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Cebrián reniega de una Prisa española para cortejar a Navalón y su 'conexión mexicana'
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asegura que la firma es más iberoamericana

Cebrián reniega de una Prisa española para cortejar a Navalón y su 'conexión mexicana'

Junta de accionistas de Prisa. Fuera de foco, su presidente de honor, Ignacio Polanco, charla con una curiosa comitiva encabezada por Antonio Navalón.

Foto: El presidente ejecutivo del Grupo Prisa, Juan Luis Cebrián. (E. Villarino)
El presidente ejecutivo del Grupo Prisa, Juan Luis Cebrián. (E. Villarino)

Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. En el edificio Nouvel, a la vera de la sutil Pincelada de Roy Lichstenstein, Prisa celebra a mediodía su junta general de accionistas. Tres imágenes sirven de preludio en un auditorio medio vacío. En primer término, Javier Moreno comparte fila y reflexiones con su sustituto al frente de El País, Antonio Caño. En el estrado, a pocos pasos, presidente y consejero delegado, Juan Luis Cebrián y Fernando Abril-Martorell, charlan afablemente mientras intercambian opiniones sobre sus discursos. Y más interesante pero fuera de foco, a la izquierda de ambos, el presidente de honor, Ignacio Polanco, departe con una curiosa comitiva encabezada por un viejo conocido de la casa: Antonio Navalón.

El célebre lobbista, que se hizo famoso en España en los años ochenta a partir de casos como el que terminó con Mario Conde en prisión, ha hecho fortuna en México y, según fuentes próximas a la compañía, no es ni mucho menos ajeno a las últimas operaciones de Prisa en ese país. Y es que la ‘conexión mexicana’ de la editora de El País ha ganado enteros en lacasa en las últimas fechas. De hecho, la escena de Navalón y Polanco la vigilan desde la mesa del Consejo de Administración el expresidente Ernesto Zedillo y la nueva incorporación al cónclave, el empresario mexicano RobertoAlcántara Rojas. Por otro, la conversación entre Navalón y Polanco la completan miembros de familia Maccise, flamantes socios de Prisa en el país norteamericano.

El círculo se cierra. Prisa y el Grupo Mac Multimedia –la firma de la citada saga familiar mexicana que edita diversos diarios y opera también en el sector audiovisual– llegaban a una acuerdo en julio del año pasado para compartir contenidos. En paralelo, la publicación Reporte Indigo, de la que Navalón es vicepresidente y director adjunto, anunciaba a principios de este año un acuerdo con Mac Multimedia “en los campos de expansión impresa y digital e innovación multimedia y audiovisual”. Todo un conglomerado de pactos y relaciones imprescindiblesen un momento en que México ofrece importantes oportunidades de negocio, incluida la posible licitación de dos canales de televisión dentro de la reforma pendiente de las telecomunicaciones.

Fotografía de archivo del analista y conferencista Antonio Navalón y Juan Luis Cebrián. (EFE)
Sin olvidar los nexos políticos. Y es que, según explicaba recientemente la publicación Proceso, Luis y Anuar Maccise son empresarios vinculados al presidente, Enrique Peña Nieto, y su grupo dentro del Partido Revolucionario Institucional (PRI). El nuevo consejero, el citado Rojas Alcántara, tampoco está al margen de esas privilegiadas relaciones. Magnate del transporte aéreo low cost e incluido en la lista de los 100 principales ejecutivos del país que anualmente elabora la CNN, también es fácilmente rastreable en la prensa mexicana su aparente vinculación con el grupo político del estado de México al que pertenecería el actual presidente del país.

Importante compromiso inversor

Esta evolución interna en la firma se compadece bien con el discurso pronunciado ayer por Cebrián en la junta. Tras anticipar que, excluido Canal+, el 85% del beneficio bruto de explotación en 2014 se generará fuera de España, aseveró: “Esa realidad nos permite definir a Prisa como un grupo iberoamericano de empresas, antes que español”. Y continuó dejando claro, en un aviso a navegantes, que “la mayoría de nuestras iniciativas de crecimiento están centradas, de esta forma, en el continente latinoamericano, que incluye a los más de 50 millones de hispanohablantes de los Estados Unidos”. Una declaración de principiosen la que se enmarcan las nuevas incorporaciones a la compañía, incluida la del nuevo consejero.

El presidente de México, Enrique Peña Nieto. (Reuters)
“Roberto es un exitoso empresario mexicano, curtido en el negocio del transporte aéreo y terrestre, así como en el financiero, que ha adquirido un importante compromiso inversor con nuestra compañía de acuerdo con el actual accionista de referencia –expuso el presidente ejecutivo–. Como miembro de la Comisión Ejecutiva, (…) tendrá además oportunidad de contribuir con su talento y experiencia de manera más habitual a las tareas de nuestra empresa y de forma relevante a su refinanciación”. Esto es, se espera queRojas, que hasta ahora apenas consigna el 0,001% de Prisa, aumente su inversión en la sociedad. También escenifica Cebriándónde tiene la empresa su nuevo caladero de fondos y, de paso, las múltiples jornadas sobre oportunidades de negocio que promueve, con amplia cobertura en sus medios.

Eso sí, tras la descripción de El Dorado latinoamericano, las miserias patrias. Admisión de que la venta de Canal+ no es sencilla, críticas al Gobierno por no poner orden en el mundo de los derechos del fútbol, constatación de que Telefónica compite por los eventos premium con “importantes subsidios y empaquetamientos muy atractivos en precio”… ¿Plazo para llevar a cabo las ventas? “No vamos a incurrir en precipitación alguna, en defensa de la más alta valoración posible de los activos de los que vayamos a desprendernos”, expuso Cebrián. Nada nuevo bajo el sol, pero suficiente para buscar playas más cálidas. Navalón y sus amigos mexicanos las conocen bien.

Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. En el edificio Nouvel, a la vera de la sutil Pincelada de Roy Lichstenstein, Prisa celebra a mediodía su junta general de accionistas. Tres imágenes sirven de preludio en un auditorio medio vacío. En primer término, Javier Moreno comparte fila y reflexiones con su sustituto al frente de El País, Antonio Caño. En el estrado, a pocos pasos, presidente y consejero delegado, Juan Luis Cebrián y Fernando Abril-Martorell, charlan afablemente mientras intercambian opiniones sobre sus discursos. Y más interesante pero fuera de foco, a la izquierda de ambos, el presidente de honor, Ignacio Polanco, departe con una curiosa comitiva encabezada por un viejo conocido de la casa: Antonio Navalón.

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