El director de TVE aboga por que la cadena salga de los audímetros de Kantar Media

El director de Televisión Española (TVE) no se cree las mediciones que arrojan los 3.000 audímetros que controlan las audiencias de la pequeña pantalla en nuestro país y que son la base del trabajo diario sobre el que se sustentan las cadenas privadas. Por eso, José Ramón Díez abogó ayer, en un desayuno de trabajo celebrado en la sede del IESE en Madrid, por que la televisión pública abandone esta medición a medio plazo y se rija, en el futuro, por otros controles externos que sean, a su juicio, más fiables. Díez se expresó así después de que La 1 haya vuelto a marcar un hito en su pérdida acelerada de espectadores tras registrar el peor noviembre de su historia y caer por debajo de los dos dígitos de audiencia.

La primera cadena cerró el mes pasado con un pobre 9,7% de audiencia, según los datos oficiales que registra la empresa Kantar Media en base a sus aparatos de medición. Una técnica que, para el director de TVE, no se ajusta a la realidad ni a los resultados de impacto que algunos programas de la Casa obtienen en redes sociales como Twitter. Baste recordar, en este sentido, el caso de la serie 'El Ministerio del Tiempo', que fue todo un fenómeno social en redes sociales y que, sin embargo, se movió en cifras de audiencia de en torno al 10 y el 12%.

“Yo no me creo las mediciones de Kantar Media”, explicó Díez en el IESE. “Como televisión pública, ni puedo ni quiero competir con las televisiones privadas, pero hoy en día hay otras formas de medir las audiencias”. Como ejemplo, expuso el control que lleva a cabo Movistar+ entre sus abonados, que le permite saber exáctamente el número de clientes que están viendo cada canal de su oferta. “Telefónica, que tiene más de tres millones de consumidores en la televisión de pago, mide internamente las audiencias al detalle. Esas audiencias siguen dando a Telecinco como cadena líder pero no coinciden exactamente con las cifras de Kantar Media”.

“Todo pasa por reconvertir la plantilla”

En su encuentro en el IESE con periodistas y profesores universitarios, Díez también hizo balance de su percepción sobre el actual estado de la televisión pública cuando está a punto de vencer su mandato al frente de la cadena.

En este sentido, señaló que el modelo actual, gigantesco en su estructura, “no sirve, no es sostenible y no es factible”. “La estructura es, si no gigantesca, sí muy grande. Nació y creció pensando en otra época. En la actual, se está mostrando insostenible. Es necesaria una readaptación de la plantilla de forma rápida y radical. No es un problema de sindicatos ni de ningún otro tipo, sino que es un problema de adaptarse a los medios actuales para sobrevivir”. Sobre todo, en un contexto en el que cambian las formas de consumir televisión a un ritmo vertiginoso y cuando los menores de 25 años apenas se sientan ya delante del televisor para seguir sus series o espacios favoritos y optan, en cambio, por el consumo a través de otros dispositivos móviles o a través de plataformas como Netflix, que crea y distribuye sus propios contenidos.

“Todo pasa por la reconversión de la plantilla rápida y radical”, explicó. “No estamos hablando de despidos ni EREs. Hay una masa de trabajadores que necesita reconvertir sus puestos de trabajo en otros puestos que no existían cuando entraron a trabajar dentro de Televisión Española”. En este sentido, Díez destacó que uno de los principales problemas que arrastra la Corporación es el alto envejecimiento de su plantilla y la no incorporación a la Casa de nuevos profesionales más jóvenes que puedan aportar nuevas ideas y formatos a la producción de TVE. Tal y como publicó este diario, a día de hoy siete de cada 10 trabajadores fijos de la Corporación superan los 50 años, lo que complica mucho el hecho de que la cadena pueda abordar el futuro de las nuevas tecnologías con éxito. “El talento y la creatividad no pueden estar en plantilla. Esto nos va a llevar, cada vez más, a la externalización”, añadió.

“No puedo tener en plantilla a un guionista, un actor o un presentador estrella, debo recurrir a él para un programa en concreto. Si no, si tengo a alguien en plantilla, recibo críticas de que TVE siempre tiene las mismas caras. Reivindico la libertad de los programadores para elegir apuestas que no tienen por qué ser hechas por la gente habitual con la que cuentas”.