x El Confidencial
CAPÍTULO 4
El péndulo atencional: aprender a vivir entre el agobio y el aburrimiento
Notificaciones del móvil, ruido del tráfico, barullo en la oficina… la capacidad de atención y la salud mental se ven desafiadas como nunca antes. Esta sobreexposición nos somete a un estado de alerta continuo, lo que puede afectar negativamente a nuestra concentración, nuestra memoria y nuestro bienestar emocional.
Un reportaje de Javier Granda Revilla
¿Qué han hecho los romanos por nosotros? Seguro que has visto alguna vez ese gag antológico de Monty Python en La Vida de Brian. Acueductos, alcantarillado, carreteras, irrigación, sanidad, enseñanza, vino, idioma, leyes… el listado es interminable e incluye numerosas locuciones que, 2.000 años después, seguimos utilizando.
Mens sana in corpore sano es una de ellas. La escribió el mordaz poeta Juvenal en una de sus sátiras, aunque con un sentido distinto, vinculado a la oración. En la actualidad, la hemos transformado, recalcando la importancia del cuidado de nuestra salud mental como parte fundamental de un verdadero cuidado integral.
La atención se ha sumado como un elemento indispensable en la ecuación del cuidado
La atención se ha sumado como un elemento indispensable en esta ecuación del cuidado: se ha constatado que este mecanismo cognitivo impacta en numerosos ámbitos que conectan directamente con el bienestar y la calidad de vida de las personas.
La atención como llave para vivir en el presente
Uno de esos beneficios, tal y como se extrae del estudio de Attention Hub, elaborado por Havas Media Network España, es que cuando atendemos, conectamos con “el aquí y el ahora”, favoreciendo una mejor relación con nuestros entornos vitales.
La atención facilita que nos enfoquemos plenamente en el presente, y esto es crucial porque, en un contexto plagado de estímulos, solo a través de una atención focalizada podemos disfrutar de lo que ocurre en el momento actual, sin constantes distracciones por preocupaciones del pasado o ansiedad por el futuro.
El estar más presentes promueve experiencias más plenas y significativas en nuestras vidas. Este principio, que subraya el equipo del estudio, “facilita que seamos un poco más capaces de combatir el estrés, la ansiedad u otros estados emocionales aversivos”.
El estar más presentes promueve experiencias más plenas y significativas en nuestras vidas
No obstante, esto no es sencillo. “Vivimos sobrecargados, en un ciclo de novedades efímeras donde lo nuevo se desvanece antes de que las personas puedan asimilarlo completamente. Es difícil mantener así una atención plena”, añade Susana Almeida, Strategy Director de Havas Media Network España.
Esta idea se confirma en los resultados del citado estudio. Como destaca Almeida, “el 44% de las personas declara que necesita cuidar de su atención, y el 40% señala que la falta de atención está afectando negativamente a su capacidad de concentración”.
El psiquiatra Andrés Suárez, reafirma esta realidad al asegurar que tras la pandemia “nos dimos cuenta de que nos cuesta fijar datos en nuestro cerebro, y por ello estamos viendo a muchas personas con ansiedad en las consultas; y muchas veces se debe a que no son capaces de filtrar toda la información”.
Todo esto nos lleva a tener una atención fragmentada, la cual impacta de manera negativa en nuestra estabilidad emocional y afecta a nuestra salud mental. La doctora Teresa Moreno, portavoz de la Sociedad Española de Neurología y experta en el campo de la salud mental, subraya esta idea: “Como estamos expuestos a tantos estímulos, es muy importante ignorar lo intrascendente y quedarnos con lo relevante. Este proceso de filtrado por parte del cerebro es clave, porque cada vez tenemos acceso a más información y de manera más rápida”.
Una atención de calidad nos permite detenernos y habitar completamente el presente
Percibimos a través de los sentidos
Los sentidos son los encargados de recoger los estímulos del entorno y enviarlos al cerebro para su procesamiento. Esta información se convierte en señales eléctricas que viajan al cerebro para su interpretación y respuesta adecuada.
La información que pasa y la que no pasa
La información que llega al cerebro a través de nuestros sentidos puede serrelevante o irrelevante, dependiendo del contexto.
Gracias al filtro de la atención, el cerebro evalúa y decide qué estímulos son importantes para nuestra supervivencia o bienestar, ignorando lo innecesario y enfocándose en lo que realmente es relevante, optimizando así nuestros recursos mentales.
La importancia del filtro atencional
El proceso atencional depende tanto de factores externos (número y tipología de estímulos que recibimos, ruido del entorno…) como internos (niveles de arousal, nuestros pensamientos, emociones...).
Por tanto, el equilibrio entre estas dos dimensiones es fundamental para gestionar de forma saludable y correcta los estímulos que nos llegan. Por ejemplo…
Estado de ansiedad vs. estado de calma
En personas en estado de ansiedad, el cerebro tiende a procesar la información de manera más rápida y reactiva, lo que genera respuestas emocionales más intensas.
En contraste, en personas en estado de calma se procesa la información de forma más pausada y objetiva, dejando paso al pensamiento racional y al control emocional.
El peso de la atención en nuestras relaciones y en nuestro autoconcepto
Tal y como revela el estudio de Havas Media Network España, es posible asegurar que la atención se convierte en uno de los mayores gestos de amor que podemos brindar a aquellos con quienes nos relacionamos, hecho que está íntimamente relacionado con la calidad de nuestra salud mental.
Dado que sabemos que la atención es un bien escaso, y que por ello atendemos a lo que nos resulta relevante, cuando nos atienden, cuando somos relevantes para el otro, aumenta nuestra motivación y mejoran nuestra autoestima, reduciéndose la sensación de soledad, el estrés y la ansiedad. De la misma manera, cuando “recibimos desatención” aumenta nuestra sensación de aislamiento e inseguridad, afectando directamente a nuestro autoconcepto.
La atención es uno de los mayores gestos de amor, hecho que está íntimamente relacionado con la calidad de nuestra salud mental
Recibir atención es tan importante para sentirnos bien con nosotros mismos, que como vimos en el primer capítulo, uno de los mayores vampiros, de los ladrones de nuestra atención, es, precisamente, la búsqueda de atención: queremos ser vistos y atendidos por el otro.
Y esta es precisamente una de las grandes claves del éxito de las redes sociales, nos permiten ser vistos por el otro. El problema llega cuando esa atención en forma de interacciones que recibimos de vuelta resulta vacía o insuficiente, o se transforma en una atención negativa en forma de críticas, juicios o comparativas, entonces, de nuevo, nuestra salud mental se ve comprometida.
Los beneficios de desatender
Expuesto lo anterior, también tenemos que recordar los beneficios de desatender de vez en cuando. Tener siempre una atención plena puede resultar agotador y, por tanto, perjudicial para nuestro bienestar.
Otro gran factor de éxito de las redes sociales y en general de los contenidos sencillos, ligeros y rápidos, es que nos ayudan a desatender; entendiendo por desatender el atendernos a nosotros mismos, a nuestras necesidades - la atención pasa de lo externo a lo interno-.
Cuando usamos la frase “me lo pongo para no pensar” en realidad lo que buscamos es regular nuestro arousal, bajar nuestro estado de excitación para relajarnos y descansar, lo que es también crucial para nuestra salud mental.
Además, tal y como subraya el informe, una concentración constante “produciría una incapacidad para estar abiertos a la experiencia” y para “darnos cuenta de la vida”. Cuando nuestra mente divaga libre y desconectamos, además de descansar, somos capaces de generar nuevas conexiones neuronales que nos permiten abrir nuestros horizontes: proyectando, imaginando, soñando…
Con todo, comprendemos cómo una atención de calidad nos permite detenernos y habitar completamente el presente, cultivando una salud mental que se sustenta en la claridad, la serenidad y la autocomprensión. Este estado de conexión interna repercute en todo nuestro ser, reflejándose en un equilibrio emocional que se traduce también en bienestar físico. La célebre frase de Juvenal, mens sana in corpore sano cobra así un significado renovado: no se trata solo de un ideal, sino de un recordatorio profundo de que valorar y cuidar nuestra atención es fundamental para que mente y cuerpo, como un todo interconectado, nos permitan vivir de manera auténtica y saludable.
Créditos
- CoordinaciónMarina G. OrtegaFran Sánchez BecerrilSofía Fernández
- DiseñoPablo L. LearteSofía SisquésEmma Esser
- DesarrolloRoberto García
- Havas Media Network EspañaAlejandra ChacónSusana AlmeidaNuria SanzCristina de PedrosoPatricia Luna
- The Cocktail AnalysisSandra GonzálezFelipe RomeroÁlvaro Marín