Los trabajadores se suman al aquelarre de Vocento y se revuelven por cambiar la sede

Los trabajadores también quieren dejarse oír en el drama que se escenifica en Vocento. Al punto que, según informaba ayer la coordinadora de comités de empresa, han dirigido una carta al todavía presidente de la sociedad, Enrique Ybarra, para pedirle explicaciones por el cambio de domicilio social -de Madrid a Bilbao- que promueve la compañía y que se votará en la junta de accionistas de la próxima semana. Todo en plena tormenta entre las familias históricas de la sociedad, con un cambio de presidente en ciernes y con las sensibilidades de todos a flor de piel.

"Los comités de empresa recuerdan que desde que se constituyó el Grupo Vocento, hace más de 10 años, se decidió que la sede social estuviera radicada en Madrid (sede de ABC), una circunstancia que vino respaldada además por la salida a Bolsa en 2006, en la que se tuvo en cuenta que la mayoría de las sociedades que forman el grupo están dispersas por todo el territorio nacional", expone la misiva, a la que ha tenido acceso El Confidencial. Aunque no se expresa aquí abiertamente, el traslado a Bilbao alienta en muchos sectores el temor a una vuelta a los orígenes del Grupo Correo y a una segregación del ABC del conjunto del grupo, como ha defendido en el pasado parte del accioniariado.

Y es que no falta quien, tanto dentro de la compañía como en el ámbito financiero, sostiene que el grupo vale más por separado que con su actual constitución. Para los trabajadores, por ahora, el problema se limita a los impactos mercantiles de la decisión, en escenarios hipotéticos como el de la presentación de un concurso de acreedores. "Aunque las declaraciones tributarias del grupo de empresas se han venido realizando en el País Vasco, sin que hubiera ningún problema, no se alcanza a comprender qué motivos hay para que la sede social deje de estar en la Comunidad de Madrid, con los efectos de competencias mercantiles que ello acarrearía", subrayan.

Una serie de argumentos que, desde la compañía, se rechazan de plano y con contundencia. Por el contrario, la tesis defendida por la casa desde de que se hizo público el orden del día de la junta de accionistas es que la `'mudanza' obedece a la necesidad de homogeneizar la sede fiscal y social de Vocento, así como de llevar el domicilio de la compañía al lugar donde realmente se encuentran radicados los trabajadores de la sociedad. Del mismo modo, también se deja claro que el traslado no afecta a la sede particular de cada negocio que tienen a Vocento como cabecera del holding. En suma, una cuestión de procedimiento y sin demasiada relevancia, si no fuera por el contexto en que se produce.

Un nuevo equilibrio

Como ha venido publicando este diario, la junta del próximo martes supondrá el adiós a la presidencia de Enrique Ybarra, tras haberse modificado el equilibrio de fuerzas en el Consejo de Administración. Hasta ahora, la adhesión de las Luca de Tena a la saga Ybarra había garantizado la plácida permanencia del diario ABC dentro del grupo. El cambio de tercio y el apoyo de las hermanas al frente Urrutia-Bergareche-Castellanos no sólo propiciará el trueque en la cúpula de la sociedad -Rodrigo Echenique será el nuevo presidente-, sino que abrirá el melón sobre el futuro del buque insignia del grupo.

La inquietud enlaza con las pretensiones pasadas de estos accionistas. Segun fuentes internas de la compañía, el denominado bloque opositor o rebelde ya sondeó en el pasado una integración de ABC con El Mundo, e incluso cortejó un pacto con las Luca de Tena para escindir el diario nacional del resto del grupo y entregárselo en bandeja de plata a las descendientes del fundador. La posibilidad, compleja entre otras cosas por el nivel de deuda que acumula el rotativo, no está hoy sobre la mesa a corto plazo. Sin embargo, la secular incertidumbre en que vive la sociedad no invita a pronósticos mucho más allá. En cualquier caso, la junta se prevé movida.