Compromís quiere 'controlar' el centro territorial de TVE y telediarios en valenciano

A la espera de que la antigua Canal Nou sea resucitada oficialmente, aunque con un presupuesto mucho más austero, Compromís ha decidido mover ficha en Madrid para tratar de propiciar un posible plan B o, al menos, un cambio de timón en la única autonomía con lengua propia que no cuenta a día de hoy con una cadena propia de televisión. Un hueco que, a falta de otra estructura audiovisual, podría ser suplido por el centro territorial de Televisión Española (TVE) en Valencia. Sería, quizá, la opción más económica. Eso sí, siempre que ese centro estuviera controlado de forma directa por el Ejecutivo autonómico que comparten el socialista Ximo Puig y la líder de Compromís, Mónica Oltra.

La iniciativa parte del senador de Compromís Jorge Navarrete Pla a través de una moción registrada en la Comisión de Control de RTVE y por la que se insta al Gobierno central a negociar con el Ejecutivo valenciano unas mayores competencias en la gestión de los espacios televisivos de RTVE. En la práctica, que la Generalitat valenciana pueda tener control sobre lo que se emite en los telediarios regionales, que estos se hagan en valenciano y que el centro territorial se transforme en un centro de producción como los que RTVE tiene en Canarias o en Sant Cugat del Vallès.

Actualmente, la mayor parte de las desconexiones territoriales se desarrollan en castellano. Para Compromís, ello perjudica a la "diversidad lingüística"

Centros que desarrollan una programación diferenciada para ambas comunidades y que, a su vez, también nutren de contenidos generalistas a la parrilla de La 1, La 2 o Teledeporte. “Consideramos que el hecho de no contar con una televisión autonómica, de no contar con un noticiario en valenciano y de no poder participar en la gestión de nuestras conexiones territoriales son motivos suficientes para adquirir mayores competencias en el ámbito de la comunicación”, explica.

El Consell de Alberto Fabra ya exploró esta vía en 2013, cuando cerró Canal Nou, pero no se llegó a una solución como la que ahora se plantea. En su día, se intentó que se ampliaran las desconexiones territoriales de TVE en valenciano y que la cadena siguiera emitiendo series de gran éxito en la región como "L´Alquería Blanca".

El senador explica en su escrito que existen mecanismos en la actual ley de RTVE que permitirían a la Generalitat tener mayor control y mayores competencias. Para ello, recurre al artículo 8 de la Ley 17/2006, que establece que RTVE puede “suscribir convenios” con las Administraciones Públicas y sus organismos y con otras entidades nacionales o internacionales “para la mejor consecución de las funciones de servicio público”. En la situación actual, sin embargo, el Ejecutivo de Puig y Oltra solo puede realizar “propuestas o peticiones a través de un delegado territorial y de un consejo asesor que representa los intereses del territorio”. Sin embargo, aclara, “toda intervención de estos actores se limita a recomendaciones, que podrán ser o no atendidas por RTVE”.

La moción aboga por negociar con el Gobierno valenciano para que este consejo asesor se convierta en un consejo gestor “con competencias de control y con una participación prioritaria en la toma de decisiones”. Por otro lado, el hipotético nuevo centro de producción propia dependería por igual de este nuevo consejo gestor y del consejo de administración de RTVE, que preside actualmente José Antonio Sánchez.

El último objetivo pasaría por “ofrecer toda la programación de las conexiones territoriales en valenciano y que sean compartidas en intercambiadas con las otras comunidades autónomas de nuestro dominio lingüístico”. Actualmente, la mayor parte de las desconexiones territoriales se desarrollan en castellano. Algo que, a juicio de Compromís, está ocasionando que no se defienda “el derecho a la diversidad lingüística del País Valenciano”, ante lo que el gobierno valenciano “no tiene más capacidad que la de hacer recomendaciones para hacer cualquier tipo de cambio, lo que es claramente insuficiente”.

Resucitar Canal Nou

Al margen de esta iniciativa parlamentaria en el Senado, lo cierto es que las Cortes valencianas ya han puesto los mimbres para que la cadena autonómica que cerró Alberto Fabra en 2013 pueda ser resucitada. En julio, la cámara aprobó una nueva ley apoyada por PSPV-PSOE, Compromís, Podemos y Ciudadanos y que fija un nuevo modelo de televisión teóricamente más austero y con órganos independientes del poder político.

El nuevo Canal Nou nacería, eso sí, con las alas cortadas en materia presupuestaria. La denominada Corporación Valenciana de Medios de Comunicación (CVMC) recibirá una “compensación” económica por su labor de servicio público que no podrá ser inferior al 0,3% del presupuesto de la Generalitat, pero tampoco superior al 0,6%. Esto es sinónimo de una horquilla financiera de entre 50 y 100 millones de euros al año. Los primeros ejercicios, la aportación estará más cercana al porcentaje mínimo que al máximo, por una cuestión de disponibilidad de recursos de la Administración valenciana. El resto de la financiación se conseguiría a través del mercado publicitario. La antigua televisión valenciana llegó a acumular una deuda de 1.200 millones y gastaba más de 300 millones al año.