El nuevo 'jefe' de los obispos afronta un clamor de cambios drásticos en 13TV

La Conferencia Episcopal culminael cónclave que renovarátoda la jerarquía eclesiástica. Y el nuevo jefe de los obispos, el arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, no sólo tendrá obligaciones espirituales una vez elegido. También está obligado a dar un paso al frente en ámbitos más terrenales, como los medios de comunicación. Y con la COPE más que encarrilada, sus principales problemas se centran en 13TV, con cuyas formas y evolución económica no comulga ni de lejos la institución eclesiástica, que no es otra que su principal accionista. Se avecinan cambios de calado.

“La Conferencia Episcopal hace tiempo que ha trazado una línea respecto al contenido editorial y, sobre todo, en relación al tono de 13TV –explican fuentes próximas a la institución–. El mayor peso en la casa del director de Informativos de COPE fue el primer paso dentro de un restyling más amplio. El objetivo es que los modos de la radio vayan permeando la televisión, que en algunos círculos eclesiásticos se ha llegado a ver casi como antisistema. Parece que los ejecutivos no entienden que lo importante es hacer una televisión blanca, de valores, que pueda ver todo el mundo y no la audiencia. Se ha vendido demasiada crispación, un planteamiento que no va con la Iglesia”. El cambio en la cúpula del organismo supondrá decisiones sobre la cadena.

Los hechos avalan el feeling descrito. Corría abril de 2013 y los obispos se distanciaban sutilmente del día a día en 13TV. El hasta entonces presidente, José María Mas, se convertía también en consejero delegado de la sociedad, mientras que Fernando Giménez Barriocanal, vicesecretario para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal y hombre fuerte de la institución eclesiástica en el sector de los medios de comunicación, prefería dar un paso atrás. “La Iglesia ha dejado claro que en ningún momento va a dejar de supervisar cuidadosamente su evolución, pero también es consciente de que el proyecto tiene ya la suficiente envergadura como para darle más autonomía a la gestión y que vaya ganando su propio espacio”, justificaban entonces fuentes próximas a la casa para buen entendedor.

El movimiento, a simple vista ingenuo, se explicaba mejor algunos meses después. En noviembre, la Conferencia Episcopal Tarraconense, integrada por todos los obispos catalanes, reprochaba en un comunicado que 13TV se hubiera abonado al agravio y al insulto. Aseguraban recibir quejas de muchos fieles y lamentaban “el clima de agresividad y la manipulación de contenidos que se están dando en algunos medios de comunicación de todo el Estado español, sobre todo en relación a la situación política y social de Cataluña”. En esta línea, solicitaban encarecidamente que el medio fuera siempre factor de comprensión, tolerancia y diálogo.

“Creemos que produce un grave escándalo a muchos miembros de la comunidad católica de nuestras diócesis y también a nosotros, el hecho de que el canal de televisión 13TV, que tiene que respetar a las personas y las instituciones según su ideario, en algunos de sus informativos y tertulias, opte por el menosprecio, la descalificación e incluso el insulto”, remachaba la nota. En este escenario, la cadena anunciaba en enero que José Luis Pérez, director de los Servicios Informativos de 13TV y COPE, se hacía fuerte y pasaba a presentar la segunda edición del telediario de la cadena. Un esfuerzo extra por trasladar a la televisión los valores de la radio. Y de mandar un mensaje. “Los ejecutivos de 13TV no parecen captar lo que quiere la Conferencia Episcopal para su cadena”, admiten encogiéndose de hombros fuentes conocedoras de la situación.

El frente económico

La paciencia demostrada por la Conferencia Episcopal tampoco esconde otras certezas. La primera es que los obispos cuentan con más del 60% del capital y, cuando aprieten el botón de los cambios, sonará la música. Y la segunda, que la gestión de los actuales directivos de 13TV es fácilmente cuestionable desde los números. No en vano, la firma registró pérdidas de 9,92 millones de euros en 2012, según las últimas cuentas remitidas al Registro Mercantil. Si se añade al análisis 2011, el agujero supera los 25 millones de euros, un montante suficiente para defender cualquier cambio. De hecho, el desaguisado ha obligado al principal accionista a tomar cartas en el asunto en forma de ampliaciones de capital y pólizas de crédito.

Frente a los problemas en 13TV, la tranquilidad reina en la emisora de los obispos. “En la radio no se prevén cambios importantes pase lo que pase. No ha habido modificaciones importantes en décadas; el propio Blázquez, cuya victoria se da por hecha en la casa, ya fue presidente de la Conferencia Episcopal y no tocó nada”. Los números también ayudan. Como publicó este diario, COPE mantuvo sus cifras en equilibrio en el pasado 2013 en plena debacle de la publicidad, gracias a los ingresos extraordinarios del traspaso de sus centros emisores a Abertis. Los resultados negativos en 2012 y 2011 se situaron en torno a los tres millones de euros, cifras en apariencia asumibles en el actual entorno económico. La meta para el nuevo inquilino de la calle Añastro es meter en cintura la apuesta televisiva. Todo un reto.