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Firmas históricas de 'El Mundo' se revuelven contra la demanda de David Jiménez
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16 firmas se adhieren a un comunicado crítico

Firmas históricas de 'El Mundo' se revuelven contra la demanda de David Jiménez

Lucía Méndez, Fernando Lázaro o Emilia Landaluce, entre otros, suscriben un duro comunicado contra la demanda por presiones presentada por el exdirector de 'El Mundo'

Foto: David Jiménez, exdirector del diario 'El Mundo'. (EFE)
David Jiménez, exdirector del diario 'El Mundo'. (EFE)

La carta lleva una semana colgada en el tablón de anuncios del diario 'El Mundo' y, hasta el momento, 16 periodistas de la redacción -no son muchos, pero entre ellos hay algunas firmas históricas de la cabecera- la han secundado como respuesta a la insólita demanda presentada por David Jiménez tras su cese fulminante como director del periódico. Como adelantó este diario, Jiménez solicitó el pasado 1 de junio en los tribunales la nulidad de su despido alegando que, durante el año en el que se mantuvo en el cargo, se produjo “una vulneración de los derechos fundamentales y de la cláusula de conciencia” por parte de Antonio Fernández Galiano, el presidente de Unidad Editorial. Y ante esta extraña salida, sus enemigos internos dentro de la cabecera han consumado su 'vendetta' en plato frío.

“La redacción de 'El Mundo' se ve en la obligación de responder a la demanda presentada por su exdirector para reclamar contra la empresa editora por una supuesta vulneración de su cláusula de conciencia, pretensión que por sí sola resulta tremendamente dañina para el crédito y la consideración de nuestro trabajo”. Así empieza el encabezado de la nota que firma, en primer lugar, la periodista Lucía Méndez, una de las personas que más airadamente reaccionaron, hace un año y entonces frente a Galiano, tras el inesperado despido de Casimiro García-Abadillo.

La mención a la cláusula de conciencia en la demanda de Jiménez estaría haciendo referencia a las presuntas presiones ejercidas por Galiano sobre Jiménez para determinar la línea editorial del periódico y favorecer sus intereses, lo que habría provocado un desencuentro entre ambos que se intensificó en los últimos meses, a raíz del ERE presentado por Unidad Editorial y del motín que se produjo como consecuencia en la redacción de 'El Mundo'.

“Sin prejuiciar las eventuales responsabilidades de nuestro editor, de las que esta redacción no ha tenido ninguna noticia, la recepción de presiones es inherente al cargo de director de 'El Mundo”, continúa el comunicado de parte de la redacción. “Así ha sido desde su fundación en 1989 como consecuencia de la audacia y el incisivo pulso informativo de las páginas del diario, dramáticamente deteriorado durante el año de gestión de David Jiménez”. Las críticas contra Jiménez se acentúan en este punto y ponen de manifiesto la escasa sintonía que el ya exdirector tuvo con buena parte de su redacción. Hay que recordar que horas antes de que se conociera el despido de Jiménez, abandonaba de forma voluntaria el periódico otro de sus principales detractores, Agustín Pery.

La carta la suscriben otros históricos como Fernando Lázaro, responsable de información sobre Interior; Joaquim Manso, redactor de Nacional; la columnista Emilia Landaluce, o Fernando J. Leal, entre otros nombres menos conocidos del periódico.

“Lo que ha resultado insólito, en cambio, durante su mandato ha sido su renuncia desde el primer día a su obligación y su derecho a actuar de contrapeso frente a esas presiones, tal como sí habían hecho con liderazgo y decisión sus antecesores”, prosigue el escrito. “Durante su tiempo entre nosotros, Jiménez jamás expresó en ese sentido ninguna queja que la redacción haya conocido. Antes al contrario, lo que sí hizo fue lo que nunca debe hacer un director de 'El Mundo': trasladar casi a diario en primera persona presiones a sus periodistas para que rebajasen el tono y el cariz o, directamente, eliminasen determinadas informaciones críticas con el poder o que, sencillamente, le resultaban molestas porque algún jefe de prensa o algún seguidor de Twitter se atrevía a reprochárselas. En todos los casos, esta redacción respondió con la profesionalidad y el coraje que le corresponden, pero es a ese ejercicio de cobardía editorial al que debemos, en buena parte, la trágica situación de esta cabecera, inimaginable en mayo de 2015”, concluyen.

El acto de conciliación entre Jiménez y la empresa ha sido fijado para este mes de junio y el exdirector, uno de los últimos altos cargos de la redacción en enterarse de su propio despido, se enfrenta de manera frontal a la empresa para la que trabajó desde el inicio de su carrera. En términos jurídicos, la cláusula de conciencia es un derecho constitucional de los profesionales de la información que tiene como objeto garantizar la independencia en el desempeño de su función profesional.

David Jiménez fue fulminado durante la puesta en marcha del tercer ERE de Unidad Editorial, que afectará a 160 trabajadores, entre ellos a 38 periodistas de la redacción central de 'El Mundo'. Según fuentes corporativas, ante la posibilidad de que el núcleo duro de la redacción, con las firmas más destacadas, se acogiera a las condiciones de salida, la editora optó por no renovar el contrato por un año que tenía el director, que justo vencía en estas fechas.

Durante sus 12 meses al frente de la redacción, el propio Jiménez reconoció en privado en más de una ocasión las dificultades que entrañaba el reto de hacerse con las riendas de 'El Mundo' tras 17 años en el extranjero como corresponsal en Asia. Desde el 26 de mayo, ejerce en funciones como director el periodista Pedro García Cuartango, auxiliado por Rafael Moyano como su mano derecha. Su estancia en el cargo, sin embargo, se prevé corta, hasta que Galiano concrete el nombre del sucesor definitivo, que podría darse a conocer una vez cerrado el ERE.

La carta lleva una semana colgada en el tablón de anuncios del diario 'El Mundo' y, hasta el momento, 16 periodistas de la redacción -no son muchos, pero entre ellos hay algunas firmas históricas de la cabecera- la han secundado como respuesta a la insólita demanda presentada por David Jiménez tras su cese fulminante como director del periódico. Como adelantó este diario, Jiménez solicitó el pasado 1 de junio en los tribunales la nulidad de su despido alegando que, durante el año en el que se mantuvo en el cargo, se produjo “una vulneración de los derechos fundamentales y de la cláusula de conciencia” por parte de Antonio Fernández Galiano, el presidente de Unidad Editorial. Y ante esta extraña salida, sus enemigos internos dentro de la cabecera han consumado su 'vendetta' en plato frío.

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