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Del piano de Narcís Serra a Bertín y la Campos: los mítines no pueden con la TV
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LA TELEVISIÓN COMO ARMA DE CAMPAÑA MASIVA

Del piano de Narcís Serra a Bertín y la Campos: los mítines no pueden con la TV

Los candidatos al 20-D centran su campaña en los programas de TV en detrimento del mitin de toda la vida. En opinión de los expertos, son una "auténtica mina" para arañar votos en la recta final

Foto: Pedro Sánchez visitó la casa de Bertín Osborne en el programa 'En la tuya o en la mía'. (RTVE)
Pedro Sánchez visitó la casa de Bertín Osborne en el programa 'En la tuya o en la mía'. (RTVE)

Los candidatos han descubierto al fin el poder de la televisión para seducir a las masas y donde hasta hace poco era impensable ver a un político vendiendo su programa ahora es de lo más normal. Bertín Osborne, en su casa, y María Teresa Campos, en el plató de Telecinco, son dos de los ejemplos más claros. También el baile de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en 'El Hormiguero' de Pablo Motos. Los expertos en comunicación política lo tienen claro: en tiempos en los que hay un gran número de indecisos y nuevos partidos y candidatos en juego, cada minuto positivo de televisión suma más que nunca.

El pasado miércoles, 3,7 millones de espectadores (un 20,4% de 'share') vieron al líder del PSOE, Pedro Sánchez, con Bertín Osborne en La 1 de Televisión Española. Un espacio amable, que siempre saca el lado más positivo de los invitados, en el que no caben las preguntas incómodas y que permitió a Sánchez lucir sonrisa y esa imagen algo acartonada de yerno ideal al que toda madre votaría el próximo 20 de diciembre. Un éxito sin paliativos, desde el punto de vista de la comunicación política y de la estrategia electoral. El propio Pedro, al inicio de la entrevista, exponía alguna de las claves que le llevan a él y sus rivales a esta sobreexposición televisiva.

- Pedro Sánchez: “Yo he ido abriendo camino en mostrar al político en su lado más humano”.

- Bertín Osborne: “Yo creo que deberíais humanizaros más de cara a la gente. Y el objetivo fundamental de este programa es que te conozcan como persona”.

- Pedro Sánchez: “Yo creo que en los últimos años ha habido un alejamiento clarísimo de la opinión pública de los políticos. Como si los políticos viviéramos en Marte”.

A tres semanas de las elecciones, Antonio Gutiérrez Rubi, consultor político y asesor de comunicación, considera importantísimo prodigarse en este tipo de programas. “Cuando hay un volumen de indecisos tan alto, ir a espacios donde puede haber muchos electores que no tienen una opinión formada sobre los nuevos candidatos es una oportunidad de mostrarse más cercano”, explica. “Permite ver aspectos de la personalidad del político, de sus valores, tener información sobre su carácter... Ofrece impresiones emocionales que quizás influyan más al final en la decisión del voto”.

Albert Rivera y Pablo Iglesias han basado desde hace más de un año buena parte de su estrategia política en su recurrente actividad televisiva como tertulianos y en programas como 'La Sexta Noche' y 'Mañanas Cuatro'. A eso siguió, después, la llamada en directo de Pedro Sánchez a Jorge Javier Vázquez, en 'Sálvame', y su especial con Jesús Calleja colgado de un torre eólica de Iberdrola. La última en sumarse a esta 'tourné' televisiva ha sido la número dos del Gobierno, que derrocha sonrisas en televisión allá donde su jefe de filas prefiere quedarse en un segundo plano. Ya sea en el debate a cuatro del 7 de diciembre o en 'El Hormiguero'. Rajoy ha cultivado menos esta faceta mediática pero también lo hemos visto en modo comentarista de la Champions, y pasará también por el diván de Bertín y de la Campos.

“Los políticos siempre han aprovechado los espacios más sociales”, explica el consultor Luis Arroyo, que asesora, entre otros, al líder del PSOE. “Recuerdo hace años a Narcís Serra tocando el piano en un programa de Julia Otero o al Loco de la Colina, Jesús Quintero, entrevistando a Alfonso Guerra cuando aún era vicepresidente”. En su opinión, la hora de televisión de Sánchez con Bertín en TVE fue un éxito porque permitió al líder del PSOE llegar hasta esos públicos que no están politizados y que no tienen, de entrada, una posición en su contra.

Una mina de oro televisivo

“En ese público de 'prime time', con más de tres millones de espectadores, ese formato amable y cercano que muestra a un político que es un padre de familia esforzado, de una familia trabajadora… Eso es, indiscutiblemente, una mina”, añade Arroyo. “Igual que también lo fue el baile de Soraya con Pablo Motos”.

Pero si hay un punto de inflexión en esta campaña con respecto a otras presidenciales, es la exaltación de la televisión por encima de todas las cosas. Hasta la fecha, Rajoy todavía no tenido tiempo para presentar el programa electoral con el que el PP concurre a las elecciones y Ciudadanos no hará la propio hasta este domingo, en la recta final de la cita con las urnas.

“Programas como el de Bertín Osborne o el de María Teresa Campos tienen un claro destinatario: un público de edad avanzada (es muy raro que jóvenes menores de 35 años vean esos programas)”, razona David Redolí, presidente de la Asociación de Comunicación Política. “Puesto que el PP y el PSOE cuentan con muy poca intención de voto entre el colectivo de jóvenes, se concentran en consolidar o en arañar votos en franjas de edad en las que saben que tienen muchas posibilidades”.

En opinión de este sociólogo, los grandes caladeros de votos cada vez están más definidos por edad y eso exige “afinar mucho los formatos, los canales y los mensajes con los que aparecer ante los ciudadanos”. Los 8,5 millones de españoles que tienen 65 o más años son el nicho más numeroso del electorado (22%) y los que mayores índices de participación marcan (el 92% dice estar dispuesto a acudir a las urnas el 20 de diciembre). “Son más, votan más y lo hacen distinto al resto, porque siguen abrazando mayoritariamente a PP y PSOE”, añade. “Por el contrario, los jóvenes apoyan mayoritariamente (en intención de voto) a Podemos y a Ciudadanos. Sobre estas realidades sociológicas se redactan, en parte, los programas electorales y se diseñan las estrategias de campaña (sin renunciar a ningún colectivo de votantes, claro está)”.

Los debates, cruciales

Quizá por eso, entre otras razones, Rajoy se permita el lujo en estas elecciones de menospreciar el debate a cuatro con Sánchez, Iglesias y Rivera y centrarse en otros 'bolos' como el de comentarista deportivo en la Cope. Para los expertos, sin embargo, los debates seguirán siendo igualmente cruciales para remover de sus asientos a los indecisos.

“Los debates y programas llegan a públicos diferentes y en momentos diferentes”, sostiene Gutiérrez Rubi. “No son excluyentes y creo que este año van a tener mucho interés”, añade. Luis Arroyo, por su parte, también considera que los cara a cara serán decisivos. “Hay todavía mucho indeciso y una intención alta de participación en las próximas elecciones. Y a esto se añade que hay mucho producto nuevo con menos de un año. Cuatro de los cinco candidatos, si incluimos a Alberto Garzón, son productos nuevos para los electores".

“Nunca olvidemos que lo que vemos los ciudadanos no es ni más ni menos que lo que los medios de comunicación nos muestran”, concluye Redoli. “Los medios son los grandes intermediarios entre el poder y la ciudadanía, y son protagonistas también, por lo tanto, de la lid política, ya que ellos marcan, con sus formatos, parte de las reglas del juego de una campaña electoral. Unas reglas del juego a las que los políticos, si quieren llegar a los votantes, deben prestarse, les guste o les disguste. Los periodistas, por lo tanto, son también los grandes políticos de esta liturgia llamada 'campaña electoral'. Los periodistas, sí, pero también los 'showmen' y cantantes como Bertín Osborne o Jesús Calleja. La televisión se ha convertido en el nuevo arma de campaña masiva. Todo sea por arañar un voto más.

Los candidatos han descubierto al fin el poder de la televisión para seducir a las masas y donde hasta hace poco era impensable ver a un político vendiendo su programa ahora es de lo más normal. Bertín Osborne, en su casa, y María Teresa Campos, en el plató de Telecinco, son dos de los ejemplos más claros. También el baile de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en 'El Hormiguero' de Pablo Motos. Los expertos en comunicación política lo tienen claro: en tiempos en los que hay un gran número de indecisos y nuevos partidos y candidatos en juego, cada minuto positivo de televisión suma más que nunca.

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