hasta la pasta y las salsas, pasando por la bisutería, ropa, juguetes y artículos de decoración. En la actualidad, en España estos productos se distribuyen en 140 tiendas de comercio justo y otros puntos de venta, así como en grandes superficies y tiendas 'online'.

Aumenta la compra en los supermercados

Las ventas de comercio justo en España en 2014 crecieron un 8% y llegaron a 33,2 millones de euros, según un informe de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo sobre el estado del sector el año pasado. Además, el incremento anual medio de las ventas entre 2000 y 2014 fue del 9,4%. Esta evolución positiva se debe a que en 2008 arrancó la venta de productos de comercio justo con el sello Fairtrade en grandes supermercados y cadenas de restauración. El rol de esta vía convencional ha ido ganando peso, tanto que desde 2013 vende más productos de comercio justo que las pequeñas tiendas tradicionales. Además, el consumo y venta en cafeterías, bares, heladerías y a través de máquinas expendedoras fue el principal canal de comercialización en 2014. Por tipo de productos, el 90,6% de la facturación procedió de la alimentación, seguida por la artesanía, con el 7,4%, siendo los productos más vendidos el café y el azúcar.

Los minoristas sufren la crisis de manera principal, es una tendencia de mercado general y el comercio justo no se ha quedado al margen

En opinión de Lozano, el lado positivo de estos datos es que el comercio justo “se expande”, pero también hay un lado negativo, que está en “la preocupación” por las tiendas especializadas en estos productos, que son “el corazón del movimiento” y espacios de referencia para “la sensibilización y la movilización ciudadana”. “Los minoristas sufren la crisis de manera principal, es una tendencia de mercado general y el comercio justo no se ha quedado al margen”, precisa.

Para dar un respiro a las tiendas, Lozano espera que esta Navidad como mínimo se estanque el consumo y no continúe descendiendo. El objetivo es que esta pauta de consumo siga consolidándose, de forma que el gasto anual por habitante en España, que fue de 71,3 céntimos de euro en 2014, se aproxime al gasto del consumidor medio de los países europeos en los que se comercializan estos productos, que el año pasado alcanzó los 13,4 euros.