Podemos quiere que el jefe de los telediarios sea votado en referendo vinculante

Pablo Iglesias también tiene una extensa y detallada hoja de ruta para controlar Radio Televisión Española (RTVE). La reforma de la Corporación pública está incluida en uno de los puntos que forman parte del extenso documento programático con el que Podemos fija las bases para un hipotético Gobierno de coalición con el PSOE. Su hoja de ruta incluye una profunda renovación del consejo de administración de la tele, con representación de los espectadores y de los trabajadores incluida, y la celebración de un referendo vinculante entre toda la redacción para la elección del jefe de informativos, el responsable último de los telediarios.

A día de hoy, esa votación no tiene carácter vinculante y, de hecho, no ha servido para frenar o modificar de ningún modo los últimos directores de informativos que han pasado por la redacción de Torrespaña procedentes de otros medios de comunicación. Por ejemplo, el actual director, José Antonio Álvarez Gundín, ex jefe de Opinión del diario 'La Razón', solo fue respaldado por el 3,7% de la redacción (28 votos a favor de una votación en la que participaron 746 personas y hubo 144 papeletas en blanco). Cuando el elegido fue Julio Somoano, en 2012, el 70% de la redacción se abstuvo en esa consulta y solo votaron 472 redactores. Y solo el 8% avaló su llegada a RTVE para sustituir a Fran Llorente.

El mecanismo, pues, no ha dejado de ser siempre un elemento simbólico y poco efectivo. De modificarse de acuerdo a los planes de Podemos, podría dar el poder a los trabajadores para bloquear cualquier nombramiento impuesto desde arriba y convertir la redacción del Telediario en un búnker de cara a decisiones impopulares tomadas por el consejo de administración o, en última instancia, por el presidente de la Corporación.

Olvida recuperar la publicidad para TVE

Si el borrador que baraja Pedro Sánchez toma como modelo de despolitización de RTVE el caso de la televisión portuguesa, Podemos va más allá y propone una revolución total del canal público, empezando por su órgano de gestión y de gobierno. Aunque desaparece de esta redacción última una de las principales ideas que abanderó durante la precampaña: la vuelta de la publicidad a Televisión Española como vía de financiación.

Olvidado este compromiso, la propuesta de Podemos pasa por modificar la elección de los consejeros para que estos accedan por concurso público y, después, sean ratificados por el Congreso para evitar así el 'dedazo' de los partidos políticos para designar a sus correspondientes representantes en la cabeza de RTVE. “Además, el presidente será elegido en función de su proyecto de futuro, en el que detalle la reforma de la Corporación que propone, y deberá ser ratificado por mayoría cualificada de 2/3”, explica el documento. Una mayoría que supone el regreso al plan ideado por la Ley de 2006 impulsada por el Gobierno de Zapatero y en la que coincide, como no podía ser de otro modo, el PSOE.

Más poder a los sindicatos

Pero los cambios irían más allá, pues el consejo ideado por Podemos debería dar cabida también a más de un representante (el número exacto no lo especifica) de los 6.300 trabajadores que forman parte de la Corporación. Estos representantes serían elegidos por “votación directa específica, como ocurre con el consejo de informativos”, añade el texto. Hay que recordar, al respecto, que los representantes de los sindicatos mayoritarios en RTVE formaban parte del consejo de administración hasta la última reforma legal impulsada por el Gobierno de Mariano Rajoy, en 2012. Hasta entonces, en la mesa se sentaba un representante de UGT, la fuerza mayoritaria en la televisión pública, y otro de Comisiones Obreras.

A esta vuelta de los sindicatos se uniría la elección del defensor de la audiencia “por parte de la ciudadanía, en votación directa a través de medios interactivos”. Esta figura de nueva creación también formaría parte del consejo y rotaría cada tres años, según los planes de la formación de Pablo Iglesias. La participación de la ciudadanía también se potenciaría “a través de tecnologías interactivas multiplataforma, para garantizar su implicación con el servicio público y su relevancia en el nuevo escenario digital y en escenarios de consumo no lineal”, dice el partido recurriendo a un método que recuerda mucho a las consultas que Podemos realiza de forma frecuente entre sus círculos y que el Ayuntamiento de Madrid ha implementado, por ejemplo, para conocer la opinión de los madrileños sobre la reforma urbanística de la Plaza de España.

Otras medidas del programa de gobierno apuestan por crear “un consejo social amplio y con competencias a través del cual la sociedad civil pueda decidir los principios de gestión de la radiotelevisión pública y vigilar su cumplimiento”. También aboga por una mayor transparencia en la gestión de la radio y de la tele con la publicación de toda la contabilidad “en una web específica accesible al contribuyente”. Por último, Podemos quiere también potenciar el derecho de acceso de los grupos políticos y sociales significativos mediante la reserva de “espacios sistemáticos específicos en horario relevante”.

Estos mismos ejes de cambio de RTVE también son aplicables por Podemos a la agencia EFE para garantizar su “independencia, participación y transparencia” en la gestión. Sobre el resto del sector mediático, la formación también coincide con Pedro Sánchez en la idea de crear un consejo audiovisual independiente, una figura que el líder socialista quiere poner en marcha en un plazo máximo de seis meses después de su hipotética investidura. El documento programático señala, por último, la necesidad de cumplir la actual Ley Audiovisual en lo relativo a los medios comunitarios, como ya ha defendido la formación en otras citas electorales como la madrileña.