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Antena 3: 25 años de luchas de poder para controlar la primera televisión privada
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GODÓ, ZETA, TELEFÓNICA Y PLANETA

Antena 3: 25 años de luchas de poder para controlar la primera televisión privada

Cinco lustros de televisión dan para mucha guerra entre bambalinas. Como todas aquellas batallas políticas que han tenido por objeto el control de los grandes medios.

Foto: Felipe VI junto a Matias Prats y Susanna Griso en la fiesta del 25 aniversario de Antena 3 (Gres).
Felipe VI junto a Matias Prats y Susanna Griso en la fiesta del 25 aniversario de Antena 3 (Gres).

Cinco lustros de televisión privada dan para mucha guerra entre bambalinas. Como todas aquellas grandes batallas mediático-políticas que han tenido por objeto el asalto y control de los grandes medios de comunicación de nuestro país. Antena 3 Televisión, pionera en romper el monopolio de 33 años de televisión pública, ha sido, a lo largo de su historia, el codiciado juguete que más ha pasado de mano en mano entre quienes buscaban congraciarse u oponerse al gobierno político de turno. Desde sus pioneros fundadores, combativos y abiertamente politizados contra los últimos años en el poder de Felipe González, hasta los sucesivos conglomerados que se fueron ideando con el intento de crear un gigante de la comunicación capaz de plantar cara a la Prisa de los Polanco.

Se cumplen estos días 25 años del comienzo de sus emisiones, puestas en marcha por un grupo de profesionales procedente de la radio y con poquísima experiencia en televisión. Los orígenes de Antena 3 se remontan a la radio del mismo nombre creada en 1982 y que agrupaba a profesionales como Manuel Martín Ferrand, Federico Jiménez Losantos o Antonio Herrero. Su meta era, desde un principio, conseguir la primera licencia de las televisiones privadas, pero tendrían que esperar aún seis años más, hasta 1988, para que el Gobierno socialista, al amparo de la Ley de Televisión Privada de aquel año, propiciase el primer concurso de tres licencias (Antena 3, Telecinco y Canal +).

La sociedad Antena 3 Televisión, presidida en su origen por Javier Godó, editor de La Vanguardia, se constituyó con un capital inicial de 10.000 millones de pesetas. Godó poseía un 18%; Antena 3 de Radio, un 7%; y un 10% quedaba en manos de un conglomerado de periódicos como ABC, La Voz de Galicia, El Norte de Castilla, El Correo Español-El Pueblo Vasco… Los bancos poseían otro 20% (Rotschild, Dilon Red Limited y Scottish Equitable Stein, Rabobank y Fidelity International) y el resto eran pequeñas participaciones de empresas como Lladró, Unipapel, Abengoa, Mercadona, Zara o Conservas Calvo, entre otras. En esta primera etapa, comenzaría una de las series históricas de la cadena, Farmacia de Guardia, que fue durante años, uno de las principales señas de identidad de la nueva televisión.

Grupo Zeta y la llegada de Antonio Asensio

El primer cambio de timón llegaría apenas dos años después del inicio de las emisiones, en 1992, un año turbulento en lo mediático y marcado por dos hitos que se ejecutan de forma paralela. Por un lado, Prisa asaltaría Antena 3 de Radio solo un mes después de que la emisora superase en audiencia, por primera y única vez, a la Cadena SER. La maniobra ha pasado a la historia como “el antenicidio”, pues supuso, de facto, la desmantelación de la emisora y la salida de todos sus profesionales más conocidos.

De forma análoga, Antonio Asensio, entonces presidente del Grupo Zeta, editora de El periódico de Cataluña, se hacía con el control de Antena 3 gracias al apoyo de Banesto y la entrada en escena del magnate británico Rupert Murdoch.

La sociedad volvía a sufrir un nuevo vuelco. Renvir, propiedad de Asensio y Murdoch, se quedaba con una cuarta parte de la tele. La Corporación Banesto, de Mario Conde, con otro 20%; y el grupo Godo y Antena 3 de Radio, con un 12,5% cada una. El 30% restante seguía en manos de accionistas minoritarios.

Las principales estrellas de la cadena hicieron igualmente las maletas y fueron reemplazados por profesionales como Jesús Hermida, Olga Viza, Mercedes Milá, Pepe Navarro o Manuel Campo Vidal, que moderaría el primer debate político de la historia entre González y Aznar. Al frente de los informativos se situaba Pepe Oneto.

Aznar, Villalonga y la etapa Telefónica

Cinco años de estabilidad con Asensio y nuevo cambio de cromos. El cambio político de 1996 y el triunfo del PP y de José María Aznar tendría pronto sus efectos sobre la cadena. El expresidente privatizó Telefónica y al frente de la misma situó a uno de sus amigos personales, Juan Villalonga. Con la potencia de la operadora, la derecha mediática se embarcaría en la construcción de un gran conglomerado en el que Antena 3 y Onda Cero, adquirida en 1999, serían las piezas clave, junto a la nueva plataforma de pago Vía Digital.

En 1997, Zeta vendió su 25% a Villalonga, que se hizo, además, con el 51%. de la sociedad Gestora de Medios Audiovisuales (GMA), firma a través de la cual Asensio llegó a controlar personalmente los derechos de retransmisión de 27 equipos de fútbol. Los ideólogos de toda aquella operación fueron José María García y Pedro J. Ramírez, que como director de El Mundo, medió personalmente entre Villalonga y Asensio para que la operación llegase a buen puerto. Fue, igualmente, una declaración de guerra a Prisa, que hasta ese momento contaba con Telefónica como socia de Canal Satélite Digital.

En clave editorial, el giro se completaría con el fichaje estrella de Ernesto Sáenz de Buruaga, que venía de ser director de informativos de Televisión Española, como nuevo responsable de la redacción.

La llegada de Lara en 2003

José Manuel Lara, presidente del Grupo Planeta, ha sido, sin embargo, el que más estabilidad ha impreso a la televisión, bajo cuyo control lleva casi 12 años ininterrumpidos. A la suma Antena 3 y Onda Cero, Planeta incorporaba además un diario, La Razón, volviendo ejecutar ese sueño largamente deseado por la derecha de tener un grupo mediático de referencia y con verdadero poder de influencia.

En mayo de 2003, Lara se convierte en principal accionista de referencia con la compra del 25,1% de la cadena por 363,95 millones de euros. Ese mismo año, la empresa empieza a cotizar también en bolsa. Banco Santander poseía en ese momento un 18,48% y RTL Group Comunication, un 17,26%.

La hoja de ruta, sin embargo, se tuerce por el camino con la fusión, en 2012, con laSexta, la cadena ideada por los amigos de Zapatero, y que, un sector del Gobierno y del PP deseaba ver en manos de Lara para desarticular su beligerancia contra el Ejecutivo. Un cambio que, a día de hoy, todavía no se ha materializado y que Lara ha pagado, también, con creces durante los últimos años. Con la fusión, el Grupo Antena 3 pasó a llamarse Atresmedia Televisión, el último hito de una larga trayectoria que está estos días de cumpleaños y que ha sido, igualmente, la historia de una larga lucha de poder.

Cinco lustros de televisión privada dan para mucha guerra entre bambalinas. Como todas aquellas grandes batallas mediático-políticas que han tenido por objeto el asalto y control de los grandes medios de comunicación de nuestro país. Antena 3 Televisión, pionera en romper el monopolio de 33 años de televisión pública, ha sido, a lo largo de su historia, el codiciado juguete que más ha pasado de mano en mano entre quienes buscaban congraciarse u oponerse al gobierno político de turno. Desde sus pioneros fundadores, combativos y abiertamente politizados contra los últimos años en el poder de Felipe González, hasta los sucesivos conglomerados que se fueron ideando con el intento de crear un gigante de la comunicación capaz de plantar cara a la Prisa de los Polanco.

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