RCS finiquita por sorpresa a Casimiro para volcarse en el futuro digital de 'El Mundo'

Casimiro García Abadillo ya no cumplía el perfil que los italianos de RCS Mediagroup querían al frente del diario El Mundo. A sus 57 años, Unidad Editorial apuesta por una profunda transformación generacional en busca de un nuevo jefe de la tribu capaz de sintonizar con las nuevas generaciones y los miles de lectores que han dejado de tener el papel como primera fuente de información y han migrado a las versiones digitales de los diarios, ya sea a través del ordenador o de los dispositivos móviles. El futuro es digital o no lo es…

David Jiménez, excorresponsal en Asia del periódico, un periodista de la casa con 20 años de experiencia en El Mundo sí cumple ese perfil, a juicio de los accionistas italianos. Y esa parece ser la única explicación que le han dado a García Abadillo para destituirle sólo 15 meses después de la traumática salida del fundador de El Mundo, Pedro J. Ramírez.Resulta especialmente llamativo que su nombramiento como director le haya llegado justo cuando se encontraba en mitad de una excedencia cursandouna beca Nieman en la Universidad de Harvard, en el programa para periodistas profesionales“más prestigioso del mundo”,según ha destacado la propia empresa en el comunicado que explica su nombramiento. En los últimos años, Jiménez ha trabajado también en elMedia Lab del Instituto Tecnológico de Massachusetts(MIT), donde ha desarrollado proyectos sobre el futuro del periodismo y los desafíos digitales de la prensa. El mismo reto en busca de la supervivencia que ahora debe liderar al frente de una redacción que ayer estuvo a punto de amotinarse ante la salida fulminante de García Abadillo.

"Hace cinco días supe por una persona que en Italia estaban buscando un sustituto para mí", explicó el propio Casimiro a la redacción en su improvisado mensaje de despedida. "Preguntéa Antonio Fernández Galiano, nuestro presidente ejecutivo, y él me confirmó que Rizzoli estaba en un proceso de transformación de todos los directores y que se estaban marcando como objetivo que estos tuvieran en torno a 40 años y experiencia internacional".

Lasuerte de García Abadillo ha ido pareja a la de Ferruccio de Bartoli, director de Il Corriere della Sera, el otro gran diario del grupo RCS, que ha sacrificado a sus dos peones clave en una misma jornada. Susalidase oficializó ayer, en la reunión mensual del Consejo de Administración de Unidad Editorial.

La cabeza de Abadillo estaba en cuestión desde hace meses, según confirman fuentes del sector que conocían el malestar de Fernández Galiano con la trayectoria del diario a lo largo del último año. A Casimiro no le han avalado los datos en los kioscos –ha cerrado marzo por debajo de los 100.000 ejemplares (96.000 de media)–y en este tiempo ha visto salir del periódico a un ramillete de destacadas firmas que han optado por dar el salto a lo digital con el nuevo periódico ideado por Pedro J. Ramírez. Entre otros, han abandonado El Mundoel director de la web, Fernando Baeta; el periodista de investigación Eduardo Inda;la redactora especializada en tribunales, María Peral; el responsable de los suplementos, Miguel Ángel Mellado; y los corresponsales María Ramírez y Eduardo Suárez.

El cambio ha pillado con el pie cambiado a toda la redacción del periódico de la Avenida de San Luis. La adjunta al director, Victoria Prego, comparecía desolada junto a Casimiro mientras que otras firmas históricas del diario, como Lucía Méndez, montaban en cólera ante las explicaciones generacionales argumentadas para finiquitar a Casimiro. De hecho, Méndez fue una de las que, con más ahínco, pidió que Fernández Galiano diera explicaciones en persona y que saliera de su despacho para dar justificar el relevo.

Y es que, el hecho de que Galiano no acompañase a Abadillo durante su alocución a la plantillaagrandó el malestar de un buen grupo de redactores que llegó a amenazar con amotinarse y no cerrar el periódico de este viernes. Quejas que hicieron salir a Casimiro por segunda vez para pedir calma y que se centrase en su trabajo y que, finalmente, obligaron a Fernández Galiano a comparecer ante la plantilla. Se limitó –eso sí–a citar a todos para el próximo lunes, día en el que será presentado oficialmente David Jiménez como nuevo director.

Se busca acomodo para Casimiro

Hasta ese momento, Galiano sólo había ofrecido su versión en un comunicado que había remitido a todos los trabajadores y en el que mostraba su "reconocimiento y agradecimiento" a García-Abadillo por su gestión en este tiempo.

"Casimiro asumió la difícil tarea de dirigir El Mundo tras la salida de Pedro J. Ramírez, pero su labor ha permitido ir mucho más allá, y ha contribuido decisivamente a estabilizar los resultados del periódico, a fortalecer el equipo a partir de la reorganización de la redacción y el rediseño del periódico para acercarlo a las nuevas demandas informativas y de contenidos", explicó. "Los pasos dados por Casimiro serán el mejor punto de partida para la tarea ahora encomendada a David Jiménez".

El Consejo de Administración busca ahora fórmulas que permitan la continuidad de García Abadillo dentro del Grupo y en otras funciones, aunque su destino más inmediato no se decidirá hasta dentro de unas semanas. "El nombramiento de David supone un impulso al proceso de transformación digital de El Mundo que venimos desarrollando entre todos desde hace dos años", añadió Galiano.

Jiménez (Barcelona, 1971) ha desarrollado toda su carrera profesional en El Mundo, en donde empezó como becario en 1994. Tras ser nombrado corresponsal para Asia en 1998, Jiménez cubrió los conflictos de Afganistán, Cachemira o Timor Oriental, revoluciones en Birmania, Indonesia o Nepal, y los grandes tsunamis del Índico y el Pacífico. Además, es uno de los pocos periodistas que ha informado en dos ocasiones desde Corea del Norte. Sus artículos y reportajes han sido publicados en The Guardian, Corriere della Sera, The Sunday Times, Toronto Star y la revista Esquire, entre otros.

En una entrada en su propio blog personal, Jiménez ya ha mostrado una primera hoja de ruta para su nueva etapa como director. "Haber desarrollado casi toda mi carrera fuera de España tiene sus inconvenientes, y requerirá de un rápido aprendizaje y el apoyo de mis compañeros, pero también conlleva una gran ventaja –ha explicado–: no tengo ninguna afinidad especial por ningún partido político en España. No debo favores a nadie. Nadie me los debe a mí. Mi única agenda será la búsqueda de la verdad, la denuncia de la corrupción, la independencia de las instituciones, la regeneración de la democracia de España y la defensa del derecho de los ciudadanos a conocer cualquier información relevante para sus vidas".