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Iglesias reinventa 'El Hormiguero', rebaja la sonrisa a Pablo Motos y se hace cantautor
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SE soltará LA melena SI GANA LAS ELECCIONES

Iglesias reinventa 'El Hormiguero', rebaja la sonrisa a Pablo Motos y se hace cantautor

Pablo Iglesias no se marcó un Iceta, al estilo de Soraya Sáenz de Santamaría, pero se convirtió en cantautor, sacó las tijeras de podar y, sobre todo, confrontó sus principios políticos con Pablo Matos

Foto: Pablo Iglesias interpretó en directo una canción de Javier Krahe. (Twitter Podemos)
Pablo Iglesias interpretó en directo una canción de Javier Krahe. (Twitter Podemos)

Pablo Iglesias no bailó en 'El Hormiguero 3.0', pero sí se convirtió en cantautor, interpretando una canción contra la violencia machista de Javier Krahe, sacó las tijeras de podar y, sobre todo, confrontó sus principios políticos con Pablo Motos. Lo hizo en 'prime time', en una edición especial del programa, y con la cola de audiencia del partido de Liga de Campeones que enfrentó al Real Madrid y al PSG. La visita de Iglesias otorgó al programa su récord histórico de audiencia con un 21,7% de share y 3.823.000 espectadores.

Fue una entrevista en la que el presentador no cayó en su habitual amabilidad con los invitados, con las pertinentes interrupciones de 'Trancas y Barrancas', pero en la que hubo tiempo para destripar, y discutir, el discurso de Podemos: lucha contra la corrupción, distribución de la riqueza, defensa del sector público, el I+D o el cambio de modelo productivo.

La sonrisa del presentador estaba más atenuada de lo habitual durante esta primera parte del programa, la estrictamente política. Durante casi tres cuartos de hora, el candidato de Podemos pudo vender así varias de las propuestas, principalmente sobre progresividad fiscal y rescate ciudadano, que llevará la formación en su programa electoral para las elecciones del 20-D, así como reflexionar sobre la propia campaña electoral que se avecina. Por un tiempo, al menos, Pablo Iglesias reinventó el formato del espacio producido por 7 y Acción, transformando el entretenimiento y el 'buenrollismo' en un espacio de debate político sin apenas miramientos cómicos.

Transcurrida esta primera fase del programa, propiamente centrada en cuestiones políticas, se rebajó el tono y el espacio recuperó su filosofía, la del mero entretenimiento televiso. Todo vale en campaña, y más en la televisión, el medio donde mejor se desenvuelve el líder de la formación morada. Pablo Iglesias iba a divertirse, dispuesto a dejarse llevar, sin poner límites y evitando ceños fruncidos (menos cuando abordó la cuestión catalana), y solo logró conseguirlo a medias. Eso sí, encajó con una sonora y natural carcajada el burlesco montaje sobre la fusión entre su formación y la de Albert Rivera: Ciudademos.

De regalo, un disco de rap combativo

Pablo Iglesias no llegó con las manos vacías, sino que siguió su tradición de regalar (primero la serie 'Juego de Tronos' a Felipe VI, luego 'Juan de Mairena' de Antonio Machado a Mariano Rajoy, ahora quedaba la música). El presente para Pablo Motos fue un disco de los combativos 'Los Chikos del Maíz', que lidera el rapero Nega, amigo íntimo de Iglesias. Tampoco faltaron las apuestas: "Si gano las elecciones, vengo aquí y me suelto la melena".

Con don para romper los audímetros allá por donde pasa, como ya demostró regalando récords históricos de audiencia a Pedro Piqueras en 'Informativos Telecinco', a Jordi Évole en 'Salvados', a Ana Pastor en 'El Objetivo' o a Risto Mejide en 'Viajando con Chéster', primero, y en 'Al Rincón' más recientemente, habrá que esperar a las cifras de audiencia para calibrar el impacto de su aparición. Al margen de ello, no hay duda de que ha sido su mejor mitin.

El pasado mes de octubre, 'El Hormiguero' ya recibió a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, por cuyo baile junto al presentador, marcándose un Iceta, corrieron ríos de tinta. Anteriormente habían pasado por el plató del programa el candidato socialista Pedro Sánchez y el de Ciudadanos, Albert Rivera, además de políticos como Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes.

Pablo Iglesias no bailó en 'El Hormiguero 3.0', pero sí se convirtió en cantautor, interpretando una canción contra la violencia machista de Javier Krahe, sacó las tijeras de podar y, sobre todo, confrontó sus principios políticos con Pablo Motos. Lo hizo en 'prime time', en una edición especial del programa, y con la cola de audiencia del partido de Liga de Campeones que enfrentó al Real Madrid y al PSG. La visita de Iglesias otorgó al programa su récord histórico de audiencia con un 21,7% de share y 3.823.000 espectadores.

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