Bertelsmann ve "difícil de digerir" la inseguridad jurídica en el sector audiovisual

El sector energético no es el único que preocupa a las firmas extranjeras por sus constantes cambios regulatorios. Bertelsmann, el gigante alemán propietario de Penguin Random House o RTL, el mayor grupo de comunicación de Europa, tampoco se muerde la lengua al hablar sobre la incertidumbre que recorre a las televisiones españolas por el apagón de nueve canales el próximo 6 de mayo. “No es fácil de digerir”, explicó ayer su presidente y consejero delegado para España, Fernando Carro, en su condición de segundo accionista de Antena 3. Para tomar nota.

La empresa alemana, que factura más de 16.000 millones de euros y cuenta con 8.000 empleados en España, insistió en que ha habido mucho tiempo para negociar y buscar soluciones a un problema que, sin embargo, acabará con el fundido a negro. Una sentencia del Tribunal Supremo ordenaba en noviembre de 2012 el apagón de nueve canales concedidos de forma irregular durante la era Zapatero. Un año y medio y multitud de recursos después, Industria fijaba recientemente el citado deadline del 6 de mayo para el cese de las emisiones.

Carro dejó claro que, como empresa alemana, ni entra en la política audiovisual del Gobierno ni mucho menos en las resoluciones de los tribunales españoles. No obstante, sí indicó que, como accionista de Atresmedia, “no nos gusta la situación”. La patronal de las televisiones (Uteca) lanzaba ayer una carta abierta al ministro Soria en la que se aseguraba que las cadenas están decididas a “emprender todas las acciones legales necesarias para la defensa de nuestros derechos y los de los espectadores”. La misiva aparecía firmada por José Manuel Lara y Alejandro Echevarría, cabezas visibles de Antena3 y Telecinco.

Ganar peso en Atresmedia

Por otra parte, la compañía se plantea reforzar su apuesta española. Y es que, según aseguró Carro, el grupo no vería con malos ojos incrementar su participación en Atresmedia, sociedad cabecera de Antena 3, firma de la que ya atesora un 19,16%. “Si hubiera una oportunidad, sería irresponsable no estudiarla”, expuso ayer el ejecutivo durante un desayuno informativo, en el que sí dejó claro que nunca moverían ficha “en contra de Planeta”.

La relación entre el empresario José Manuel Lara –dueño de la editorial catalana– y la familia Mohn –propietaria de Bertelsmann– es de largo aliento, casi fraternal. “Nos sentimos muy a gusto con la participación que tenemos en España”, quiso matizar Carro para evitar malos entendidos, añadiendo que la legislación nacional establece limitaciones a las compras de paquetes accionariales por parte de compañías extranjeras. En todo caso, tampoco negó que la naturaleza del grupo alemán es “de control” en cualquier actividad que afronte.

Por dinero no será. El grupo asegura tener más de 3.000 millones de euros disponibles para nuevas adquisiciones, el mismo importe que competidores como Prisa tienen de deuda. “Me gustaría que una parte caiga en España”, explicó el primer ejecutivo de la firma. Penguin Random House ya anunciaba el pasado 19 de marzo la adquisición de Santillana Ediciones Generales –sociedad de la propia Prisa que incluye sellos literarios como Alfaguara o Taurus–, operación por la que desembolsará 72 millones de euros, un movimiento no pequeño en plena crisis económica.

El accionariado de Atresmedia cambiaba radicalmente con la absorción de laSexta allá por octubre de 2012. Hace apenas un mes, Antena 3 remataba la integración al entregar a los que eran socios de la cadena –los Roures, Benet, Contreras, Écija o Abelló, agrupados en Imagina y en Grupo Audiovisual de Medios de Produccion (GAMP)– las acciones que quedaron comprometidas en su momento y vinculadas al cumplimiento de determinados objetivos hasta el año 2017. Con ese movimiento, los ex de laSexta superaban el 10% del capital y se convertían en el tercer accionista del grupo tras Planeta y RTL. Lo hacían, eso sí, con vocación de permanencia.