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El modelo de RTVE de Rajoy hace agua con el enésimo bandazo en la dirección
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EL DIRECTOR DE TVE PRESENTA SU DIMISIÓN

El modelo de RTVE de Rajoy hace agua con el enésimo bandazo en la dirección

La salida de José Ramón Díez supone el último cambio de timón en una tele por la que han ido saltando numerosos directivos a lo largo de toda la legislatura

Foto: Mariano Rajoy, con Bertín Osborne, en el programa 'En la tuya o en la mía'. (EFE)
Mariano Rajoy, con Bertín Osborne, en el programa 'En la tuya o en la mía'. (EFE)

Si el Partido Popular tenía algún modelo trazado de cómo quería que fuera la televisión pública de la 'era Rajoy', ese esquema ha hecho agua de forma irremediable a lo largo de toda legislatura entre continuos bandazos en casi todas sus áreas. Desde la propia presidencia de la Corporación, descabalgada a mitad de mandato por las diferencias con Hacienda y con Cristóbal Montoro, hasta los directivos de sus informativos y de sus principales cadenas. El cese del director de TVE, José Ramón Díez, en medio del vacío de poder que vive el servicio público desde las elecciones generales, vuelve a poner en evidencia la ausencia de un proyecto de futuro y a largo plazo para la radio y la tele públicas, que pierden audiencia a pasos agigantados en medio de continuas críticas a su politización.

Leopoldo González Echenique, Ignacio Corrales, Julio Somoano, Manuel Ventero y, ayer, José Ramón Díez. La lista de directivos que han pasado de puntillas por RTVE en los últimos cuatro años y que han salido de forma apresurada y sin finalizar su proyecto se encadena con el vacío de poder que se arrastró durante la última etapa de la 'era Zapatero', con la marcha del veterano Alberto Oliart (2011). Aquel episodio dio lugar a una etapa de transición con una presidencia rotatoria en que La 1 perdió algunos de sus programas más emblemáticos, como 'Amar en tiempos revueltos', que cambió de cadena para convertirse en 'Amar es para siempre' (Antena 3). En aquel largo ínterin, y con las fuentes de financiación mermadas tras la supresión de la publicidad, TVE retrocedió varios escalones de los que nunca se ha vuelto a recuperar.

La dimisión de José Ramón Díez como director de la tele se produce apenas un año y medio después de sustituir a Ignacio Corrales en idéntico desempeño. Algunas voces de la plantilla dirán que, durante su mandato, se han incrementado aún más las externalizaciones a productoras ajenas a la Casa, pero lo cierto es, que con él al frente de la batuta, La 1 ha recuperado posiciones clave en el 'prime time'. Con éxitos indiscutibles como 'En la tuya o en la mía', una apuesta suya personal por el programa de Bertín Osborne, gran revelación de la parrilla, o el estreno de 'El Ministerio del Tiempo', que se ha consolidado entre la audiencia en su segunda temporada.

Sea como fuere, hace mucho tiempo que José Ramón Díez no se sentía cómodo en su despacho de Prado del Rey y en un territorio poblado de diferentes 'reinos de Taifas' en los que cada uno iba por su lado. Enrique Alejo, el hombre de Montoro dentro de RTVE, por un lado, con su obsesión por recortar y recortar las cuentas del grupo. José Antonio Sánchez, el presidente y exdirector general de Telemadrid, por otro, prestando un último servicio al PP y a Mariano Rajoy después de haber aparecido en los papeles de la contabilidad b de Bárcenas y haber reconocido, públicamente en el Congreso, que vota y votará siempre al partido de la gaviota. Y un área de informativos, por último, comandada por José Antonio Álvarez Gundín, y que rivalizaba con otros programas de la cadena como el fallido debate de Ernesto Sáenz de Buruaga, 'Así de claro'. En estos continuos tiras y aflojas, Díez tuvo que tragar con imposiciones que venían de arriba, como la contratación de José Luis Moreno ('La alfombra roja') o el ultimo fichaje oculto del exdirector de 'La Gaceta', Carlos Dávila.

Su antecesor, Ignacio Corrales, permaneció dos años y medio en el canal y salió en junio de 2014. Desde octubre de ese año, es vicepresidente del grupo audiovisual Lavinia. Por su parte, el director de Radio Nacional de España (RNE) que accedió con él en 2012 a la nueva RTVE, Manuel Ventero, tuvo que ser cesado muy poco tiempo después, en junio de 2013, y recolocado al frente de la dirección de Comunicación y Relaciones Institucionales, en donde permanece a la vera del presidente de RTVE. En este caso, la operación fue muy sencilla, pues se llevó a cabo mediante un cambio de cromos con quien había ocupado ese cargo de comunicación hasta entonces, Alfonso Nasarre, hermano del exdiputado del PP Eugenio Nasarre, y actual director de la radio pública.

Aunque sin duda el relevo más sonado fue el del propio Leopoldo González Echenique, abogado del Estado de la promoción de 'La Gloriosa' y propuesto por Soraya Sáenz de Santamaría para presidir RTVE frente a otros candidatos que barajaba Génova 13 y el equipo de María Dolores de Cospedal. Echenique 'saltó' de la tele en septiembre de 2014, achicharrado después de haber encallado con el equipo de Cristóbal Montoro, que le prometió y después le negó una inyección extraordinaria de 130 millones para la sostenibilidad de la Corporación. Se marchó apesadumbrado y en medio de reproches al Ejecutivo, pero su salida sirvió de pretexto para remodelar por completo la cadena y apostar por perfiles mucho más políticos, más conservadores, y para ejecutar un giro a la derecha dentro de Televisión Española.

placeholder Torrespaña. (Reuters)
Torrespaña. (Reuters)

En ese contexto, y en vísperas del macro-año electoral en el que se convirtió 2015, se sucedieron los relevos de Julio Somoano al frente de los servicios informativos y el desembarco del exjefe de Opinión de 'La Razón', José Antonio Álvarez Gundín, así como el fichaje de varios periodistas procedentes de la antigua Intereconomía Televisión para ocupar algunas plazas clave dentro de los servicios informativos. Somoano sobrevive desde entonces al frente de un programa de debate relegado al horario de madrugada y en el que no suelen participar primeras espadas de la política.

Entretanto, y a la espera de que los pactos de gobierno aclaren el futuro de RTVE, la tele sigue adelante con un modelo de financiación sin publicidad y dependiente de las inyecciones públicas y de las tasas a los operadores que asfixian su futuro. Un modelo de financiación que los actuales gestores, los que están y los que se han marchado, han criticado abiertamente sin que el Congreso haya estudiado con seriedad la posibilidad de acometer cambios de calado. Ni en ese punto ni en el posible redimensionamiento de la plantilla (6.300 trabajadores). Si el PP tenía un modelo a largo plazo para TVE, ni está ni se le espera ya a estas alturas.

Si el Partido Popular tenía algún modelo trazado de cómo quería que fuera la televisión pública de la 'era Rajoy', ese esquema ha hecho agua de forma irremediable a lo largo de toda legislatura entre continuos bandazos en casi todas sus áreas. Desde la propia presidencia de la Corporación, descabalgada a mitad de mandato por las diferencias con Hacienda y con Cristóbal Montoro, hasta los directivos de sus informativos y de sus principales cadenas. El cese del director de TVE, José Ramón Díez, en medio del vacío de poder que vive el servicio público desde las elecciones generales, vuelve a poner en evidencia la ausencia de un proyecto de futuro y a largo plazo para la radio y la tele públicas, que pierden audiencia a pasos agigantados en medio de continuas críticas a su politización.

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