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España cae al puesto 36 del índice de libertad de prensa de RSF por la precariedad y la reforma fallida de la ley mordaza
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España cae al puesto 36 del índice de libertad de prensa de RSF por la precariedad y la reforma fallida de la ley mordaza

La situación es "muy grave" en 31 países; "difícil", en 42, y "problemática", en 55, mientras que es "buena" o "bastante buena" en 52

Foto: Un hombre saca una fotografía al volcán de La Palma. (EFE/Miguel Calero)
Un hombre saca una fotografía al volcán de La Palma. (EFE/Miguel Calero)

España desciende cuatro puestos en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2023 de Reporteros Sin Fronteras, cayendo del puesto 32 de la edición anterior (cuando obtuvo 76,71 puntos sobre 100) al actual 36 (con 75,37), aunque pierde solo 1,34 puntos en la calificación global. Pese a gozar, en general, de un clima favorable al libre ejercicio del periodismo y mantenerse entre el 30% de los países del mundo con una situación “buena o bastante buena” para la libertad de información, los profesionales de los medios en España siguen padeciendo una precariedad laboral preocupante y cronificada.

La edición 2023 de la clasificación, que evalúa las condiciones en las que se ejerce el periodismo en 180 países y territorios, se publica el 3 de mayo coincidiendo con el día Mundial de la Libertad de Prensa. La situación es "muy grave" en 31 países; "difícil", en 42, y "problemática", en 55, mientras que es "buena" o "bastante buena" en 52 países. En otras palabras, las condiciones para el ejercicio del periodismo son adversas en siete de cada 10 países y satisfactorias solo en tres de cada 10.

Foto: María Dantas y Jon Iñarritu, diputados de ERC y EH Bildu, en la comisión de Interior de este martes. (EFE/Javier Lizón)

Y, aunque España pertenece a este último grupo, es el indicador económico el que hace que ocupe el puesto 36 de la clasificación, ya que empeora incluso respecto al del año anterior. El contexto económico en el que se mueven los periodistas españoles es, de lejos, el indicador peor puntuado por el panel de expertos en libertad de prensa (investigadores, profesores, universitarios, periodistas, especialistas en derechos humanos y libertad de expresión…) que ha respondido al centenar de preguntas que conforman el cuestionario sobre el que se apoya, en su apartado cualitativo, la clasificación de RSF.

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Otro factor que explica el descenso de España en el ranking es el empeoramiento del indicador legal y jurídico (el que mide el contexto legislativo en el que se mueve la profesión periodística); un movimiento que RSF interpreta como las expectativas desfavorables sobre la derogación de los artículos más polémicos y perjudiciales para la libertad de información de la ley mordaza. El bloqueo en el Congreso de la reforma de la ley, una de las promesas destacadas del Gobierno y sus socios para la actual legislatura, ha enfriado la percepción que los expertos del sector tienen respecto al entorno legal y jurídico que rodea a la prensa en España. Tampoco han salido adelante otras reformas para despenalizar los llamados “delitos de opinión”, sin embargo, se han multiplicado acciones judiciales abusivas (SLAPP) contra medios y periodistas. El indicador del contexto legal cae hasta 78,74 puntos, frente a los 82,16, en 2022.

Foto: European Focus

El informe destaca también la politización de los medios de comunicación, cada vez más contagiados de la polarización que afecta a la política española. Sin embargo, el clima sociocultural del país se halla entre los más favorables a la libertad de información de su entorno y las agresiones a la prensa se encuentran en mínimos históricos y europeos, después de unos años de mucha mayor violencia policial y ciudadana. Los periodistas, no obstante, ven contrarrestada esta mejora con un agravamiento de la hostilidad y el acoso en las redes sociales.

Noruega se mantiene a la cabeza

En cuanto a la clasificación global, Noruega se mantiene en primera posición por séptimo año consecutivo. Por primera vez, un país no nórdico se sitúa en segundo lugar, concretamente Irlanda (que ocupa el segundo lugar, ascendiendo hasta cuatro puestos), por delante de Dinamarca (tercero, que desciende uno). Países Bajos ocupa el sexto lugar después de subir 22 puestos y recuperar el lugar que ocupaba en 2021, antes del asesinato del periodista Peter R. de Vries.

Foto: Un periodista de Países Bajos ayuda con un botiquín de primeros auxilios para atender a los heridos tras un ataque de misiles en el metro de Járkov en mayo de 2022. (EFE/Esteban Biba)

Estados Unidos (número 45) pierde tres puestos. Los expertos del país que respondieron al cuestionario de la clasificación se muestran pesimistas sobre la situación de los periodistas en el país norteamericano (marco jurídico local, violencia extendida), a pesar de la voluntad de la Administración Biden. El asesinato de dos periodistas (Jeff German, de Las Vegas Review Journal, en 2022, y Dylan Lyons, de la cadena Spectrum News 13, en 2023) ha tenido un claro impacto negativo en la posición del país. Brasil (92) escala 18 puestos debido a la marcha de Jair Bolsonaro, cuyo mandato estuvo marcado por una fuerte hostilidad contra los periodistas, y al regreso al poder de Lula da Silva, que ha prometido mejorar la situación.

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En Asia-Pacífico, otras alternancias y cambios políticos también han aliviado la presión sobre la prensa y explican algunos importantes progresos, como los registrados en Australia (27, subiendo 12 posiciones) y Malasia (que ocupa el 73, ascendiendo 40).

España desciende cuatro puestos en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2023 de Reporteros Sin Fronteras, cayendo del puesto 32 de la edición anterior (cuando obtuvo 76,71 puntos sobre 100) al actual 36 (con 75,37), aunque pierde solo 1,34 puntos en la calificación global. Pese a gozar, en general, de un clima favorable al libre ejercicio del periodismo y mantenerse entre el 30% de los países del mundo con una situación “buena o bastante buena” para la libertad de información, los profesionales de los medios en España siguen padeciendo una precariedad laboral preocupante y cronificada.

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