¿Presiones? ¿Control? El periodismo hace autocrítica y mira hacia el futuro

"¿Dónde estábamos los periodistas hace diez años cuando parecía que todo iba tan bien? ¿Nos hemos puesto nosotros mismos los controles adecuados? ¿No creéis que el 'cuarto poder' se ha dejado absorber por el resto de poderes?” Con estas preguntabas arrancaba Arsenio Escolar, director de 20 Minutos, el XVI Congreso de Periodismo Digital celebrado en Huesca los días 12 y 13 de marzo.

Una cita de referencia para el sector periodístico español que desde el primer minuto tuvo que enfrentarse a cuestiones que no suelen tratarse a micrófono abierto. “Cuando un político viaja con una corte de periodistas, ¿no deberíamos indicarle al lector que el reportero que firma la información ha viajado con dinero público? Si predicamos la transparencia en todos los ámbitos, ¿por qué no pedimos que se acabe el reparto opaco de la publicidad institucional que premia o castiga a los medios según cómo traten a los poderosos?”, disparaba el periodista burgalés rompiendo el tradicional ambiente de amable corporativismo que se respira en cualquier congreso sectorial.

Una cuestión, la de la utilización de la publicidad institucional para controlar medios, que recogió al día siguiente su hijo Ignacio Escolar, director de El Diario, en su conversación con Pedro J. Ramírez. Sin embargo, el presidente de El Español (“de momento no hay director”, comentó divertido) prefirió desviar la cuestión hacia las empresas cotizadas que, señaló, deberían informar de las cantidades que gastan para influir en los medios. Una pretensión que el periodista comparte con el Ministerio de Economía, aunque por ahora tendrá que esperar.

Sobre presiones financieras habló sin tapujos Pere Rusiñol (fundador de Alternativas Económicas), que repasó los distintos bancos que se sientan en los consejos de los medios de comunicación o la campaña publicitaria del Banco Santander que cubrió todas las portadas de los diarios de papel. En la misma línea se explayó el periodista económico de Infolibre Santiago Carcar, que señaló que “los poderes financieros han llegado a los medios para quedarse”. Rusiñol, que ejercía como moderador, se refirió a Carcar como un periodista que “fue despedido de El País a pesar de ser uno de los mejores, porque no renunció a luchar”.

Junto a ellos, Giles Tremlett y Tobias Buck (corresponsales en España de The Economist y Financial Times respectivamente) explicaron los sistemas que garantizan la independencia de los periodistas en sus medios. “En todos estos años en el FT, mis jefes nunca me han dicho 'no escribas sobre esta empresa' o 'habla bien de ésta otra'”, aseguró Buck.

La precariedad interna de muchos medios salió a relucir también otras mesas, como la que abordaba el papel del periodismo en la lucha contra la desigualdad. “¿Con qué ánimo sale a contar las injusticias un periodista que soporta que le bajen el sueldo o no cobrar?”, se preguntaba Enric González.

Nuevos proyectos y razones para la esperanza

La otra cara de esta radiografía de las miserias de la profesión la pusieron los muchos y variados nuevos proyectos periodísticos que fueron presentados en el Congreso, muchos de los cuales nacen libres de las ataduras que sufren los medios tradicionales. De un lado, la iniciativas innovadoras que surgen en el corazón de las grandes redacciones, y del otro, las nuevas cabeceras que se están asomando al mercado.

En el primer caso, inauguró la presentación el Director de Innovación y Estrategia de El Confidencial, Alejandro Laso, que explicó el funcionamiento del Laboratorio de este diario (nuevas narrativas, diseño, experiencia de usuario, desarrollo de nuevas audiencias...) además de apuntar los nuevos caminos que abre el big data o el lanzamiento de un canal de Whatsapp. Sin embargo, quiso recordar que si El Confidencial puede apostar ahora por este tipo de innovaciones es gracias a que durante años basó su estrategia en crear un producto basado en el contenido potente, o en otros términos, un periódico “con chicha”.

“Sin chicha no hay dicha.” Me gustó eso. @alejandrolaso #CongresoHuesca

También Borja Bergareche y Alfredo Casares presentaron el trabajo que están desarrollando con sus respectivos laboratorios en Vocento y Diario de Navarra, y Delia Rodríguez detalló los primeros pasos de Verne, un proyecto que ya supone el 9% del tráfico de El País.

En lo relativo a nuevos medios, se presentaron dos semanarios (uno online y otro en papel) que apuestan por la calidad y la reflexión: CTXT, dirigido por el excorresponsal de El País en Roma y París, Miguel Mora, y Ahora, dirigido por Ramón González Férriz; si bien la mayor parte de la expectación estaba puesta en conocer nuevos detalles de El Español de Pedro J. Ramírez. Su subdirector, Eduardo Suárez, fue el encargado de relatar el proceso de construcción del medio y detallar el éxito de su recaudación mediante crowdfunding (3.600.000 euros aportados por 5.595 inversores).

Ya en la charla que clausuró el congreso, un diálogo entre Pedro Jota e Ignacio Escolar donde se habló mucho de empresa y poco de contenidos, el exdirector de El Mundo anunció que su nueva criatura cuenta ya con 11 millones de capital y que pensaba imitar muchos aspectos del modelo de negocio y la transparencia de El Diario. Cuando se le recordó que en este último hay una escala salarial en la que el nivel más alto es como máximo tres veces superior al más bajo, señaló que ese aspecto concreto no era posible en su caso, mientras los más maliciosos cruzaban rumores en el patio de butacas sobre los sueldos de los responsables de El Español.

Política española y lecciones extranjeras

También hubo sitio para debates periodísticos más atemporales, como la discusión sobre quiénes marcan realmente la agenda informativa, que contó con la presencia de Esteban Hernández, jefe de sección en El Confidencial. Ante el natural entusiasmo por las redes sociales en un Congreso de prensa digital, Hernández aportó una dosis de realidad recordando que, por norma general, la agenda la siguen marcando las tertulias de televisión y los medios de comunicación de masas. A modo de ejemplo señaló que, para adueñarse del discurso público, Podemos no había empezado por internet sino por los platós. En cualquier caso, algunas preguntas sobre este asunto quedaron sin respuesta, como la lanzada por Pedro de Alzaga, de Cuarto Poder: “¿Quién decide que en quince días Ciudadanos sea la gran esperanza democrática?”.

La respuesta quedó en el aire, aunque volvió a sobrevolar el ambiente en otra sesión, cuando Ignacio Urquizu, miembro del PSOE aragonés y del seminario de análisis político de Metroscopia, quiso recordar que “las encuestas se hacen preguntando a la gente”. Junto a él debatieron sobre modelos de televisión pública el concejal del PP en Zaragoza Fernando Ledesma, el eurodiputado de Podemos Pablo Echenique y la diputada de UPyD y colaboradora de El Confidencial Irene Lozano, muy felicitada en los pasillos por su labor en el caso de la capitán Zaida Cantera, víctima de abusos sexuales en el Ejército.

Precisamente la escasez de mujeres en el Congreso había sido objeto de debate en los días previos, lo que dio lugar a la organización de una mesa que abordara la brecha de visibilidad en un sector donde, pese a que el 60% de los estudiantes de periodismo son mujeres, solo uno de los primeros quince periódicos de papel tiene una directora y apenas hay un 17% de mujeres en los consejos de administración de los medios. “En 15 años nunca he tenido una jefa ni una compañera”, señaló Pilar Velasco, periodista de investigación en la Cadena Ser, mientras Virginia Pérez Alonso, vicedirectora del Grupo 20 Minutos defendió que no trata de priorizar entre familia y trabajo en general, sino de hacerlo día a día: “Hay veces que gana tu profesión, otras veces tu familia... y hay días que pierde todo”.

Entre los periodistas internacionales presentes en el Congreso destacaron Gideon Lichfield, senior editor en Quartz, y Alexandra García, reportera audiovisual del New York Times. El primero reveló las líneas maestras del medio de moda entre los periodistas, y la segunda ofreció una serie de consejos para hacer piezas de vídeo que funcionen en medios online, mientras los asistentes tomaban nota de sus palabras frenéticamente.

En el apartado de premios, el José Manuel Porquet fue concedido a Maldita Hemeroteca, un proyecto que pone de manifiesto las contradicciones en el discurso de los políticos a través de los años. Sus responsables, Clara Jiménez y Julio Montes (dos jóvenes periodistas de laSexta) recordaban como El Confidencial fue el primer medio en entrevistarles cuando aún no podían revelar sus nombres.

El galardón estrella del certamen, el Blasillo que entrega Forges, fue a parar a las manos de Alberto Sicilia por su blog Principia Marsupia. En su discurso de agradecimiento el periodista y doctor en Física Teórica dejó un mensaje para cerrar el evento: “No hay nada más valioso que una crítica de alguien que te quiere”.