García-Abadillo gana por ahora la batalla: Pedro J. Ramírez se queda sin columna

Pedro J. Ramírez no publicará este domingo en El Mundo su Carta de un Arponero Ingenuo. Así lo ha comunicado a la redacción el director del rotativo, Casimiro García-Abadillo, que –en contra de los rumores que pululaban por la redacción- ha dejado claro que su intención es continuar al frente del diario. La decisión termina de escenificar la ruptura total del principal responsable del periódico y de los gestores de Unidad Editorial encabezados por el presidente ejecutivo, Antonio Fernández-Galiano, con el periodista riojano, en un proceso que tiene todas las trazas de resolverse en los tribunales.

Aunque el veto a la columna afecta sólo a este domingo, parece demasiado cándido pensar que la situación puede reconducirse y lo lógico es que Ramírez no vuelva a publicar en el diario que fundó. El episodio vivido hoy enlaza con la brecha abierta el domingo pasado, cuando el periodista aprovechaba su carta semanal para lanzar una crítica demoledora a su otrora vicedirector. Antes, García-Abadillo aseguraba en el propio diario, en una entrevista de tono ligero, que su antiguo jefe era “como un pez al que sacas de la pecera” y daba por hecho que terminaría montando su propio portal.

Está por ver cómo los movimientos y las decisiones que ambas partes están tomando en los últimos días afectan al acuerdo contractual firmado por ambos para cerrar la salida de Ramírez del diario. La interpretación válida parece que será la que haga a medio plazo la justicia. Por ejemplo, en su artículo del domingo, Ramírez revelaba que RCS Mediagroup, el gigante italiano dueño de Unidad Editorial, le había reclamado 100.000 euros a modo de penalización por sus críticas al tratamiento editorial e informativo de la gala del 25º aniversario del rotativo.

“El propietario de El Mundo, el grupo RCS, me ha requerido, a través del despacho Uría y Menéndez, el pago de 100.000 euros como penalización por haber refutado ese párrafo del editorial –exponía Ramírez en su carta, en alusión al editorial del diario publicado tras la gala en el que se sugería que su salida fue pactada y no una destitución–. Invoca para ello, de forma inapropiada (…) el contrato que, al poner fin a nuestra relación laboral y societaria de manera amistosa, alumbró al arponero. Pero eso sucedió una vez que, con mi expresa disconformidad, el Consejo de Administración procedió a destituirme «tras» -he aquí mi adverbio- esa ‘brutal campaña’ iniciada por el propio Rajoy en sede parlamentaria”.

Según aseguraban entonces fuentes próximas a Ramírez, éste tiene la convicción de que el paso dado por RCS era el primero dentro de una estrategia que persigue judicializar su salida del periódico y los pactos de no concurrencia asumidos para percibir una indemnización que se eleva a 13,5 millones de euros. "Es la primera piedra para montar un caso judicial contra él", exponían, dejando claro que él piensa dar un paso al frente. En concreto, la misma penalización que la matriz italiana de El Mundo le demanda, piensa él plantearla ante los tribunales por partida doble: 100.000 euros por la entrevista en El País del consejero de RCS Mediagroup, Pietro Scott Jovane, y otros 100.000 por la información sobre la citada de los 25 años. Guerra abierta.