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¿Celíaco o intolerante a la lactosa? Este es el "sablazo" que te dan al hacer la compra
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1.500 euros más al año

¿Celíaco o intolerante a la lactosa? Este es el "sablazo" que te dan al hacer la compra

Un celíaco paga 1.468,72 euros más en la cesta de la compra anual, con un incremento de 30,60 euros a la semana y 122,39 euros al mes. La situación es parecida para los intolerantes a la lactosa

Foto: La quinoa es un cereal que pueden consumir los celíacos (Foto: Vicult)
La quinoa es un cereal que pueden consumir los celíacos (Foto: Vicult)

Patricia es celíaca desde que nació. Tardaron más de un añoen detectarle la enfermedad. El diagnóstico fue un alivio para toda la familia, pero llegó acompañado deuna enorme losa económica.

Eran los años 90. Los supermercados no contaban entoncescon productos especializados yhabía que conseguirlos enherbolariosa precio de oro. "Alimentos básicos, como un paquete de macarrones o una barra depan,te costabaneltriple", explica Lola Campos, la madre de Patricia.

Todo cambió con la llegada de Mercadona a la capital. La empresa de supermercados es pionera en la venta de productos para celíacos a precios populares, lo que ha supuesto un alivio para el bolsillo de muchas familias.

Con los años, el resto de cadenas del país se han sensibilizado y a la vez han visto una importante oportunidad de negocio en estos productos. Ahora mismo esposible acceder a un abanico bastante amplio de ofertas. "El aumento de la presencia de estos artículosen los supermercados ha sido muy positivo", consideran desde FACE, laFederación de Asociaciones de Celíacos.

Este incremeto seha visto tanto en las marcas blancas, como en las marcas de siempre.Gallo o Danonehan sacado líneas específicas para este colectivo. Así por ejemplo, un paquete de espaguetis Gallo sin gluten cuesta algo más de dos euros, un euromás que su versión de trigo.

Sin embargo, desde FACE adviertenque todavía queda un largo camino por recorrer. De acuerdo con sus cálculos, uncelíaco paga 1.468,72 euros más en la cesta de la compra anual, 30,60 euros más a la semana y 122,39 euros más al mes.

Esto es así porque el gluten se encuentra en muchos más alimentos de los que asocia el imaginario colectivo. No es solo el pan, la pasta o las galletas. También la mermelada, los embutidos y la mahonesa, entre otros. Estos alimentoscontienenexcipientes para darles consistencia o sabor que contienen gluten.

Además, la cargase multiplica en el caso de las familias: "Aunque solo tengas un celíaco en casa, al final terminas cocinando para todos con estos ingredientes", relata Lola.

Elcolectivo lleva años reclamando que se compense su situación con una subvención o con deducciones en la Declaración de la Renta. Algo que puede sonar extraño en España, pero que es una realidad en varios países europeos. EnItalia, el Estado paga una subvención de 100 euros por persona. EnNoruega, se abona la paga más alta de toda Europa, con hasta 240 euros al mes por afectado.

Intolerantes a la lactosa

La situación es parecida para los intolerantes a la lactosa, un 15% de la poblaciónfrente al 1% de los celíacos. Se puede pensar que es fácil acabar conelproblema eliminando los lácteos de ladieta, perola lactosa se usa de forma masiva en la industria alimentaria, y puede encontrarse en embutidos, salsas, zumos, preparados de carne y hasta algunos vinos.

Por eso, la cesta de la compra de estos intolerantes puede encarecerse en proporciones parecidas a la de los celíacos, con un sobrecostede unos 1.500 euros más al año.En el caso de la leche, estaríamos hablando dediferencias de entre el 40% y el 80%dependiendo de si se trata de productos de marca blanca o de marca de toda la vida.

Afortunadamente, supermercados y fabricantes se han sensibilizado también a esta intolerancia y cada vez es fácil encontrar productos libres de lactosa apreciospopulares. Además, en establecimientos como Carrefour o Mercadona cuentan con marcas blancas de helados, salchichas yleche sin lactosa, sensiblemente más baratos.

Pequeños pasos dados por las empresas que no compensan en ningún caso la ausencia de ayudas del Estado, presentes en el resto del continente europeo. Ayudas para que estas personas dejen de pagar de más por una necesidad tan básica como es alimentarse.

Patricia es celíaca desde que nació. Tardaron más de un añoen detectarle la enfermedad. El diagnóstico fue un alivio para toda la familia, pero llegó acompañado deuna enorme losa económica.

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